Columnas - Análisis

Por gandallas, tío

  • Por: FORTINO CISNEROS CALZADA
  • 14 ABRIL 2021
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Por gandallas, tío

A Lorenzo Córdova Vianello y demás delincuentes que le acompañan, no se les critica por sus juicios, muchos de ellos sesgados y carentes de rigor jurídico; sino por gandallas, porque ellos mismos abjuran del carácter de servidores públicos que la Constitución les otorga, para erigirse en príncipes soberanos a los que el resto de los mortales debe sumisión y obediencia, cualquiera que sea su mandato siempre al servicio de la mafia del poder, de la cual forma parte importante. Sus trapacerías vienen de muy lejos.

Su primera prueba de fuego como consejero presidente del INE fueron las elecciones intermedias del 2015, cuando debió escuchar las quejas de los padres de los normalistas asesinados en Ayotzinapa, y el doctor en Teorías Políticas, dijo, en grabación telefónica hecha pública: "Es que desde las dramáticas reuniones con los padres de Ayotzinapa hasta esto, hay un mundo de diferencia. No voy a mentir. Te voy a decir cómo hablaba ése: ´Yo Jefe gran nación chichimeca, vengo Guanajuato. Yo decir a ti, o diputados para nosotros o yo no permitir tus elecciones´. Yo no sé si sea cierto que hable así. Pero vió mucho Llanero Solitario... Nada más le faltó decir: ´Yo, gran jefe Toro Sentado. Líder chichimeca´... No, no, no, de pánico. O acabamos de aquí divertidos, o acabamos en un psiquiatra de aquí". ¡Órale!

Esa muestra de desprecio a las víctimas de la represión del Estado corrupto del que forma parte y de discriminación para la gente que no nació en pañales de seda ni tuvo la oportunidad de ir a estudiar a Turín, en Italia, para acendrar su ascendencia europea, es a todas luces incompatible con el desempeño de un cargo que demanda mucha sensibilidad, enorme preparación y sentido social, más viniendo de una familia formada en la tradición de la izquierda mexicana, pues su padre fue cofundador del PRD y simpatizante de Morena.

Lo demostró al echar abajo el registro de 48 aspirantes a la candidatura para puestos públicos y de representación popular, especialmente las de Félix Salgado Macedonio, el favorito para ganar en el estado de Guerrero y la de Raúl Morón en Michoacán. Lo que pone en evidencia la parcialidad y la mala leche de los gandallas del INE es que de los 48 sancionados, 42 son son de Morena y el resto de los partidos chicos, dejando al margen a los grandes aglutinados en Va por México, por razones obvias.

Como ya los conoce, en el mes de diciembre dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador, mucho antes de saber de la ´santa alianza´: "Ellos mandaron y dominaron en los últimos 40 años, y lo hicieron asociados, simulando que eran distintos. Ahora, como se está llevando a cabo una transformación en el país, se quitan las máscaras, se abrazan y formalmente se agrupan para defender lo que significó la política neoliberal, es decir, el beneficio para las minorías, la corrupción, el empobrecimiento del pueblo, la inseguridad y la violencia, apuntó". Una verdad tan cierta que hasta resulta fulgurante.

Pero, además agregó: "Es un agrupamiento conservador que quiere, como su nombre lo indica, conservar privilegios, entonces es amplio y tiene que ver con grupos de intereses creados, todos los que antes no pagaban impuestos y ahora tiene que pagar impuestos; todos los que hacían jugosos negocios al amparo del poder público y ahora no los hacen; todos los que recibían subvención en medios de información y ahora no están recibiendo y también una parte que no está vinculada sólo a lo económico o interese materiales, sino a un pensamiento conservador". Lo que incluye al INE, según se ha visto.

Se ha visto porque se amparan contra los mandatos de la Cámara de Diputados, cuyos decretos tienen tanto peso como una ley; porque no quieren renunciar a sus privilegios de casta dorada con sueldos que van más allá de los 200 mil pesos nominales y se engruesan con los fondos de recompensa creados para el efecto. Pero, además se amparan contra las sanciones que la ley señala a los violen sus mandatos, lo que los convierte, además de gandallas, en viles delincuentes. Y, un delincuente no puede ser autoridad.

Córdova, convertido en delincuente, necesita el amparo que demanda, pues de otra forma tendrá que responder por las violaciones que ha hecho a los mandatos de ley, tanto a la de los servidores públicos como a la aplicación de los fondos públicos según el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación para el presente ejercicio, y lo que se refiere a la austeridad republicana en tiempos de crisis. Y también por negarse los funcionarios del INE a presentar su declaración patrimonial y 3 de 3.

Cualquiera que sea la resolución, Córdova es ya un cadáver viviente que deshonra el servicio público. 

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