Editoriales

Arrancan las campañas

  • Por: ABEL OSEGUERA KERNION
  • 18 DICIEMBRE 2017
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Arrancan las campañas

Si bien en términos legales, las campañas comienzan el próximo año en marzo, las tres principales candidaturas ya están definidas. Sólo faltan los independientes, que si bien nada de oportunidad tienen de ganar, si pueden llegar a acarrear votos en favor de cualquiera de los tres principales candidatos.

Apunte bien lo que hoy le digo amigo lector; si la campaña es de tres en la recta final, Andrés Manuel López Obrador estaría ganando la Presidencia de la República con amplio margen, pero si la campaña es de dos, entonces las cosas podrían complicarse un poco más para el tabasqueño. Ahora le explico: si en la lucha por el segundo lugar sale victorioso José Antonio Meade, AMLO tiene aún buena oportunidad de ganar, pero si en segundo se cuela Ricardo Anaya, entonces las cosas se le complican, pues ya está visto que los gobernadores del PRI suelen, ya lo hicieron en el 2006, obedecer órdenes y jalar su estructura en favor del PAN, para evitar el triunfo de la única y verdadera oposición en México.

Ahora bien, será por demás indispensable que las estrategias de campaña de cada uno de los aspirantes vayan encaminadas a mantener su base y apropiarse del voto golondrino e indeciso. Para eso Meade deberá hacer un esfuerzo gigantesco, es más, casi imposible de lograr, para quitarse el lastre que significa ser abanderado del PRI. Sobre todo tras este desastroso sexenio que tiene a un 75% de la población en contra. Pero no sólo eso, sino también cargar con los muertos de Calderón, los gasolinazos, fraudes maestros, amistades incómodas y otro sin número de cadáveres de clóset.

En el caso de Ricardo Anaya su estrategia está definida. Él apostará por generar una campaña que lo posicione como una verdadera oposición al régimen. Cosa difícil, después de haber apoyado las reformas y ser copartícipe de muchas acciones corruptas con la presente administración y que seguramente saldrán a la luz en plena campaña.

Aun así el eje de su campaña será meter a la cárcel a Carlos Salinas y al mismo Presidente Enrique Peña Nieto. Esta estrategia es algo curiosa, porque visto desde la perspectiva de la actual administración y los beneficiados de la misma, no creen que Anaya lleve a cabo tales acciones, solo recuerden al ´´Bronco´´ con Medina. Pero por otro lado, AMLO que ha prometido amor y paz, y que no habrá cacería de brujas, tampoco le creen. De él sí esperan represalias.

Ahora bien; para AMLO mantener la ventaja o incluso aventajar aún más dependerá de no cometer errores graves. Esto parecería sencillo, pero no lo es, porque está visto que hasta sus aciertos son llevados a las pantallas noticiosas y titulares como locuras descabelladas.

Es natural, los medios de comunicación están en manos de intereses beneficiados por el régimen de corrupción actual. De tal manera que AMLO deberá navegar con bastante cuidado, aunque su naturaleza sea espectacular, y eso le puede acarrear problemas.

Sólo basta ver lo que ha hecho en las últimas semanas. Su iniciativa de pacificar al país explorando todas las posibilidades, incluyendo la amnistía, el nombramiento de su gabinete y la coalición con el PES, son verdaderos chapuzones en la piscina política. Sacudieron y agitaron las aguas, llevando a defensores y opositores a salir con protestas y respaldos.

Sigue siendo AMLO quien marca la pauta de los encabezados, sigue siendo el parteaguas que mueve la política nacional, sigue siendo a quien aman con idolatría o a quien más odian.  Lo cierto esas tres acciones nos dicen muchas cosas, sobre todo que este AMLO es diferente al del 2006 y del 2012. En aquella ocasión privilegió la doctrina izquierdista y por ella sacrificó votos, hoy parece que privilegia el pragmatismo y esto en apariencia beneficioso podría costarle una pérdida de identidad política.

Su gabinete conformado por notables de las ideas pero carentes de experiencia le hace caminar por la cuerda floja, porque será inevitable que sean puestos a prueba por los contrincantes políticos, pero por otro lado será difícil que les encuentren algún desliz o corruptela. Aunque amigo lector, esta temprana jugada de presentar el gabinete será crucial para que los otros aspirantes sean obligados a hacer los mismo, y en este tenor sólo puedo compadecerme de Meade, quien estaría cometiendo suicidio político si lo hace y Ricardo Anaya correría el riesgo de perder más panistas tras la entrega bondadosa de posiciones electorales al PRD y MC.

Para marzo sabremos si es de dos o de tres, sabremos si Meade superó a Anaya o será un nuevo Madrazo, para marzo veremos si Anaya pudo aminorar el daño de su imposición y sabremos si el Peje sigue como pez enjabonado o efectivamente se hizo lagarto.

Contacto: abeloseguerakernion

@gmail.com


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