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El ‘efecto’ de BC

El Congreso del Estado de Tamaulipas tarde que temprano tendrá que someter a discusión si el periodo del próximo gobernador será por dos o seis años. 

No creo que la actual legislatura lo vaya a hacer, de manera que el paquete se lo van a pasar a la que inicia en octubre próximo. que tampoco creo que vayan a ocupar sus curules quemándose por desmenuzar este asunto. Pero a como se están poniendo las cosas en Baja California por haber ampliado el periodo del gobernador electo de dos a cinco años inevitablemente ese barullo tendrá rebotes por Tamaulipas altiva y heroica.

El ‘efecto’ de BC

Ahora bien, tanto grito y enredo es muy obvio que obedece a los intereses políticos de los que están en el poder. 

Para un ciudadano cualquiera este asunto no tendría ningún problema, razonaría con el sentido simple de quien no tiene vela en el entierro y diría que si las elecciones por disposición constitucional deben ser de un solo tirón, esa orden no le complicaría la vida, se limitaría a responder: hágase lo que dice la ley y sanseacabó.

Pero en el mundo de la política las cosas no se razonan con simpleza, todo porque cada quien ve por sus intereses. Si no fuera por ello allá en Baja California qué importancia pudiera tener que el nuevo gobernador en lugar de dos años lo va a hacer por cinco.

Y es que, oiga usted, por ninguna de los municipios bajacalifornianos se ha sabido que la gente ande lo que se dice bien enchilada porque el nuevo gobernador se lo van a tener que fumar por cinco años y no por dos. Estoy completamente seguro que les vale una pura y dos con sal ese asunto.

Los que andan protestando son solamente los partidos políticos a los que les ganaron el parpadeón, y ahora tendrán que esperar cinco años para regresar al poder, de ahí la protesta que ya anunciaron la llevarán a la Suprema Corte de Justicia para que ahí resuelvan si fue legal o no que los diputados bajacalifornianos hayan ampliado el periodo del próximo gobernador de dos a cinco años.

Lo que han dicho al respecto es que fue con la finalidad de que en el 2024 se emparejen las elecciones de gobernador con las de presidente de México, pero este argumento no convence a los partidos políticos ni a las figuras de la política como PORFIRIO MUÑOZ LEDO que iracundamente pide la desaparición de poderes en Baja California.

Pero regresando a Tamaulipas altiva y heroica los diputados de aquí deben de verse en el espejo de Baja California.

Y reitero: lo más simple y sencillo es que dictan un acuerdo en el que el periodo del próximo gobernador será por dos años para que en 2024 se emparejen las elecciones de mandatario estatal con las de presidente de México, senadores, diputados federales, alcaldes y diputados locales.

Como pueden ver mis lectores, está sencillita la lección, pero como les he dicho, para el mundo político no lo es así.

Llevar a cabo unas elecciones para gobernador por dos años tiene sus riesgos para quienes están en el poder, que obviamente lo quieren conservar a través de uno de los suyos y si lo llegaran a perder en junio o julio de 2022 llegarían prácticamente descalzos a las elecciones del 2024.

Pero de que tiene que haber elecciones en junio o julio de 2022 eso es algo inevitable, entonces aquí está el riesgo porque aun conservando el poder en junio o julio de 2022, luego tendrían que volver a exponerse a un riesgo de una derrota en junio o julio del 2024 en donde los chanchullos electorales de todos conocidos no podrán realizarse con lo que se dice, con la manga ancha porque estarán en juego también las elecciones para presidente de México en las que el MORENA va a ir con todo y si bien para ese entonces el nivel de aprobación de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR habrá decrecido, ese factor tendría que conjugarse con un crecimiento del PAN y del PRI, partidos que hasta la fecha siguen en la lona y no se ve que tengan para cuando levantar.

La ausencia de caudillos en el PAN y en el PRI es muy notoria y sin ese tipo de personajes está prácticamente imposible que logren levantar vuelo.

Tienen que hacer cosas extraordinarias y una de ellas es sumarse al combate de la corrupción y a la lucha para disminuir la delincuencia.

Con andarle echando mosca a lo que hace o deja de hacer el presidente López Obrador no van a provocar aclamaciones entre el graderío. Ya debieron haberlo entendido, tienen seis meses de un día sí y otro también de estar criticando la política de AMLO, y éste, según las últimas encuestas trae un 70 por ciento de la aprobación ciudadana. O sea, está todavía muy arriba y por lo mismo ya debieran cambiar de estrategia, y esa, en mi personal enfoque, es que los gobernantes panistas y priistas inicien una cruzada contra la corrupción en sus respectivos Estados y municipios al tiempo de llevar a cabo una frontal campaña para disminuir la inseguridad.

Pero están optando por la crítica y por lo mismo están quedando como aquel que veía la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.

Así que regresando al tema de la gubernatura por dos o seis años si se vota por la de dos aun conservando el poder los albiazules en el 24 tendrían que someterse a otra prueba y esta será más escabrosa. Tendrán que confrontar la aceptación de López Obrador por entre la ciudadanía que aun descendiendo, mientras los partidos adversarios no levanten, de muy poco les servirá el decaimiento del presidente de México y entonces en junio o julio de 2024 podrían perder el control del gobierno de Tamaulipas y para evitar tal cosa andan bullendo por ahí ideas de que para evitarse quebrantos políticos y económicos lo mejor es amarrar el poder en junio o julio del 2022 hasta el 2028 como sería que el periodo del próximo gobernador fuese por seis años.

EGIDIO TORRE CANTU en un principio veía con simpatía que el periodo de su sucesor fuese por dos años para que en 2018 coincidiera la elección de gobernador con la de presidente de México y la de legisladores federales, pero a última hora le metió reversa pensando que sería mejor conservar el poder a través de terceros hasta el 2022.

En los hechos las cosas le salieron al revés, primero porque el PRI no postuló como candidato a gobernador a uno a su gusto. BALTAZAR HINOJOSA obtuvo la candidatura ante el disgusto de Egidio y luego el matamorense se desplomó sin remedio alguno ante FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA lo que orilló a Egidio a convertirse en un vil colaboracionista como se vio en las elecciones del 2016.

Y por hoy, BASTA.

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gilberto.banda@elmanana.com