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Las reformas que vienen
Tres años después de ganar la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador luce entero y decidido a llevar hasta su culminación el proyecto de la Cuarta Transformación para sentar las bases de un crecimiento con desarrollo y bienestar para la gente. Medio siglo llevó a los neoliberales borrar el sentido social de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que, desde sus más lejanos orígenes, tuvo esencia humanista; la convirtieron en una puerta abierta para entregar el país al gran capital.
Un avance sustantivo en la recuperación del poder popular convertido en gobierno por mandato de ley, son las reformas constitucionales que habrán de tratarse en el próximo periodo ordinario de sesiones de la Cámara de Diputados y de su colegisladora, la Cámara de Senadores: la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, a fin de lograr el fortalecimiento de la Comisión Federal de Electricidad como empresa productiva del Estado mexicano a fin de bajar los precios de la electricidad y garantizar el abasto.
Aunque se ha mencionado muchas veces en este mismo espacio, no puede dejar de señalarse la advertencia que hizo el entonces gobernador de California, Jerry Brown, en su comparecencia antes el Congreso, de que "se los van a comer vivos", cuando los legisladores, siguiendo la voz del amo de ese tiempo, se empeñaban en entregar la industria eléctrica a empresas privadas, nacionales y extranjeras que pudieron hacer su agosto sin gastar un dólar, porque sus operación eran financiadas por la banca de desarrollo por mandato del Ejecutivo.
El truco más fácil y lucrativo fueron los contratos sucios, por medio de los cuales, los consumidores debían pagar a los proveedores una tarifa determinada, recibieran suministro o no, inclusive cuando la falla fuera imputable a errores o deficiencias del proveedor. Estos se complementaban con otros que señalaban que los contratantes no podían acudir a otro abastecedor porque los contratos tenían un carácter de exclusividad con el cual se garantizaba la recuperación de la inversión en las instalaciones.
Todas las concesiones hechas por el gobierno con el aval de los legisladores debidamente maiceados, tenían como pretexto la promesa de que las tarifas de la luz habrían de bajar, sobre todo las básicas y de consumo domésticos, a fin de contribuir a mejorar la economía familiar; pero, en la realidad, los costos nunca bajaron, por el contrario, subieron. Según declaraciones de el Clavillazo, director de la CFE que se separó con una indemnización millonaria: "Las tarifas para el sector industrial reportan en agosto de 2016 un aumento de entre 5.2% y 7.5% en comparación con agosto del 2015, en el sector comercial el incremento fue de entre 7.8% y 9%. y la tarifa de uso doméstico de alto consumo (tarifa DAC) registra un incremento en agosto del 2016 de 8.9% respecto al mismo mes del año pasado", ¡Ahí nooomás!
La otra reforma que resulta impostergable es la electoral. Esta tiene que ser de gran calado para lograr que la política deje de ser el gran negocio de los pillos que en el Anáhuac han sido y que el ejercicio del poder público torne a ser una oportunidad de servir a la gente con absoluta transparencia y honradez, así como recomendaba el Benemérito. Las elecciones en México debían tener registro en el libro de récords Guinness por ser las más caras del mundo y, por desgracia, de las menos confiables del planeta.
El propio presidente ha dicho que se busca que el Congreso de la Unión a partir del 2024, tenga 200 diputados y 32 senadores menos; que se elimine la figura de los legisladores plurinominales, es decir, de aquellos congresistas que no son elegidos por voto directo. Además, propondrá que se reduzca el dinero que los partidos reciben para las campañas electorales y depurar el INE, pues: "Durante mucho tiempo se han inclinado los que deberían de actuar como jueces, en favor de los grupos de intereses creados. Entonces tenemos que buscar la forma de que quienes coordinen los procesos electorales sean gente inobjetable". Con ello, el futuro del país está garantizado con plena libertad, justicia y desarrollo.
La tercera iniciativa de reforma tiene que ver con la Guardia Nacional y se propone garantizar su integridad: "Por eso voy a proponer en su momento que forme parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena)", la institución que desde siempre ha recibido el máximo reconocimiento social.
Al respecto dijo el coordinador de los diputados de Morena, Ignacio Mier y Velasco, que: "Las tres reformas constitucionales que enviará el presidente Andrés Manuel López Obrador se verán en la próxima Legislatura que inicia el 1 de septiembre. También se legislará para dar mayor protección a niños y mujeres".