Editoriales

Un largo viaje a la libertad

  • Por: FORTINO CISNEROS CALZADA
  • 04 MAYO 2018
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Un largo viaje a la libertad

La prensa en México vive uno de sus momentos más dramáticos, con la espada de Damocles siempre pendiente sobre su cabeza; lo que le ha permitido mostrar, en cada espacio informativo, las más notables virtudes y los peores defectos. De los tiempos aciagos del control absoluto vía el dominio oficial del papel, el "no pago para que me peguen", hasta los días que corren, en que una doble pinza la agobia, hay largo trecho.

Un largo trecho que han recorrido airosos los medios insuflados de los más preclaros valores individuales y sociales, cuya tarea esencial es servir a la comunidad poniendo en letras el reflejo del sentimiento comunitario, tanto de regocijo y gratitud, como de rechazo y repudio. En el largo camino han quedado los débiles, los comprometidos, los facciosos que tenían una naturaleza distinta al oficio. Pero, con el tiempo, la situación ha cambiado. Hay nuevas técnicas informativas y nuevas acechanzas sobre los medios.

Ayer, criticar a un gobernante era peligroso; ahora, se le puede criticar, pues nada va a cambiar, excepto cuando se tocan temas altamente sensibles en el entramado de la espesa corrupción que ahoga al país. Antes, decir pillo a un funcionario era ponerlo en serio apuro, con posibilidad de ser llamado a cuentas; hoy es carta de recomendación. La máxima de que el que no tranza no avanza, ha cambiado el alcance de la denuncia.

Pero, por el otro lado, México es ya considerado como el segundo país más peligroso para el ejercicio de la libertad de prensa, con once periodistas ultimados durante el año pasado. Al respecto, el director para AL de Reporteros Sin Frontera, Emmanuel Colombié, dijo: "Si los periodistas cubren temas relacionados con la corrupción de las autoridades, sobre todo a nivel local, o que tienen que ver con el crimen organizado padecen intimidaciones, agresiones o pueden incluso ser asesinados a sangre fría".

Esto ha hecho que algunos medios que han sufrido los embates de la falta de garantías para el ejercicio de la libertad de prensa hayan decidido cerrar sus puertas, o acudir a la autocensura, como Vanguardia de Coahuila, que decidió dejar de publicar notas del crimen organizado. Y con Vanguardia, El Mañana de Nuevo Laredo, acosado por las autoridades locales, Diario de Ciudad Juárez, Siglo de Torreón y muchos medios más. 

Desde la antigüedad llega a estos días el concepto de ´matar al mensajero´, que viene a significar el sacrificio de quien da las malas noticias en lugar de arremeter en contra de quienes las producen o provocan. La costumbre sigue; pero, con callar las voces de denuncia no se lograrán resolver los males que se han cernido sobre el Anáhuac, como si la caja de Pandora hubiera sido destapada en castigo a los hombres que piensan.

Por si fuera poco, han aparecido los medios que han sido cogidos por los intereses del capitalismo salvaje y se han convertido el productores de las ya reconocidas ´fake news´ con las cuales se siembra la confusión en la población a través de información tendenciosa que, inclusive, es producida por plumas que hasta hace poco eran veraces. Tan peligrosos como el amago permanente a la prensa libre son los medios facciosos.

El cuadro se completa con la difusión de mensajes falsos, sectarios y de odio a través de las redes sociales. La importancia de esta nueva forma de difundir noticias falsas es tal que Carlos Merlo, ejecutivo de Victory Lab, empresa de mercadotecnia que ha creado plataformas para esparcir noticias ficticias o viralizar temas, reconoció que en el proceso electoral en curso, la manipulación informativa tendrá nueva dimensión: "Sí, va a ser decisivo lo que van a hacer en redes las campañas, en todos los niveles".

Por ello, en este largo camino, la Libertad de Prensa tiene que ser defendida a fin de que los ciudadanos tengan una información certera, independiente y profesional; que el público tenga acceso a noticias honestas y veraces, y pueda tomar decisiones firmes y consientes. Sólo así se puede lograr la plena libertad en democracia.


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