"Si no pueden..."

Apenas resulta creíble que el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, haya dicho que: "México registra niveles de violencia inadmisible, por lo que es necesaria la coordinación de las instituciones con las que cuenta el Estado mexicano". ¿Qué no es ese su trabajo? ¿Qué no se destinó una suma estratosférica para cumplir los objetivos  del Programa Presupuestario U006 del Programa Nacional de Prevención del Delito?

Lo dijo el funcionario durante la reunión con medios informativos luego de encabezar la ceremonia de clausura del Seminario Nacional de Seguridad Pública y la Toma de Protesta del Consejo Directivo Nacional de Municipios de México, después añadió que "el tema de la seguridad en el país, va mucho más allá que un tema de campaña o un tema que se pueda usar en un proceso electoral, es un tema serio, muy delicado". Es el horror.

México ya se ha convertido en un referente universal de la barbarie, superado con muchos otros países que se encuentran en guerra formal. Para redondear su falta de sentido de la realidad, dijo que: "cuando en países civilizados o de mayor nivel de desarrollo que el nuestro alguien toma la decisión de tomar un vehículo y arrasar y arrollar a un conjunto de personas; o un niño con un arma y se pone a dispararle a sus demás compañeros de clases. Es un fenómeno que se está viendo en nuestra época y lo que tenemos que hacer es dar resultados".

Eso es lo que debe hacer, esa su tarea.

Las tragedias que conmueven de tarde en tarea al planeta, con ser lamentables y de terribles consecuencias, no pueden compararse el número de víctimas que todos los días se vienen suscitando, afectando la vida, el patrimonio y la tranquilidad de la gente. Menos pueden tomarse como justificante para que crezca y se diversifique la delincuencia ante la pasividad del Estado. Habría que recordar al funcionario cuando el mundo se debatía en guerras mundiales atroces y el país crecía con paz y desarrollo. 

Lo que ocurre actualmente en México ya lo vivieron otros países hermanos; pero, a diferencia de aquí, allá se ha hecho justicia. Apenas el mes pasado la presidenta de la organización Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, dijo que el Papa Francisco está muy preocupado por la insólita violencia que se vive en México y de la cual el clero no está exento. "Él dijo que está muy preocupado porque lo que está pasando en México es insólito". Sí, sí lo es y es necesario que se ponga remedio efectivo; pero, ya.

Argentina también vivió el impacto de la delincuencia y de la irresponsabilidad de las autoridades; pero, la gente se unió y ha logrado, como las Abuelas de la Plaza de Mayo, que se encuentren muchos desaparecidos y vayan a las mazmorras los responsables.

De Carlotto se entrevistó que el papa Francisco para informarle que fueron asesinados dos sacerdotes en México, durante un ataque armado en el estado de Guerrero. Ella llegó a Italia para ser investida con el doctorado Honoris Causa por la Universidad de Milán, junto con su compatriota Vera Vigevani Jarach y la mexicana Yolanda Morán, coordinadora de la agrupación Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en México.

Muy lejos está el secretario de Gobernación, quien antes estuvo en la Secretaria del Trabajo y Previsión Social, de tener la gracia del gran Piporro, cuando pedía a su contrincante: "Qué se agache; si no, cuándo le pego yo", palabras que tienen un sentido similar al denunciar lo que todo mundo sabe y pedir que haya acciones concretas para pacificar al país y restablecer el estado de Derecho que hace falta para vivir en paz.

No puede desperdiciarse otra de las respuestas a dio a sus entrevistadores: "Yo creo que no ha fracasado la política de seguridad. Yo creo que tuvo un inicio adecuado; la estrategia, los datos lo demuestran con toda claridad, y se tienen que hacer ajustes serios sobre temas que no se han terminado de resolver". ¡Ah!