Así, ni ´pa´onde´

En el enrarecido ambiente político en el que menudean acusaciones y afirmaciones de inocencia sin que en uno y otro caso se hayan aportado elementos probatorios, viene a traer un poco de aire fresco la figura de un panista decente, cuya trayectoria ha sido tersa en medio del mar embravecido de las pasiones por el poder y el dinero. Ernesto Ruffo Appel fue el primer gobernador emanado de las filas del Partido Acción Nacional con un envidiable currículum en las aulas, la academia, la empresa y la política.

Si pueden ponerse en tela de duda las declaraciones que ha hecho a la Fiscalía General de la República el procesado Emilio Lozoya Austín a quien se han concedido ciertos privilegios a cambio de colaborar para esclarecer los enormes quebrantos patrimoniales que sufrió el país durante los últimos gobiernos, no ocurre lo mismo con lo que ha manifestado, voluntaria y valientemente, el diputado Ruffo uno de los más firmes defensores de la mística humanista del partido fundado por Manuel Gómez Morín.

Este líder empresarial y defensor de los intereses de los bajacalifornianos, que fue presidente municipal de Ensenada y, en 1989, fue electo gobernador de Baja California con una votación histórica, declaró textualmente que: "Estos del PRIAN, que encabeza Roberto Gil Zuarth, lamentablemente se entregaron a Gamboa Patrón en la Reforma Energética. Ahí estaba Ernesto Cordero, Jorge Luis Lavalle, Salvador Vega Casillas. Entraban y salían de su oficina o estaban en su escaño. Viendo ese entreguismo, no puedo evitar especular con que ese dinero tiene que ver con eso. Que investigue la Unidad de Inteligencia Financiera y que el PAN también investigue". Vale decir que él votó en contra de la reforma.

Las palabras de Ruffo traen al escenario dos realidades que se han venido soslayando: la alianza de los partido PRI y PAN, que presuntamente representan los extremos ideológicos de la política nacional, para conformar el PRIAN, y el activismo, casi como de director de orquesta que nunca trató de ocultar de Emilio Gamboa Patrón, superviviente, junto con Manlio Fabio Beltrones y otros de menor calado, de la época dinosáurica del neoliberalismo, para entregar los recursos energéticos del país a la IP.

En pleno regateo por la Reforma, dijo Gamboa que: "La reforma energética es la respuesta a los desafíos que el momento histórico nos presenta. Una reforma que se ha venido discutiendo por más de 15 años en el país, que concentró por más de 14 meses los trabajos de las comisiones unidas. Una reforma que no se deriva sólo de la iniciativa presidencial, como muchos quieren hacer ver. Por el contrario, es resultado de un amplio debate de ideas, de foros realizados en todo el país, con participación de la sociedad civil, académicos, investigadores y técnicos especialistas. Los cuatro dictámenes originalmente recibidos del Ejecutivo, que contienen 14 leyes, recibieron más de 400 modificaciones en su proceso de discusión". Se necesita de mucha imaginación para poder creerle.

Pero, la trama es más extensa; la reforma energética, tuvo como sus principales impulsores al presidente Enrique Peña Nieto, al entonces director de Pemex, Emilio Lozoya, y al presidente de la Comisión de Energía en el Senado de la República, David Penchyna. La reforma energética fue avalada por 95 legisladores en el Senado: 53 del PRI, 35 del PAN, y 7 del Partido Verde. Entre los nombres destacan el priísta Carlos Romero Deschamps y el panista Salvador Vega Casillas, quienes eran secretarios de la Comisión de Energía. Nombres que aún no salen en la guerra de declaraciones; pero...

Los nombrados por Gamboa: la sociedad civil, académicos, investigadores y técnicos especialistas, saben y han sabido siempre de las transas en los gobiernos surgidos de los partidos amafiados y lo están confirmando con las declaraciones de Lozoya y ahora de un panista que se opuso siempre al asalto de los facinerosos al ´partido de la gente decente´. Faltan otros que irán surgiendo en la medida que se avance en las investigaciones que están realizando las autoridades judiciales y que debían hacer los partidos.

Ruffo explica que: "Yo voté en contra de la Reforma Energética junto con Javier Corral, no porque no crea que deba haber una Reforma para beneficiarnos del recurso petrolero, sino por la forma, por los acuerdos a puerta cerrada que celebraron. Yo que llegué de Senador quise saber los contenidos de la propuesta. Me pasaron copias, pero nunca me dejaron opinar porque ya lo tenían pactado todo. Incluso en el Grupo Parlamentario quien estaba de Coordinador era Ernesto Cordero y la consigna fue que votáramos a favor de la Reforma Energética. Yo dije ´no, ni madres´, yo no voto si no sé por qué llegaron a esas conclusiones".