Columnas > EL MURO S.A.
Ahora los amarres
La dirigencia nacional de Morena, hizo lo que debió hacer hace tiempo, soltar su gallo y no solo eso; le amarró las navajas y lo aventó al ruedo, con la decisión firme de hacer ver ante propios y extraños, que Américo Villarreal Anaya, es su candidato único a la gubernatura del Estado y el de la coalición integrada por el PT y el PVEM.
A través del enviado del CEN nacional, con ello, se descalificó a otros que, con afanes perversos aún hacen ruido con la pretensión de descalificar las encuestas y el método que utiliza Morena para la elección.
Con esta proclamación pública, dejaron fría a la ex alcaldesa de Reynosa Maki Ortiz, quien en sus sueños guajiros, pese a los reveses que sufrió su apelación en tribunales, pretendía entrar por la equidad de género, aunque a decir de mucho, pesó su pasado oscuro como funcionaria en el sexenio de Felipe Calderón.
Pero el mensaje es más claro y contundente contra el alter ego y esbirro del senador, Ricardo Monreal, Alejandro Rojas Durán, considerado por los morenistas como un arribista en la entidad donde apela al derecho de sangre, ha sido siempre defeño.
Con la misma marihuanada con la que un día, Porfirio Muñoz Ledo quiso ser gobernador de Guanajuato, el Payaso Rojas Durán, se ha autoproclamado como el candidato legítimo, en una estrategia fallida y chantajista, similar a la que puso en práctica AMLO, cuando aseguró que le habían robado la presidencia , entre Calderón y la mafia del poder.
Pero a diferencia del Peje, quien perdió por un reducido margen, acá Rojas Durán ni pintó en las encuestas, lo que constata que es más malquerido, como una suegra metiche y tóxica.
Con el espaldarazo del CEN de Morena, Américo Villarreal ahora debe estar trabajando en curar heridas de aquellos que perdieron la candidatura.
La operación cicatriz, seguramente se acelerará con apoyo del CEN y una vez que quede desarticulada la injerencia Monrealista, donde Ricardo está empecinado en ser candidato presidencial, al costo que sea.
Para ello, Villarreal Anaya, está haciendo los amarres para armar un Comité de Campaña amplio y plural, donde incluirá a Morenistas de ayer y los que han llegado para sumarlos a su proyecto.
Pero lo más importante será armar una narrativa de su candidatura con un discurso con propuestas, contundente sobre las fallas del gobierno blanquiazul, pero sobre todo, con un mensaje que exhiba las debilidades de sus adversarios.
Porque una vez suelto "el gallo", no solo debe saber intimidar al cantar, si no también hacer sentir que trae bien puestas y amarradas las navajas.