PRI: ejército patriota

Durante su intervención en la asamblea nacional de Partido Revolucionario Institucional, el presidente Enrique Peña Nieto puso en alto relieve, con exageración, su percepción de las elecciones federales del 2018.

Desde su punto de vista ese proceso electoral está más allá de ser una jornada en la que los ciudadanos votarán por los candidatos en la elección de presidente.

Peña Nieto planteó un escenario en el que atribuyó a sus compañeros priistas la cualidad de defensores de la patria. Una elección que si bien es sumamente importante, él presentó como “una batalla decisiva para México”

En su discurso, implícitamente identificando a los priistas como garantes del futuro nacional, dijo que “como soldados de la patria, los priistas debemos salvaguardar el proyecto de país. Vamos a una batalla decisiva para México”

En su intervención aseguró que hay “distintos futuros para nuestro país. Uno de progreso que ofrece el PRI y otros de franco retroceso”.

Lo dicho por el presidente en la asamblea de su partido es perfectamente entendible ya que se encontraba ante un público atento y complaciente pero también porque Peña Nieto mantiene una visión sumamente optimista de los resultados de su trabajo. En él parece que no cabe la autocrítica.  

Desde el gobierno son incapaces de ver lo que vive el resto de los mexicanos. La crudeza de  la realidad que enfrenta la mayor parte de la población les es ajena. 

La pregunta es: ¿Qué es lo que el presidente quiere evitar que cambie?

En México hay aproximadamente 64 millones de personas que viven en la pobreza. Históricamente, la población ha sufrido los estragos de la terrible desigualdad que caracteriza la forma en que se  distribuye la riqueza.     

Frente a los indicadores oficiales respecto del crecimiento económico que, aseguran, ha tenido el país durante este sexenio, están los que muestran que los índices de bienestar social de la población son muy bajos.

Por ejemplo, un estudio reciente de Unicef señala que uno de cada tres niños mexicanos viven con una persona que sufre de inseguridad alimentaria.  

Igualmente destaca que entre los 41 países incluidos en la evaluación, el gobierno mexicano es de los que menos ha hecho para poner fin al hambre y lograr la seguridad alimentaria de su población, promover el empleo pleno y productivo y en consecuencia reducir la desigualdad.

Ese es un solo ejemplo de lo mal que están las cosas.

¿De qué proyecto de país habla el presidente? ¿Del México lacerado por la pobreza y la desigualdad? ¿Del dominado por la corrupción y la impunidad? ¿Del país en el que millones de personas viven en medio del terror impuesto por el crimen organizado? ¿De cuál?