La cuadratura del círculo

Entendida la dinámica de las reglas establecidas en el nuevo acuerdo de libre comercio entre los países que conforman la América del Norte, los sectores productivos nacionales se aprestan a competir con altos niveles de calidad y precios razonables mediante la modernización de sus sistemas de producción y comercialización. Además, demandan a la administración pública acelerar los programas que tienen que ver con la formación del capital humano y con los planes de infraestructura para el desarrollo.

Tan halagador se avizora el panorama que los indicadores económicos más sensibles iniciaron la semana con una tendencia positiva, que se irá intensificando a medida que se logren los acuerdos entre los sectores productivos y el gobierno de la Cuarta Transformación, no para hacer transas y lograr un enriquecimiento ilícito, como venía ocurriendo hasta el año pasado; sino, para avanzar en el desarrollo. Los agoreros del desastre y sus plañideras van quedando rezagados ante la realidad de los hechos.

Ayer, nada menos, el vicepresidente del Consejo Mexicano de Comercio Exterior, Miguel Ángel Landeros, expresó que, ahora: "El gran reto está en contar con una política industrial que les permita, sobre todo a las pymes, participar en la cadena de suministro y en el contenido regional"; pero, no es dable esperar que la política industrial emerja unicamente de la administración pública, sino que debe ser el resultados de la coordinación de esfuerzos que parta de los propios productores nacionales.

En este momento, ya existen 10 lineamentos generales de la política de desarrollo industrial: "1.- Promover mayor competencia para fortalecer el mercado interno. 2.- Aprovechar la apertura comercial para fortalecer las cadenas productivas y aumentar el contenido nacional. 3.- Impulsar la mejora regulatoria en los tres niveles de gobierno. 4.- Generar un entorno amigable de negocios que dé certidumbre. 5.- Alentar el crecimiento de las pymes. 6.- Fomentar la digitalización del sector manufacturero que incluye, además, capacitación de la mano de obra. 7.- Modernizar los procesos de normalización e impulsar la infraestructura de calidad. 8.- Propiciar la economía de la salud para aumentar la productividad y la competitividad. 9.- Aumentar el financiamiento de la banca de desarrollo. 10.- Impulsar los proyectos industriales en las regiones más rezagadas del país".

De hecho, la mesa está servida para que los empresarios nacionales abandonen sus nichos de comodidad y se lancen a la conquista de mercados internacionales con innovación, calidad y precios, dejando de lado la perniciosa costumbre de competir a costa de la precarización de los ingresos de los trabajadores, que se vinieron en picada durante la noche oscura del capitalismo salvaje cuyos estragos se buscan paliar para humanizar la economía y evitar la destrucción del planeta, único lar del hombre.

El mismo líder de los comerciantes de exportación minimizó las quejas del sector por cuanto en el T-Mec pueden existir mecanismo o figuras que atenten en contra de la soberanía nacional en el aspecto laboral, pues se ha dicho que inspectores estadounidenses vigilarán las relaciones laborales de las empresas y sus sindicatos, para ver que no se siga compitiendo con salarios castigados. Dijo que: "Al final de la historia, si se da una inspección va a ser después de un procedimiento donde tiene que haber una demanda de parte del gobierno de Estados Unidos y tiene que haber todo un proceso al final del panel de controversias", palabras que corresponden a lo que fue anunciado y firmado por el gobierno.

Para cerrar con broche de oro esta nueva etapa de las relaciones del gobierno con los empresarios nacionales y con los socios comerciales de Estados Unidos y Canadá, habría que señalar que los nuevos salarios mínimos que regirán durante el 2020, mantienen la clara tendencia a la recuperación del poder adquisitivo de quienes sólo tienen sus manos para llevar la gorda a su casa. No alcanzan aún el nivel que corresponde al mandato constitucional en la materia; pero, sí son un avance substancial.

Según la Conasami, se aprobó un incremento salarial del 5% directo y 14.67 pesos como parte del Monto Independiente de Recuperación, de tal manera que el salario mínimo para el 2020 será de 123.22 pesos. En la Frontera Norte, los representantes de los sectores patronal, obrero y gobierno acordaron aumentar sólo el 5% para pasar de 176 pesos a 185.56 pesos diarios. Así, se está logrando la cuadratura del círculo.