Columnas - Ernesto Salayandia García

Sentenciado a muerte

  • Por: ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA
  • 20 JUNIO 2022
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Sentenciado a muerte

Perfil del adicto

Al pasar el tiempo de consumo, el niño adicto adquiere una gran cantidad de malos hábitos, se convierte en un mitómano, es un gran actor, especialista en echar culpas y justificarse, se torna irresponsable en todos los sentidos, es irreverente, intocable, sumamente irritable, explosivo, agresivo, desobligado, los malos hábitos los refleja en su lenguaje, su manera de vestir y de ser, los hábitos, se hacen costumbre y la costumbre se hace ley, un adicto se llena de soberbia, es neurótico, no se le puede decir nada, porque para todo tiene respuesta y justificación, por desgracia, cada día que pase se hunde más y más en el mar de la mediocridad, el niño adicto, este  predestinado al fracaso y a morir en todos los sentidos ante una conciencia real de prevención y de atención a las conductas y sustancias toxicas, es ahí, donde nacen los sicarios, los secuestradores, narcos y todo tipo de delincuentes que recibieron de sus casas una pésima educación y un mal ejemplo de padres alcohólicos, neuróticos y drogadictos.

Son los fondos los que hacen que el adicto cambie

El ser ratero, trae consigo muchas consecuencias, hasta llegar a la cárcel por delitos mayores, el drogadicto, no es capaz de obtener un buen empleo por los malos hábitos, primordialmente la pereza, la deshonestidad y la ausencia de amor propio, es realmente un verdadero fracaso en su relación de pareja, es un mal padre y un mal ciudadano, llega a viejo, consumiendo, hundido en depresión, fracasado, frustrado y sin poder abandonar la adicción, ni sus conductas toxicas, paga lo que hizo, sus hijos le dan un infierno, son más adictos que él y la cosecha de mediocres, nunca se acaba. 

Un callejón sin salida

La recuperación, no existe, la mayoría de los centros de rehabilitación y clínicas, son un rotundo fracaso, de cada diez internos, 9 recaen, nunca se recuperan, la terapia de adictos a adicto, la metodología, el encierro obligado por tres meses, la saturación de fanatismo con la llamada cristo terapia, la nula profesionalización de terapeutas, las pésimas instalaciones y otros, son factores de este gran fracaso solapado  por los gobiernos estatales y el Consejo Nacional de Lucha contra las Adicciones, CONADIC,   el adicto, no logra una plena desintoxicación, debido a que no existe en la mayoría de los casos un programa nutricional, llega y sale anémico, con un nivel de ansiedad muy alto, la preparación de alimentos, se estila, que sea a base de donativos de fruteros,  con productos que el público ya no compra y la elaboración de platillos, es encomendada a tres internos quienes son los que procesan, desayuno, comida y cena, alimentos que no logran la desintoxicación y fortaleza física, más aun, el encierro es fastidioso, aburrido, insoportable y la inactividad, mata a cualquiera, con hambre, mal alimentados, con sueños, incomodos, molestos, resentidos, es difícil que un adicto logre entender la magnitud de la enfermedad, por ello, después de cumplir con los tres meses de encierro, lo primero que hace es reventarse el primer día que sale.

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