Editoriales

Otra burla

  • Por: ABEL OSEGUERA KERNION
  • 30 OCTUBRE 2017
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Otra burla

Una pinta más al tigre; diría mi abuelo, por lo que está ocurriendo con el titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), Santiago Nieto. Su destitución se dio bajo el pretexto que violentó los derechos humanos del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, al revelar ante un periodista del diario Reforma hechos de la investigación que se llevaba a cabo. 

¿De verdad cree el Presidente Enrique Peña Nieto que nos chupamos el dedo? ¿De verdad cree que puede salir con otra vacilada como la de la casa blanca? ¿No se dan cuenta que de entrada sabemos que el PRI solo gana comprando el voto, coludiendo autoridades electorales y negociando prebendas? 

El nivel de cinismo ya alcanza un grado de descaro impresionante. El juego sucio y el enorme movimiento político que gira alrededor de la elección del 2018 obliga a esa oligarquía, ahora a punto de quiebre, por esa pésima economía que les está llevando a sus propios negocios a la quiebra, a tapar con más basura su propio basurero. 

Porque con todo ese alboroto del voto secreto no se trata de solo de dar secrecía a los senadores priistas, quienes ya de entrada sabemos votarán por la destitución de Nieto, sino lo que se busca es que los votos de los disidentes panistas se oculten y no queden en evidencia su asociación casi delictiva con el PRI de Peña Nieto. 

Este caso como muchos otros deja en claro varios puntos; Primero: La ola de sobornos de Odebrecht que ha desencadenado arrestos por todo el continente americano solo ha encontrado un solo paraíso de impunidad: México. La razón es obvia, sobornos al más alto nivel, entiéndase desde la campaña. Segundo: El caso de financiamiento de esta empresa a la campaña del actual Presidente solo es la punta del tempano, porque parecen también querer enterrar todos los demás sobornos poselectorales. Tercero: Cerrar el paso y enturbiar la investigación implica cometer actos viciados de legalidad que permita una lluvia de amparos en favor de los funcionarios de la presente administración en caso de que sea necesario. Cuarto: y más importante razonamiento, si los priistas temen que se restituya al fiscal y tome represalias contra ellos, estarán aceptando por adelantado que en la próxima elección presidencial piensan ejercer con todo vigor y fuerza una andanada de ilegalidades que los expondría a ser consignados a un juez.

De verdad da asco, da repugnancia la forma y el fondo de todo este asunto. Da coraje, impotencia, y vergüenza como el gobierno federal y sus asociados privilegian un estado de discrecionalidad como si el país fuese de su propiedad. La riqueza y el saqueo no solo del PRI, sino también del PAN tiene hoy en día hundido al país en una guerra delincuencial que cobra todos los días víctimas inocentes. Una guerra alimentada por la pobreza, una guerra que si tuviese bandera política sería una guerra civil u otra revolución. 

La avaricia y la irresponsabilidad de los funcionarios del gobierno federal y otros estatales y locales han llevado al país a un punto de no retorno. Todo esto, además de las presiones sobre el TLCAN y el cierre migratorio de la frontera norte es la fórmula perfecta para desatar la ira de un pueblo que ya está hasta la madre de sus estupideces. Ya está cansado de que le den espejitos  a cambio de sus riquezas naturales. El pueblo ya no les cree, ya no cree en sus medios, ya no cree en sus discursos, ya no cree en la impartición de justicia, ya no cree en la independencia parlamentaria. El pueblo no se tragó la explicación de ´´La Gaviota´´, tampoco la inocencia de Loyola, como tampoco la verdad histórica de los 43 desaparecidos  de Ayotzinapa. 

Entiendan; el pueblo ya no les cree y por lo tanto ni siquiera les tiene fe. Si el titular se queda, es malo, si se va es peor. Porque estamos tan acostumbrados a sus cobardes mentiras y engaños que hasta de las cosas buenas dudamos. Si es que las hay. Porque "lo bueno contará, pero lo tapan miles de actos de corrupción manados desde Los Pinos". 

Contacto: abeloseguerakernion

@gmail.com


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