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Se fueron grandes
Una prueba más que en forma contundente demuestra que el joven alcalde CARLOS PEÑA ORTIZ vive en un mundo raro fue al salirse con la suya tras el lógico ´maiceo´ a síndicos y regidores para autorizar el aumento de un 10 por ciento en el impuesto predial y con el mismo porcentaje elevar el valor catastral. También harán cobros especiales a escuelas, hoteles, hospitales, espectáculos y construcciones de lujo que ya lo queremos ver pasando a cuchillo a las negociaciones que están en ambos lados del bulevar Hidalgo, la mayoría de ellas, por no decir que todas, con construcción de primera, pero que en el municipio las tienen reportadas como si fueran de madera para pagar muy poco impuesto predial. Con ellos se debiera desquitar, pero le va a bufar a la vereda porque se va a topar con el influyentísimo en todo su esplendor.
Ahora a la ciudadanía le queda la esperanza de que los diputados, no solo los panistas sino también los morenistas, los priistas y el de Movimiento Ciudadano rechacen la aprobación de esos incrementos, como ya lo hicieron en el anterior periodo de sesiones. De veras, es inadmisible la insensibilidad de El Makito que cree ser el emperadorcito de Reynosa, ciudad en la que puede hacer y deshacer sin importarle el perjuicio económico que ocasionará no solamente a los propietarios de vivienda, lo resentirán más los que tienen negocios comerciales.
Y también está por verse si le va a entrar a los dueños de los parques industriales que arriendan inmuebles y algunos con todo y construcción a las plantas maquiladoras. Ahí quisiéramos verlo enjundioso y no echándosele encima de los que no tienen padrinos o agarraderas para defenderse tal y como lo hacía La Doña durante los cinco años del nefasto makiato y que lamentablemente CARLOS PEÑA ORTIZ tiene toda la intención de proseguir con esa abusiva actitud.
Se ve que ya se dio cuenta que con maicear se sale con la suya, aunque habrá que precisar que los regidores que se opusieron a ese incremento fueron ANA LIDIA LUÉVANO, MARÍA ESTHER CAMARGO FÉLIX, DENISSE AHUMADA y EDUARDO FLORES. A los demás les importó una pura y dos con sal, total, han de decir: Ande yo caliente que se tizne la gente, o, a lo que vengo, vengo y sobre el muerto las coronas.
De veras que está para el psiquiatra el sujeto que tenemos como presidente municipal, que se la pasó una buena parte de su primer año de gobierno a salto de mata para que no le echaran el guante los policías estatales que traían el encargo de ejecutar la orden de aprehensión que le giró el juez penal de San Fernando, y los síndicos y regidores, en lugar de poner en conocimiento de los diputados lo que estaba pasando en el palacio municipal, le hicieron al occiso y de ahí se agarrarán también los diputados para no intervenir en lo que ya era una necesidad.
La ciudad está en manos de un muchacho totalmente ajeno a la problemática de los reynosenses, lo cual se entiende, pues nunca ha radicado por aquí salvo en su etapa de niño, que hasta eso no toda, ya de adolescente se fue a vivir al otro lado del río Bravo y al llegar a la mayoría de edad ingresó a una universidad en Washington para luego venirse como presidente del DIF municipal, chamba que atendía a medias, supongo por considerarla de poca monta para alguien que egresó de una universidad gringa.
Todo ello lo mantuvo ajeno a Reynosa. El asistir a una que otra brigada social no es de ninguna forma la mejor manera de empaparse pero sobre todo entender la piedra en el zapato que traen los reynosenses, que al padecimiento de la falta de agua potable y eso sí, de fugas de aguas negras hasta arriba y se le agrega un deficiente servicio de limpieza y no se diga de mantenimiento en las calles, así como en los parques y jardines, y eso que ya cuenta Reynosa con un presupuesto superior a los 2,300 millones de pesos anuales. Por eso hoy que rendirá por el Facebook su primer informe de gobierno es obligado que detalle con pelos y señales en dónde se gastaron los mil millones de pesos que afirma haber desarrollado en obras para la ciudad.
Pregúntele usted a cualquiera si sabe de esa colosal inversión y encontrará como respuesta un encogimiento de hombros acompañado de sorpresa en la cara.
Pero bueno, para eso son los informes en donde tendrá oportunidad de demostrar, no con datos chileros sino macizos y a la vez sean concretos, en donde están invertidos esos mil millones de pesos. Se me hace que va a tener que decir: En las obras de restauración del drenaje sanitario por el bulevar Hidalgo se fueron 599 millones de pesos, la otra mitad a lo mejor sale que en metros cuadrados de pavimentación, un recurso bastante chilero y muy sobado por anteriores administraciones municipales, sobre todo en el Makiato.
Sucede que al hablar de miles de metros cuadrados no hay manera de saber cuántas calles pavimentadas significa informen que pavimentaron 500 mil o un millón de metros cuadrados. Toda una ambigüedad a la que recurre la autoridad municipal para encubrir o aparentar que desarrolló muchas obras, nomás que como las obras materiales se pueden ver y medir debiera decir en qué calles, así como el número de cuadras para que deje satisfecha a la ciudadanía con buena información de que en efecto se invirtieron en nuestra querida Reynosa mil millones de pesos.
Mientras tanto estas obras no justifican, aun siendo cierto, que pretenda incrementar en un 10 por ciento el impuesto predial, así como el valor catastral, una cuchillada a la economía de los reynosense en los momentos en que nos dicen que en 2023 la economía va a estar color de hormiga porque vienen situaciones muy difíciles, que como siempre, en perjuicio de las clases medias y no se diga de las populares. Pero si es que le aprueban los diputados este incremento, queremos ver qué tan entrón es con los influyentes. Como dicen en el rancho: Ahí tiene pan que no se acaba, vamos a ver, pero también a orar porque en el Congreso del Estado no aprueben el Maki Atraco por la simple y sencilla razón de que, por un lado, el horno no está para bollos mientras que por el otro no ha justificado que hay eficacia en el gasto público.
Basta ver las condiciones urbanas de la ciudad que no solo es el bulevar Morelos y el Hidalgo, desde el puente de la Paloma hasta la colonia Valle Alto, Reynosa consta de más de 400 colonias que en buena parte de ellas las condiciones de vida son deprimentes, mientras que en otras son deficientes. A todo esto, organismos empresariales como la COPARMEX, CANACO y CANIRAC ya hicieron público su posicionamiento, que, obvio, es contra el Maki Atraco, mientras que la CANACINTRA, a pesar de que a sus asociados también los pasaran a cuchillo aumentándoles el predial y valores catastrales, se mantiene en silencio, lo cual, hay que decirlo, no es ninguna novedad.
Y por hoy, BASTA.
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