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Unidos y solidarios
La absurda idea de apuntalar los niveles de la competitividad de México en los mercados internacionales con una mano de obra barata y pobremente calificada, ha tenido resultados diferentes a lo esperado, con un costo que se está pagando muy caro en los aspectos social, económico y político. El retroceso ha sido brutal y es innegable por la extrema acumulación de la riqueza, la caída del nivel de vida de la población y la inducción hacia la delincuencia.
Además, al impedir el fortalecimiento de un mercado interno de consumo que haga a la economía local menos vulnerable ante los vaivenes de la especulación global, mediante el escamoteo de los salarios que corresponden a una justa retribución del trabajo, único motor de generación de riqueza productiva, se atrasa el crecimiento de los recursos y el avance en la modernización de los sistemas productivos. Finalmente, solamente se engendra miseria.
En el caso de los estratos sociales que aún tienen acceso al crédito, dirigido casi totalmente al consumo, el endeudamiento está llegando a niveles peligrosos, muy por encima de los que se observaron antes de la crisis financiera del 2008, lo que hace que los organismos globales, como el Fondo Monetario Internacional, hayan prendido los focos de alerta y declarado que: "Los efectos adversos son mayores cuando la deuda de las familias es mayor", refiriéndose a la insostenibilidad de una deuda ascendente, como la de ahora.
Ciertamente, el crédito es un impulsor del desarrollo cuando se utiliza para financiar actividades de carácter productivo, tanto en la industria, el comercio y la prestación de servicios; sin embargo, se vuelve un lastre cuando únicamente sirve para financiar el consumo con tasas elevadas, como las que se observan en México, que duplican o triplican el precio de los bienes y servicios adquiridos. Antes fue la burbuja inmobiliaria, ahora es el crédito familiar que ha crecido sustancialmente a raíz de la pandemia y el confinamiento.
Es por ello que la Reserva Federal de los Estados Unidos, ha insistido en mantener la regulación del sistema financiero para obligarlo a operar con criterios razonables, que eviten una nueva crisis, independientemente de la canalización de fondos públicos para apoyar a las familias que se han visto afectadas por la pandemia y la parálisis del sistema productivo, medida que se tomó con el consenso de la mayoría en el Congreso de los EU.
Para el vecino país, parte de la recuperación radica en tener un vecino con una economía fuerte basada en la productividad y la competitividad derivada de la innovación y la calidad, con precios razonables, no en la inicua explotación de la mano de obra, como venía aconteciendo, quizá por ello, dentro de las cláusulas del nuevo tratado de libre comercio se ha incluido el mejoramiento salarial, la promoción sindical y la contratación colectiva.
Con la aparición del coronavirus y los estragos que ha provocado en la economía mundial, las circunstancias se han tornado difíciles y se requerirá de un esfuerzo mayor por parte de todos los sectores productivos; pero, ya no bajo los esquemas que propiciaron la explotación laboral y el ahondamiento de la brecha que separa a quienes de todo carecen y los que nadan en la abundancia como se acaba de ver con los Beltrones, que no han hecho otra cosa que vivir, y vivir a lo grande, del presupuesto. Acabar con la corrupción es una estrategia universal.
Esto incluye, desde luego, que celebrar el día el Día Internacional de la Mujer vaya más allá de manifestaciones y de agresiones, y recordar que la ONU propone en La igualdad de género en la Agenda 2030, que: "Para 2030, velar por que todas las niñas y todos los niños terminen los ciclos de la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad y producir resultados escolares pertinentes y eficaces. Para 2030, velar por que todas las niñas y todos los niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y a una enseñanza preescolar de calidad, a fin de que estén preparados para la enseñanza primaria".
Del atraso, del abuso, de la tremenda desigualdad, de la pandemia, del confinamiento, de la resistencia al cambio, habrá de salir la humanidad, habrán de salir los mexicanos en tanto que se mantengan unidos y solidarios.
Que todo gérmen de discriminación y de violencia se inhiba desde su origen.