Editoriales

Un gran paso

  • Por: FORTINO CISNEROS CALZADA
  • 14 DICIEMBRE 2019
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Un gran paso

La aprobación en el pleno de la Cámara de Diputados de la nueva Ley de Amnistía con la que se cumplen varios propósitos, todos ellos de elevado sentido humano y no pocos de mucho sentido común, es un avance importante para alcanzar los niveles de justicia que requiere le recomposición del tejido social y el saneamiento del sistema de procuración y administración de justicia, que tan mal parado quedó durante los últimos años en que se castigaba más el hambre que los delitos de cuello blanco. 

Salvador Díaz Mirón el polémico poeta que nació el 14 de diciembre, pero de 1853, estando en prisión en las tinajas de San Juan de Ulúa, escribió en las paredes que: "En esta prisión maldita, do impera la tristeza, no se castiga el delito, se castiga la pobreza". Así venía ocurriendo con quienes por quítame estas pajas, eran acusados de algún delito y carecían de recursos para defenderse, quedando en manos de los defensores de oficio que poco podían hacer ante las instancias judiciales tercas en refundirlos.

Palabras aladas fueron las de la presidenta de la Comisión de Gobernación de la Cámara, Rocío Barrera, quien expresó que ésta: "puede convertirse en un instrumento de pacificación nacional, pues la Ley de Amnistía será también un modelo para las entidades federativas que decidan replicar este esfuerzo. Con todo esto, es evidente que la amnistía se debe considerar como parte de la estrategia de justicia y seguridad, abonando a que el combate al fenómeno delictivo se centre en la persecución y castigo de los delitos que mayor afectación generan a los bienes jurídicos que tutela el Estado".

Claro que a esta ley deben seguir otras medidas que puntualicen el quehacer punitivo del Estado a través del Poder Judicial, de tal manera que las conductas antisociales tengan un tratamiento más diferenciado en cuanto a sus orígenes, las circunstancias en que ocurren, su alcance y el daño que causen a terceros tanto físicos como patrimoniales. Hacer más racional y humana la aplicación de la justicia la convierte en más justa, esto es, en más eficaz por cuanto tienda a evitar más delincuencia.

Aspectos relevantes de la nueva Ley de Amnistía es que, inicialmente busca otorgar libertad a presos por delitos no graves para que puedan reintegrarse a la vida en sociedad; luego, va a los puntos específicos como los que aplican a mujeres sentenciadas o en proceso, por delitos de aborto o contra la salud, en la modalidad de posesión o transporte de narcóticos o por haber prestado colaboración para los mismos propósitos, ya que en muchos casos se trata de personas que fueron obligadas a transportar drogas bajo amenazas. Asimismo a jóvenes inculpados y encarcelados por delitos contra la salud o por otros en los que no se produjeron hechos violentos con pérdida de vidas o con el uso de armas.

Una de las disposiciones que causó mayor polémica fue la que se refiere al robo simple y sin violencia cuando no amerite pena privativa. Para que los imputados alcancen el beneficio de la nueva ley deben cumplir los requisitos de: " 1.- Que no sean personas reincidentes en el delito. 2.- Que no hayan sido condenadas por delitos en los que se privó de la vida a otra persona, delitos contra la integridad corporal o secuestro, o que provocaron lesiones con secuelas permanentes. 3.- Que no hayan empleado armas". De esta suerte, la amnistía beneficiará a quienes están en prisión por delitos menores, no a homicidas o secuestradores, tampoco a quienes hayan causada un grave daño a otros.

Para ver que se cumplan los propósitos de la iniciativa enviada al Congreso por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el Ejecutivo Federal integrará una Comisión que coordinará los actos para dar cumplimiento y vigilar la aplicación de la Ley. Así mismo, corresponderá a la Secretaría de Gobernación promover ante los gobiernos y legislaturas de las entidades federativas la expedición de leyes de amnistía por delitos semejantes a los contemplados en la ley de amnistía de ámbito federal.

Según la minuta de la sesión ocurrida el miércoles pasado, la mayoría simple que integraron las bancadas de Morena, Partido del Trabajo, PES, PVEM, y algunos representantes del PRI y Movimiento Ciudadano, con 306 votos a favor, avalaron en lo general la Ley de Amnistía, que pretende devolver la libertad a las personas que se encuentran injustificadamente presas y no generaron daño a la sociedad.

Como era de esperarse, el proceso de aprobación de esta ley, en el salón de plenos de la Cámara de Diputados, se matizó por las posturas de choque entre la oposición encabezada por el PAN, la mayoría del PRI, el PRD, y una bancada dividida de Movimiento Ciudadano. No falto quien expresara temores por cuanto se abrirían las puertas de las prisiones a los delincuentes que ponen en peligro la vida y la hacienda de las personas y en entredicho la seguridad de la sociedad entera, lo que no pasó de ser lirismos puro. Al final se impusieron los criterios sanos de quienes buscan acendrar la justicia.

Además, sin tantas personas que no son delincuentes en las cárceles, se aligerará la carga para el Estado y para los contribuyentes.

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