Editoriales

Los pantalones cortos

  • Por: FORTINO CISNEROS CALZADA
  • 01 NOVIEMBRE 2020
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Los pantalones cortos

Uno de los problemas más frecuentes en la sociedad moderna es la inmadurez emocional, que ha sido tipificada como Síndrome de Peter Pan. Sus características son evidentes y, por lo mismo, fácilmente detectables: una baja autoestima que en ocasiones se asocia a sentimientos de culpabilidad o tristeza; rechazo a la autoridad o a asumir o aceptar obligaciones y responsabilidades personales; dependencia afectiva y emocional; inseguridad que conduce a delegar en otros la toma de decisiones importantes.

Las posibles causas de la inmadurez emocional empiezan por el perfil psicológico propio de cada persona. Existen personas con mayor tendencia a la inmadurez, la dependencia de los otros o la evasión de los problemas y responsabilidades. Se ha demostrado que en algunos casos también influye el estilo educativo de los padres o tutores. Cuando éste es hostil o autoritario, asociado con algunas carencias afectivas y emocionales o demasiado sobreprotector que evite el contacto con situaciones amenazantes.

En la niñez y la juventud, el problema de la inmadurez requiere de la concurrencia de otras personas y, desde luego, de las instituciones formativas, especialmente la escuela y la asistencia sanitaria; pero, al llegar a la edad madura, que puede ser en diferente tiempo; pero que se acepta que en la mujer es a los 32 años y en el varón a los 43, entonces todos los afanes en ese sentido son de índole personal, acaso con la ayuda y el apoyo de profesionales que traten problemas de conducta. Existen algunos consejos.

Por ejemplo, la persona que siente que su vida encaja dentro de los parámetros descritos al principio, puede llevar a cabo tareas sencillas que con la repetición pueden transformarse en hábitos que moderen el Síndrome de Peter Pan: Un buen principio es cumplir rigurosamente con las reglas de higiene, con el baño diario, el cepillado frecuente de dientes, aseo en ropa y calzado, alimentación sana y nutritiva, sueño suficiente y reparador, observancia estricta de las reglas de urbanidad en el trato colectivo.

Luego, habría que cumplir los compromisos contraídos o derivados del trabajo. Llegar temprano para las reuniones y los eventos importantes. Demostrar a colegas y clientes que se valora su tiempo llegando 5 a 10 minutos antes a todas las reuniones y eventos importantes. Demostrar responsabilidad en el lugar de trabajo, al poner el tiempo de los demás por encima del propio. Evitar llegar tarde a una asamblea o interrumpir durante una llamada o estar pendiente del teléfono móvil durante una reunión.

Estar siempre preparado para responder por asuntos del desempeño profesional o de las tareas que han sido encomendadas. Llegar al trabajo o la clase listo, con todos los suministros y notas necesarios. Ir preparado mostrará a colegas y superiores que hay seriedad y disposición para hacer el trabajo duro y con ello alcanzar el éxito. Esto también proyectará un aire de confianza y respeto por sí mismo ya que demostrará capacidad de responder a las expectativas de su papel como empleado o líder de empresa.

Quizá uno de los aspectos más importantes es el que se refiere a tratar a los colegas y compañeros con respeto. Demuestran madurez las interacciones con los demás teniendo buenos modales y naturaleza respetuosa. Esto podría ser tan simple como mantener la puerta abierta para los demás, ayudar a alguien con un paquete o una carga pesada, o saludar a todos con cordialidad. Es muy importante ser considerado con los sentimientos y las necesidades de los demás, con un conocimiento de cómo ser servicial y útil con los amigos y superiores. Demostrará ser respetuoso con las necesidades y el tiempo de los demás.

También es vital reconocer el trabajo de los otros y no dudar en pedir apoyo en los casos difíciles. Si se ve a un colega hacer un buen trabajo, cualquiera que sea, una buena idea es felicitarlo y reconocer el arduo desempeño. En la vida el aprendizaje es continuo y tiene mayor valor cuando se deriva de la experiencia, por eso no hay que dudar en solicitar una opinión o una asistencia directa en los asuntos en que no haya posibilidad de encontrar una solución con los recursos y la preparación propia de cada uno.

El conjunto de recomendaciones se cierran con broche de oro cuando se acepta la retroalimentación y la crítica constructiva. Una de las partes más desafiantes de ser maduro es estar dispuesto a aceptar la crítica y retroalimentación. Una respuesta inmadura a la crítica podría ser ira, resentimiento o negación. Una respuesta madura sería dar las gracias a la persona que ofrece la crítica y considerar lo que tiene que decir. Esto mostrará confianza para respetar las opiniones de los demás y escuchar su consejo.

Por otra parte, desde el punto de vista psicológico, hay muchos factores y motivaciones que pueden conducir a que una persona desarrolle otra de las características de la inmadurez emocional o Síndrome de Peter Pan. La egolatría es un rasgo asociado a ciertas carencias afectivas y emocionales, puesto que se suele entender desde la psicología que una persona con una equilibrada inteligencia emocional no necesita percibirse a sí misma como algo que no es. Por el contrario, puede llevar a la falsa autoestima.

Bertrand Regader explica que: "La egolatría podría ser una señal de alerta de personas que, paradójicamente, sufren carencias afectivas, emocionales o, incluso, padecen algún trastorno mental de fondo. La egolatría sería, en términos un tanto metafóricos, una huida hacia delante de personas que camuflan su inseguridad en este tipo de pensamientos y creencias hiperbólicas sobre sus capacidades y potencialidades en la vida".

Pero, además asegura que: "Desde el punto de vista social, la egolatría es entendida como el reflejo o la consecuencia de una sociedad mercantilizada y clasista en la personalidad de algunos individuos. Las diferencias entre clases sociales y su estilo de vida podría generar una competición constante entre individuos por lograr ascender en su estatus, lo que sería un caldo de cultivo perfecto para el individualismo, el arribismo, la minusvaloración de ciertos principios morales, y también de la egolatría como una característica de la personalidad adaptada a este entorno competitivo y en que priman las apariencias por encima de otras cualidades. Así, las ansias de éxito en la vida puede ser un punto de partida que, mal gestionado, puede conducir a desarrollar personalidades y actitudes problemáticas y limitantes".

De ahí la importancia de conocer, desde las primeras manifestaciones, aquellas evidencias que demuestran el Síndrome de Peter Pan, a fin de tomar las medidas necesarias y apoyar en su recuperación a las víctimas para quitarles los pantalones cortos. 

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