Columnas - Ernesto Salayandia García

Del inocente cordero, al lobo feroz

  • Por: ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA
  • 19 AGOSTO 2022
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Del inocente cordero, al lobo feroz

  • Adicta al adicto

L a relación se torna por demás tóxica, ella emocionalmente depende de él: si está de buenas es un día maravilloso, si está de malas es un día pésimo, y si está borracho es prácticamente un infierno. Ella vive al son que el toca, lejos de ello, cada vez que se destapa una botella la furia se expresa en todo su esplendor, explota, grita. Por demás neurótica empedernida, muchas veces él bebe para hacerla enojar y lo logra, de esta manera la enfermedad avanza, los daños son irreversibles. En busca de ayuda, ella recibe compasión y comprensión de sus amigas, pero no información precisa de cómo salir del laberinto emocional, salir del pantano de arenas movedizas donde el matrimonio está estancado, lo más fácil, práctico e inmediato es finiquitar la relación tóxica, romper con el matrimonio, que es lo más recomendable; por desgracia, cuando hay hijos de por medio esta herida profunda en el alma habrá de tatuarlos de por vida, y grave error es quedarse ahí por lo hijos.

  • Lo tóxico de lo tóxico

La codependencia hace referencia a una actitud obsesiva y compulsiva hacia el control de otras personas y las relaciones, fruto de la propia inseguridad. La codependencia es un problema emocional caracterizado por una dependencia afectiva obsesiva hacia otra persona y su relación con ésta. Este tipo de relaciones disfuncionales-codependientes son frecuentes en familiares que cuidan de enfermos crónicos, discapacitados, alcohólicos o drogodependientes. La enfermedad emocional crece como la hierba en el rio, sucede que la pareja se acostumbra a los gritos, a las humillaciones, a las agresiones, cuando no hay mentadas de madre, se sienten extraños.- ¿Estará bien, le habrá pasado algo?  Si hay amor, hay solución, sino lo hay, no hay nada, la codpendencia suele confundir el amor con la enfermedad; lo grave de ello es que no hay límites, se pisotean por todo y por nada, se denigran a cada instante, acumulando de energía negativa los rincones de la recámara. Las emociones tóxicas se refugian en el colchón y en toda  la casa, no hay un manual de cómo romper con esta incertidumbre, pero sí existen herramientas y técnicas que la mujer afectada debe aplicar, lo que le resulta difícil, debido a que cree que ella no está enferma, que el enfermo es su esposo; pensando así, jamás encontrara respuesta a sus problemas emociones, reitero, muchas esposas se enferman más que el alcohólico. La persona codependiente es una especie de controlador y manipulador más silencioso, que pasa todo el tiempo pendiente de conseguir lo que piensa que su pareja necesita. En este intento de proteger al otro deja de ser él mismo. Su intención puede parecer altruista, pero en realidad no lo es; muchas veces ella asume el rol de mamá y él hace el papel de hijo, se convierte en el bebé eterno...

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