Editoriales

Con broche de oro

  • Por: FORTINO CISNEROS CALZADA
  • 18 DICIEMBRE 2019
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Con broche de oro

Mañana se espera el anuncio que habrá de cerrar con broche de oro un año espléndido para la economía nacional, durante el cual se fincaron las bases sólidas para un crecimiento real a partir del próximo quinquenio a fin de alcanzar la meta anunciada desde de principio de cuando menos el cuatro por ciento anual, revirtiendo las tendencias de los últimos regímenes que, a pesar del maquillaje de las cifras, resultaron negativas, pues la economía ´crecía´ al 2 %, pero el costo del dinero llegó hasta 8 %.

Ya se ha dicho muchas veces que en este 2019 no hubo crecimiento y algunos despistados o de plano malintencionados, se han atrevido a hablar de recesión, que no se percibe por ningún lado. Lo que sí es evidente es que las tasas de interés están bajando y para este jueves se espera el último recorte de año, para situar la tasa de referencia en 7.25 por ciento, que, sin ser baja, mantiene la tendencia decreciente al revés de lo que venía ocurriendo hasta hace poco más de un año. Igual la inflación viene a la baja.

No se diga del dólar, que durante el último sexenio duplicó su valor y que ahora se mantiene flotando en una banda saludable. Otros indicadores, como los Certificados de la Tesorería se mantuvieron a la baja por tercera semana consecutiva en los tres plazos subastados, lo que llevó a la tasa a 28 días no sólo a romper el nivel de 7 por ciento, sino que se llegó a un piso que no se registraba desde junio de 2017. De acuerdo con el Banco de México, la emisión a 28 días se fijó esta semana en 6.80 por ciento anual, una reducción de 24 puntos base en comparación con lo registrado siete días antes. Y así el resto.

Si hubiera que documentar el optimismo de quienes saben de economía por lo grandes logros obtenidos durante el primer año completo del gobierno de la Cuarta Transformación, habría que señalar cuando menos seis victorias notables: Primeramente, la cancelación de los proyectos demenciales que habrían de significar un tiradero sin fin de recursos para cebar caudales aventureros, y, de paso, iniciar la batida en contra de la corrupción en todos los niveles de la administración pública, el mundo empresarial y laboral y no se diga la política y sus adláteres los organismo autónomos y los de la ´sociedad civil´.

En tercer lugar, el cumplimiento firme del compromiso de mantener sanas las finanzas públicas sin endeudamiento ni déficit; por el contrario, con un superávit primario que les da fortaleza. Tampoco hubo aumento de impuestos ni se establecieron nuevas alcabalas, con lo que se pretende estimular la inversión privada para fomentar la creación de empleos bien remunerados y con ello elevar la capacidad de compra de los sectores asalariados, para dar lugar al círculo virtuoso de la economía sana.

Por si eso fuera poco, siguiendo un esquema lineal, se puso en marcha del Acuerdo Nacional de Infraestructura del Sector Privado, que generó grandes expectativas no sólo al interior del país, sino fuera de la fronteras y hasta de ultramar, como quedó evidenciado con la visita a México de Ana Botín la presidenta de Banco Santander, quien al entrevistarse con el presidente Andrés Manuel López Obrador manifestó que su institución financiera especializada en fondos de desarrollo tiene planes para invertir grandes sumas en proyectos nacionales de beneficio colectivo, porque tiene plena confianza.

La firma del T-MEC, luego de un intenso cabildeo y de mantener dentro de los límites que exige la soberanía nacional en temas delicados, fue un triunfo notable para los tres países firmantes y sus gobiernos. Nunca antes fue tan justa la afirmación de ganar-ganar, pues México, Estados Unidos Y Canadá debieron ceder en algunas partes y mantenerse firmes en otras, para obtener un beneficio compartido para los tres. Los prietitos en el arroz más que del propio tratado, son de voces amargosas.

El sexto punto fue el alza de los salarios mínimos que, sin ser suficiente para resarcir el poder de compra perdido por los asalariados durante los últimos regímenes, si es un gran esfuerzo que deberán hacer los sectores productivos para frenar la caída del nivel de vida de quienes producen la riqueza con sus propias manos. Ya es justo que los obreros pongan manteca a los frijoles y que se alimenten con algo más que con una concha y un refresco de cola por el cual deben pagar altos impuestos.

El año bueno se cierra con la baja en las tasas de referencia que será anunciada mañana por los voceros del Banco de México, institución que a partir de la salida de Carstens, ha entrado en una período racional.

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