Óscar Luebbert Gutiérrez ¿Dormir con el enemigo?

Desde que perdió la elección de presidente sustituto del Comité Directivo Estatal del PRI, el exalcalde Óscar Luebbert Gutiérrez ha mantenido su postura descalificatoria sobre los resultados del proceso. 

Acusa que la injerencia del exgobernador Egidio Torre Cantú, del actual gobernador del estado y lo que define como una “sobre representación de Ciudad Victoria en el Consejo Político” fueron determinantes para la llegada de Sergio Guajardo Maldonado a la dirigencia estatal de su partido.

Hace unos días, en su cuenta de Facebook, volvió a expresar estos señalamientos. Desglosó los resultados de la votación de consejeros políticos. Denunció nuevamente, sin decirlo expresamente, que Guajardo Maldonado es un presidente carente de legitimación por las circunstancias en que fue electo.

En una publicación del 30 de agosto, el exsenador repite sus dichos en contra del presidente del CDE del PRI pero solicita, con un planteamiento que incluye otra descalificación, que se les dé cabida en la integración del Comité Directivo Estatal del partido.

Textualmente escribió: “Ojalá que en la conformación del CDE se nos dé posibilidad de proponer funcionarios de todas las regiones en esa proporción, y no sólo fuera Comité de personas de Ciudad Victoria identificadas con ETC y CV”.

Su solicitud resulta contradictoria dado que ha sido insistente en señalar que el proceso interno estuvo viciado y que el nuevo presidente estatal del PRI estará sujeto al dominio del exgobernador Egidio Torre Cantú y de fuerzas externas a su partido.

No resulta difícil entender que todas sus críticas tienen una intención meramente política. 

Si no fuera así, Luebbert Gutiérrez hubiera acudido inmediatamente a las instancias legales para combatir los resultados de la asamblea del Consejo Político Estatal del tricolor, que tanto ha descalificado a través de los medios de comunicación o en sus redes sociales.

Por ejemplo, cosa que seguramente sabía desde mucho antes de la asamblea, en su última publicación se queja de la “sobre representación de Ciudad Victoria” en el consejo estatal. 

Asegura que dicho órgano partidista tiene 188 consejeros de la capital del estado “cuando deberían ser 56 proporcionalmente, hay una diferencia de 132 consejeros muy identificados con ETC y EHF”.

Su razonamiento es infundado porque el Consejo Político Estatal no incluye representación de regiones o municipios. Los estatutos y específicamente el “Reglamento del Consejo Político Nacional”, tienen disposiciones muy precisas sobre quienes son integrantes de este tipo de órganos en los estados. 

Si lo que asegura el dos veces expresidente municipal de Reynosa es cierto respecto de una irregular conformación del Consejo Político Estatal de Tamaulipas, desde antes de la elección pudo denunciarla ante las instancias internas de su partido y en su caso llevarla ante los tribunales electorales. 

Lo mismo pudo hacer con los resultados que llevaron a Guajardo Maldonado a la dirigencia del partido.   

Hasta ahora no ha dicho si inició acciones para darle forma legal a su inconformidad. Si no lo hizo, entonces todo lo que ha divulgado puede ser sólo una estrategia para forzar a la nueva dirigencia estatal a negociar con él.

Después de todo lo que ha dicho en su contra ¿Qué tanta disposición tendrán sus adversarios dentro del partido para un acercamiento?

Por lo que ha escrito, a pesar de todas las descalificaciones en contra de quienes ahora controlan la dirigencia estatal, se ve que él no tendría empacho en sentarse con ellos a la misma mesa. 

Como dicen los priistas; Puede estarle tirando al techo para ver que le cae.