Columnas > ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA

23 años libre de drogas, GaD

060, llamado de emergencia

Me encontré un buen amigo, colega, periodista y servidor público a quien conozco de hace muchos años y me dio mucho gusto verlo. Juntos empezamos a recordar cuando él se desempeñaba como titular de comunicación social de Seguridad Pública Municipal. Recordamos las veces que él fue a mi casa y yo le decía en mis loqueras, en mi paranoia, por dónde se habían ido los supuestos atacantes que habían entrado a mí casa, él sorprendido de mis juicios, permanecía callado, mientras le mostraba el talco abundante que yo desparramaba en la alfombra para comprobar que alguien entraba y dejaba sus huellas.- Me quieren asesinar, Deliraba.- Fueron noches interminables, infernales, de mucho dolor, la loquera en todo su apogeo. Por las noches, atascado de cocaína, obsesionado por mi celotipia, posesionado de mis miedos, le daba rienda suelta a la imaginación, echaba a andar la película ante el más mínimo detalle, como el hecho de haberme encontrado algunos casetes grabados con música rara, con voces feas y un tanto satánicas, o los mensajes que dejaban en mí máquina de escribir, sé que hubo mano negra, sé que esa mano que mecía la cuna, le echaba más gasolina a mi paranoia, sé quién lo hacía y bastaba entonces el más mínimo indicador y yo marcaba de inmediato el 060, las patrullas llegaban rapidísimo, entraban a mi casa, yo vuelto loco, enojado les señalaba las huellas que dejaban, las marcas en la pared por donde se trepaban, les decía, por ahí se fueron, por la parte de arriba de las recámaras, y por las puertas por dónde se tira la ropa sucia al cuarto de lavado, les señalaba las pisadas, las marcas de los tacones, de igual manera, cómo embarraban excremento en la pared.  Mensajes con tinta  sangre que se escurrían frente a mí y que nadie más veía esos diabólicos textos.- Loco por completo. -¡Púdrete cabrón, vas a morir!-

23 años libre de drogas, GaD

Un marihuano muere antes de cumplir 25 años

La primera muerte, es con su formación académica, mata su presente y su futuro, claudica a la escuela, es la primera manifestación, una mala decisión, dejar los estudios, nace la mediocridad y cae en el abismo del alto consumo, se hace inmune a la sustancias y entre ms fuma, más quiere, muere su amor propio y respeto por sí mismo, se torna, inestable, ingobernable, neurótico, agresivo, muere en su convivencia y su relación familiar, es un tipo aislado, abandona la pulcritud e higiene personal, se abandona a sí mismo, su lenguaje corporal refleja pereza, abandono, se enjoroba, camina como en cámara lenta,  muere en su autoestima, el marihuano, pierde la esencia de la vida, su sentido del humor, la comunicación y la convivencia, es el llanero solitario, muere, social y familiarmente, esta droga lo mata de muchas maneras, muere su sano juicio y es esclavo de sus trastornos mentales, después de la compulsión a la maldita hierba, ya nada es el igual, firma su sentencia de muerte, se convierte en un don nadie, nacido para perder, lleno de soberbia y criterios contrarios al buen vivir y a la sana convivencia, es un tipo, por demás tóxico, que no acepta que la marihuana le robo la vida y lo empino a vivir en sus miserias espirituales.-Es mediocre en toda la extensión de la palabra.- La Suprema Corte de Justicia y las Cámaras de Diputados y Senadores, cometieron la estupidez de patear el panal de abejas, la marihuana es una droga mortal, pudieron haber hecho una encuesta con cien madres de marihuanos y así haber tomado conciencia y responsabilidad social, en México, no estamos preparados para la libertad en el consumo de esta sustancia del Diablo.- Que el tiempo lo confirme.-  En estados unidos han muerto en lo va del año, 107 mil adictos de sobredosis del Fentanillo, el adicto antes de llegar a este alto consumo, ha usado marihuana en cantidades industriales, la hierba mala, es el escalón de la muerte.