Editoriales

Seguridad Interior, éxito o fracaso

  • Por: DIANA LUZ GUTIÉRREZ
  • 18 DICIEMBRE 2017
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Seguridad Interior, éxito o fracaso

La polémica Ley de Seguridad Interior fue aprobada por el Congreso de la Unión, a pesar de las críticas y recomendaciones que organizaciones civiles, Derechos Humanos y altos comisionados de las Naciones Unidas hicieran al gobierno de México, ésta fue analizada y aprobada en ambas cámaras.

Quizás usted también se pregunta ¿En qué me afecta la Ley de Seguridad Interior? Les platico; en esta ley se define la actuación de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública en México, especificando las circunstancias en las cuales los militares deben intervenir.

Son tres los puntos cruciales de la Ley de Seguridad Interior que podemos analizar con más premura:

Primero: La temporalidad de la intervención de las Fuerzas Armadas en los estados y municipios tendrá una eventualidad de un año, sin embargo este tiempo puede prorrogarse por decisión del Presidente de la República si él considera que la amenaza a la seguridad interior prevalece en algún territorio del país.

Segundo punto: El uso legítimo de la fuerza en tareas de seguridad pública, mediante tácticas, armamentos o protocolos que permitan controlar o neutralizar actos de resistencia.

Tercero: No serán consideradas como amenaza las movilizaciones de protesta social, o aquellas que tengan un motivo político o electoral, siempre y cuando se realicen de manera pacífica y de acuerdo a los lineamientos establecidos en la Constitución.

La ley no deja en claro cuáles serán los controles que se utilizarán para resguardar los derechos humanos de la sociedad, sólo habla del respeto de los mismos; pues las Fuerzas Federales podrán intervenir en protestas sociales –si en su criterio, éstas no son realizadas de manera pacífica están facultadas para restablecer el orden como lo consideren conveniente.

Como todo problema que tiene dos versiones, encontramos quien defiende la existencia de la nueva ley: el ejército y la Marina; pues por fin sienten la protección de un marco normativo que protege las tareas que han tenido que realizar en casi 12 años, que no tienen nada que ver con las especificadas en su creación.

La ley ha sido criticada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, organismos civiles, activistas y por supuesto periodistas.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos asegura que se encargarán de erogar tan arbitraria Ley de Seguridad Interior; pero, si somos sinceros y nos damos a la tarea de analizar la función de esta institución, podemos sacar en conclusión que también han propiciado injusticia para los mexicanos.

Para muestra basta recordar el incidente ocurrido con la francesa secuestradora Florence Cassez quien después de haber sido detenida con las "manos en la masa", que varios testigos la reconocieron como su agresora y describieron sus amenazas de muerte, no fue juzgada por la justicia mexicana porque los Derechos Humanos de esta malvada delincuente fueron violados... ¿usted cree que una mujer como ella los merece?

Y qué les decimos a todas la familias que han perdido sus integrantes a causa de la violencia, quienes ni siquiera han tenido un cuerpo que llorar, no claman a gritos mayor protección y seguridad en el país... qué voces debemos escuchar.

Solo el tiempo nos dirá si esta ley que puede ser mejorada, sí traerá beneficio o retraso para nuestro muy sentido México.

Cambiando radicalmente de tema les comparto una historia con mucho cariño...  Hace algunos años trabajando en una campaña de Seguridad Pública en Nuevo Laredo me encuentro con Eliseo Castillo y al saludarlo me presenta a Enrique –mi esposo, en ese tiempo quién me iba a decir que el destino reforzaría la amistad y nos permitiera compartir muchas batallas, apoyando cada quien desde su trinchera al amigo y al esposo...

Quince años después, nuevamente el destino interviene permitiéndome ser testigo de boda de mi compadre Eliseo y su esposa Angélica, amigos desde Nuevo Laredo hasta Ciudad Madero con mucho gusto acompañamos a los novios y les deseamos que la vida les permita construir su propia historia de amor, en palabras de mi ahijado: "un matrimonio hasta la eternidad".


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