Columnas - El Mensaje en la Botella

Mi mejor regalo de cumpleaños

  • Por: EL CONTADOR TÁRREGA
  • 05 DICIEMBRE 2021
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Mi mejor regalo de cumpleaños

Chuy estaba programado para nacer a mediados de diciembre del ´91. Pero inquieto como siempre ha sido, una noche de principios de ese mes, despertó a mi esposa en la madrugada, organizándole para ello una revolución en su vientre. Tal parece que no se quería perder la fiesta (hasta la fecha sigue siendo fiestero) porque tras sorprender al ginecólogo, quien lo esperaba para más tarde, llegó para darme mi abrazo, naciendo el día 5 de diciembre, día de mi cumpleaños. Poco faltó para que naciera con gorrito, serpentinas y espanta suegras.

Mi primer hijo varón. No lo podía creer. Cuando salí del hospital con él en brazos, sentía que todos me miraban como diciendo: "Mira, mira, tuvo un niño". La verdad es que yo creo que a nadie le importaba, pero para nosotros era todo un acontecimiento: Dios nos estaba confiando otra alma para criarla, educarla y junto con Dianita, su hermana, tratar de formar una familia feliz.

Ver crecer juntos a estos dos niños fue un deleite. Cuando Chuy tenía 5 meses, escribí en su diario: "Una cosa que me enternece mucho es el gran amor que se demuestran tu hermana y tú; cuando la ves, brincas, te ríes, te emocionas, y ella, no se diga, te abraza, te mima, te besa y en fin, que es un contento de amor entre los dos. Espero que el tiempo no enfríe, sino al contrario, agrande ese cariño fraternal que hoy los une de una manera tan hermosa". Así ha sido.

Su característica especial

Cada uno de mis hijos tiene una característica especial que forma parte de su personalidad. En el caso de Chuy es la generosidad, de lo cual empezó a dar muestras desde pequeño. Cuando tenía él 6 años, un 14 de febrero registré en su diario la siguiente experiencia: 

"Nos acabas de dar a todos una muestra del noble y buen corazón que tienes. Llegué del trabajo y apenas subí al cuarto, corriste por unas bolsitas de regalo y nos dijiste: ´¡Feliz día del amor!´ y nos diste una bolsita a cada uno. En días pasados, con motivo de haber alcanzado unas metas que te propusimos, te habíamos dado $150.

Pues con ese dinero le compraste un monito de peluche a tu hermanita Zaida. A tu mami, a Dianita y a mí nos pegaste varias monedas de $5 con cinta scotch y las metiste en cajitas de plástico. Nos dijiste: ´Esto es para que el sábado vayamos al cine todos´. Tú te quedaste sin nada, pero estabas contento, feliz.

Gracias por ese hermoso ejemplo de generosidad, hijito. Creo que ya a tu corta edad has saboreado lo que enseñó Jesucristo: ´Hay más dicha en dar que en recibir´.

Por la tarde fui a una papelería y te compré tres paquetitos de calcomanías de Dragon Ball. Las recibiste como si fueran el regalo más costoso, con un gran júbilo y alegría, lo cual conmovió más mi corazón al ver tu nobleza y tu inocencia."

Con el paso de los años Chuy ha volcado su generosidad en sus hermanos y se ha convertido en su "líder moral" y su protector. En el escritorio de mi oficina tengo un "collage" de fotografías de mis hijos. En la mayoría de ellas, Chuy aparece extendiendo sus brazos, como las alas de un albatros, y prácticamente "envolviendo" a sus tres hermanos.

Un maravilloso sol

Cuando nació, escribí también en su diario: "¿Sabes? Hay una creencia que tengo desde hace muchos años: la creencia de que todos los 5 de diciembre sale el sol. Así esté haciendo frío y lloviendo el día 4, estoy convencido de que el día 5 saldrá el sol; según le digo a tu mamá, es el regalo de cumpleaños que me da Dios, pero ahora Él me ha dado otro regalo, y a partir de ahora, cada 5 de diciembre, en mi vida brillará otro sol: tú." 

Gracias hijito, por seguir siendo ese sol en mi vida. Y en tu cumpleaños, además de felicitarte, te reitero las palabras que transcribí en tu diario cuando tenías año y medio y que expresan perfectamente mi sentir: "Quizás mi esperanza más grande como padre sea la de tener contigo una relación tal, que cuando llegue el día en que mires por primera vez la carita de tu primer hijo, sientas muy dentro de ti el deseo de ser para él o para ella, la clase de padre que éste ha tratado de ser para ti. Es el cumplido más grande que un hombre puede recibir."

Te amo, campeón. Feliz cumpleaños. Con cariño...papá.

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