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Reorganizan a Bienestar
Si no hay cambios de última hora, en la terna para elegir al nuevo delegado federal de Bienestar, aparecerá Luis Lauro Reyes Rodríguez, ex alcalde del municipio de Güémez.
El ex alcalde, fue el primero en levantarle la mano al precandidato Américo Villarreal, cuando hizo encuentros con militantes el entonces senador, en un momento en que permeó en la entidad la incertidumbre sobre quién sería el candidato.
Ahora, con la salida de Rodolfo González Valderrama, a partir del primero de marzo, Luis Lauro Reyes se perfila entre tres aspirantes para asumir este cargo como delegado de Bienestar Federal.
La idea es incorporar un equipo de operadores políticos y donde haya representatividad con aliados de diferentes corrientes al interior Morena.
Luis Lauro Reyes, es un personaje de Morena que hizo lo posible para mantener el municipio para la 4T, independientemente de que su esposa estaba buscando la candidatura por Movimiento Ciudadano.
El tema es que, cuando quiso reelegirse como alcalde, uno de los morenistas que más lo bloqueó fue el actual diputado federal Erasmo González Robledo, quien propuso a un candidato que no logró hacer la tarea.
Ahora que ha dado la vuelta la historia, en caso de que se confirme a Luis Lauro Reyes, debe considerar no cometer los mismos errores que hizo como Alcalde, pero sobre todo, no actuar como lo hicieron contra él.
Particularmente porque hoy, está en juego, no solo responder a un proceso de organización de los programas sociales que son la base política del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ahora se va a jugar una elección muy competida en Tamaulipas y si algo requiere el Gobierno Federal, es tener funcionarios eficientes, leales, con visión, con oficio político y mantener la sensibilidad para respaldar a los ciudadanos que requieren de la ayuda social.
González Valderrama, regresará como director de RTC, después de haber despertado muchas ilusiones entre sus seguidores de que tendría la candidatura a gobernador y al no obtenerla, en lugar de llamar a la unidad, se cruzó de brazos y mantuvo el golpeteo contra Américo Villarreal, algo que no perdieron de vista desde Palacio Nacional.
Si bien la caída de Rodolfo ha generado una serie de comentarios encontrados por lo que se vive en Tamaulipas y particularmente después del proceso interno de Morena, lo cierto es que Palacio Nacional lo quiere cerca.
Es cierto que fue destituido de este cargo, pero no como una acción para afectar al monrealismo, más bien para poner en los puestos claves a los más cercanos colaboradores de Américo en Tamaulipas.
Rodolfo no se pudo desligar de esa alianza que hizo con el gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca y eso es lo que más ha pesado para sacarlo de Tamaulipas.
La misma Cuarta T, mantiene esa idea vigente y Rodolfo no pudo hacer nada para desterrar la idea de que hubo una alianza en la que el mismo Ricardo Monreal, puedo avalar.
Al final, el delegado federal de Bienestar se quedó callado, se cruzó de brazos, hizo un frío reconocimiento a la candidatura de Américo, cuando debió salir con un carácter de alianza, de defensa, de unidad y de oposición como lo ordenan desde Palacio Nacional, pero no fue así.
El cambio se da a poco más de un mes de que se inicien los registros de los candidatos para la elección de Gobernador, un tiempo justo para que el nuevo delegado, retome el trabajo administrativo del Gobierno Federal en Tamaulipas.