Columnas > ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA
Del inocente cordero, al lobo feroz
Árbol que nace torcido, jamás se endereza.- ¿O sí?
Hay una serie de causales de divorcio que se siembran desde el noviazgo, por supuesto que no se corrigen, como son, la hipocresía, mentiras, la neurosis, complejos y se usan una y mil mascaras para aparentar ser lo que no se es, en ese proceso, la relación, no es honesta, es permisible en muchos sentidos, se dice si, cuando en verdad se quiere decir no, o al revés, se accede a caprichos, actitudes infantiles y brotes de inmadurez, se permiten, gritos, humillaciones, hostigamientos, agresiones, se agacha la cabeza y no se es uno mismo, la cruda realidad, es que se casan, siendo unos perfectos desconocidos, se mienten mutuamente, hay constantes faltas de respeto y el amor, poco a poco, se va de vacaciones, la rutina se adueña de la vida en pareja, pero todo ello, se complica con Su Majestad El Alcohol se adueña de la vida de él, o de ambos, activando el agresivo bombardeo en contra del matrimonio, hasta al final, La Saliva del Diablo, gana la batalla
Es una enfermedad genética que se trasmite de abuelos a padres, de padres a hijos y los descendientes, nacen un alto grado de predisposición de en las garras del alcoholismo, adicciones y o neurosis, es una enfermedad cruel, perra, maldita enfermedad perversa del alma, es mental, emocional, física, espiritual, está ligada a la personalidad del individuo y a sus conductas toxicas, predomina, le negación, el enfermo, no acepta que tiene un serio problema en su manera de beber, la soberbia por delante, el alcohólico es un ser egocéntrico radical, no se quiere y por ende, no puede querer a nadie, la enfermedad, es progresiva, incurable y mortal, ahora, no hay alcohólicos puros, muchos de ellos, son adictos a otras sustancias que por supuesto consumen a escondidas, como son, cristal, fentanillo, marihuana, inhalantes, fármacos y otras peligrosas drogas, el alcohol, en sí, es una droga, la que mayor número de muertos causa en el mundo