Cascabel al gato

Desde tiempos inmemoriales, el más enredado nudo gordiano de la vida institucional del país ha sido el aparato de procuración y administración de justicia. Aseguraba Álvaro Obregón que nadie resiste un cañonazo de 500 pesos (oro), dando a entender con ello que cualquier cosa se puede arreglar con dinero Al correr de los años, México ha tenido hombres notables en el campo de la jurisprudencia; pero, su brillo se opaca ante la triste realidad que presenta el entramado de la burocracia judicial, lenta y pesada.

Bien puede aplicarse en estas tierras el axioma de Piero Calamandrei, quien aseguraba que: "La cosa juzgada hace de lo blanco, negro; origina y crea las cosas; transforma lo cuadrado en redondo; altera los lazos de sangre y cambia lo falso en verdadero. El aforismo tan estudiado por los doctores... hace hoy sonreír; sin embargo, pensándolo bien, debería hacer temblar. El Juez tiene efectivamente como el mago de la fábula, el sobrehumano poder de producir en el mundo del derecho las más monstruosos metamorfosis, y de dar a las sombras apariencias eternas de verdades; y porque dentro de su mundo, sentencia y verdad deben en definitiva coincidir, puede, si la sentencia no se adapta a la verdad, reducir la verdad a la medida de su sentencia". Tal pareciera que el jurista italiano hiciera referencia a México.

El lamentable estado del sistema judicial, que no puede negarse porque en este mismo instante se están perpetrando aberraciones inadmisibles, ha obligado a los miembros del Congreso a un acuerdo para que el miércoles próximo se lleve a cabo la instalación de una mesa de alto nivel en la que participen el Poder Judicial, la Consejería de la Presidencia, Gobernación, el Senado, la Fiscalía General para revisar todas las iniciativas presentadas en materia de justicia, incluyendo temas como la justicia digital y más.

En la reunión estará presentes el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia, Arturo Zaldívar; la secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y el consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra. De manera virtual asistirán los presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia, encabezados por el de la Ciudad de México, Rafael Guerra; todos los grupos parlamentarios que conforman la Junta de Coordinación Política; el presidente de la Comisión de Justicia, Julio Menchaca; y se invitará a Mario Delgado, presidente de la Junta de Coordinación Política y a Mónica Fernández Balboa, Presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. Será una asistencia plural y cabal.

Los temas torales son cambios a siete artículos constitucionales; la expedición de dos nuevas leyes federales (Ley de Carrera Judicial y una nueva Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación), reformas a cinco ordenamientos (Ley de Amparo, Ley Federal de Defensoría Pública, Código Federal de Procedimientos Civiles, Ley Federal de Trabajadores al Servicio del Estado y Ley Reglamentaria de las Fracciones I y II del artículo 105 de la Constitución). La agenda es muy ambiciosa, ojalá salga bien.

En términos generales, las propuestas que se han dado a conocer son positivas y han merecido un buen recibimiento por parte de los involucrados; pero, falta ver, en primer lugar los resultados de la mesa del martes y luego la forma en que se presentarán las iniciativas. Echar las campanas al vuelo puede resultar tan ingenuo como irresponsable. La experiencia indica que mejores iniciativas han acabado como una triste caricatura después de pasar por los estires y aflojes legislativos y la enorme presión de los intereses afectados.

Importante ha sido la posición del ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Saldívar, quien en un tuit manifestó: "Suprema Corte @SCJN Una reforma que modifique la estructura de la Corte y del @CJF_Mx podría atentar contra la independencia judicial. Requerimos un #PJF independiente, fuerte, legitimado y prestigiado. Presentamos una reforma funcional, de gran calado y profunda: Ministro Presidente @ArturoZaldivarL", lo que de entrada es una muy buena señal.

Lo es de manera doble, pues la iniciativa de reforma al Poder Judicial dada a conocer a principios de año y que habrá de consensuarse a partir del martes, surge de la entraña misma del Poder Judicial y ha logrado conjuntar los criterios más avanzados en el tema por cuanto permitirá avanzar firmemente en la consolidación de un sistema de justicia acorde a los tiempos que ha tocado vivir a la actual generación.

Quizá sea mucho pedir; pero, sería bueno que se recupera la mística de la jurisprudencia penal previa en que, sin importar los medios, se aplicaba las sanciones penales de acuerdo a los resultados finales.

El diálogo final entre el juez y el abogado en la obra magnífica de Piero Calamandrei, El Elogio de los Jueces, dice: "El Abogado: —Esa es nuestra vida, ¡oh juez!; ese será finalmente nuestro porvenir, si nos es permitido llegar a viejos. Y sin embargo, siento que no querría a ningún precio cambiar mi destino.

El Juez: —Ni yo; pues me parece que entre todas las profesiones que los mortales pueden ejercer, ninguna otra puede ayudar mejor a mantener la paz entre los hombres que la del juez que sepa dispensar aquel bálsamo para todas las heridas, que se llama justicia. Por esto, también, el final de mi vida me puede parecer; aunque solitario, dulce y sereno; porque sé que la conciencia de haber empleado la parte mejor de mí mismo en procurar la justa felicidad de los demás, me dará tranquilidad y esperanza en el último suspiro. En esta esperanza, ¡oh abogado!, nuestros dos destinos se encontrarán a su acabamiento terreno; por esta meta común podemos, fraternalmente, darnos la mano".

Al paso de la carreta las calabazas se han ido acomodando en varios aspectos importantes de la vida institucional de México y los resultados están a la vista de todos, para unos como ejemplo, para otros como motivo de lamento por la pérdida de privilegios mal habidos. De esperarse que la tarea de remover al elefante reumático de la justicia del pantano de la corrupción, el nepotismo y la complicidad de camarillas cerradas, tenga éxito y al mismo tiempo que México y los mexicanos salen de la pandemia, también arriben a una nueva época en la que brille esplendoroso el sol de la justicia.