Editoriales

Un gran logro

  • Por: FORTINO CISNEROS CALZADA
  • 04 DICIEMBRE 2020
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Un gran logro

Quienes han padecido los estragos del caótico crecimiento de las ciudades en México, cuya planeación, desde que Salinas modificó el Artículo 27 constitucional, ha favorecido los intereses de los grandes desarrolladores en perjuicio de los adquirentes, van a recordar al 2020, además de la pandemia, como el año en que los integrantes de la LXIV Legislatura se fajaron los pantalones y votaron, ¡por fín! a favor de una nueva Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano.

No resulta exagerado comparar las deficiencias de la ley de asentamientos humanos con la aparición del Coronavirus y sus consecuencias, pues el estilo de vida inducido por la creación de vivienda urbana en los lugares más insospechados, en los que resulta casi imposible hacer llegar todos los servicios que demanda su población, ha venido a provocar hacinamiento, insalubridad, violencia, falta de espacios de convivencia y resiliencia, dificultad para la adecuada movilidad urbana y gasto excesivo en traslados.

Uno de los aspectos más importantes es que las modificaciones a la ley obligarán a la creación de entes y organismos rectores de la expansión de la mancha urbana y de la autorización para crear espacios residenciales, de tal manera que en cada municipio del país habrá un organismo oficial responsable que tendrá que velar por el cumplimiento de todas las normas concurrentes en la materia o, en caso dado, asumir las consecuencias de una mala decisión, afectación ambiental o lesión de los derechos humanos.

Destacable es también el hecho de que por unanimidad, el Pleno de la Cámara de Diputados aprobó las reformas a la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano; con 450 votos a favor se avaló el dictamen que ya fue turnado ante el Senado de la República para su ratificación y demás efectos constitucionales. Las reformas establecen que la Federación impulsará la creación de institutos municipales, multimunicipales, metropolitanos y estatales de planeación urbana.

Sin lugar a dudas que, otro de los aspectos torales de las reformas consensuadas, es el que corresponde al fin de la discrecionalidad y, en muchas ocasiones, actitud irresponsable y hasta delictiva de quienes autorizan la creación de nuevos asentamientos humanos. Así que los diputados probaron que será competencia de la Federación prever a nivel nacional las necesidades de tierra para desarrollo urbano y vivienda, evitando zonas de riesgo, priorizando las zonas que faciliten la introducción de servicios básicos de infraestructura y su resiliencia. Todo ello sin afectar en lo mínimo la autonomía municipal.

Durante su intervención, la presidenta de la Comisión de Desarrollo Metropolitano, Urbano, Ordenamiento Territorial y Movilidad, Pilar Lozano MacDonald, señaló que ya estaba en la ley que la federación propusiera la creación de organismo municipales reguladores; pero nunca se había cumplido y, por lo tanto, los institutos de planeación carecen de una programación, coordinación y de una implementación estratégica, teniendo como resultado un desarrollo municipal sin orden de planeación.

El promovente de la iniciativa, diputado Carlos Alberto Morales, resaltó que: "Con estas reformas se impulsa la planeación integral, desde el ámbito municipal, estatal y metropolitano, con el propósito de generar desarrollo territorial y urbano planificado, sustentable y sostenible, así como generar las condiciones de prosperidad y pleno goce de derecho a la ciudad, entendido como el derecho a cambiar y a reinventar la ciudad conforme a las necesidades de cada municipio". No hubo nadie en desacuerdo.

La iniciativa corresponde a las acciones que se están llevando a cabo en todo el planeta para corregir los graves atentados que se han perpetrado contra el hombre y la naturaleza, como el foro Congreso Urbano Sostenible, que se pronunció por: "El consenso mundial está de acuerdo en que las colaboraciones entre múltiples partes interesadas son necesarias para alcanzar el desarrollo urbano sostenible. Son requeridas en cualquier nivel de toma de decisiones: desde el desarrollo de planes, políticas y programas hasta su implementación". México no se ha quedado atrás y hace lo pertinente.

Aladas fueron las palabras con las que terminó su alocución el diputado Morales, aludiendo a una lacerante realidad de nuestro tiempo: "Nunca más improvisación y ocurrencias; por el contrario, debemos tener una visión de futuro y una planeación para el desarrollo nacional que todas las mexicanas y los mexicanos merecemos, pues de acuerdo al Inegi, el 78 por ciento de la población vive en zonas urbanas".

¡Qué así sea!

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