Editoriales

Los sueños guajiros

  • Por: FORTINO CISNEROS CALZADA
  • 08 MAYO 2018
  • COMPARTIR
Los sueños guajiros

A penas en 2010, se aseguraba que el costo de generar electricidad a partir del sol y el viento era considerablemente mayor que hacerlo utilizando los combustibles fósiles. Hoy, esa brecha se ha cerrado y existe la plena convicción de que se trata de apenas el comienzo. El uso generalizado de las energías renovables aún resulta novedoso, lo que implica que, a pesar de que no hay importantes descubrimientos tecnológicos nuevos, la reducción de costos será cada día más marcada y será el fin de petróleo y el carbón.

En las elecciones del 2016 en los Estados Unidos fue evidente que el asunto energético resultó toral. De esta manera, la reconversión industrial para substituir los combustibles fósiles por energías renovables, se convirtió de un asunto tecnológico en un tema político. Importantes medios informativos altamente confiables, han señalado que la industria minera del carbón dio cerca del 97 por ciento de sus contribuciones a los candidatos del Partido Republicano, con lo que obtuvo sus simpatías y protección.

Los resultados no se han hecho esperan y el presidente Donald Trump se pronunció por el retorno a los combustibles fósiles y contra de las medidas de control ambiental. Tras la firma de una orden ejecutiva que revivirá la industria del cambón, expresó que: "la "guerra al carbón ha terminado, habrá cancelación de las regulaciones del gobierno federal que están matando empleos y una nueva revolución energética, centrada en fomentar la producción nacional y reducir la dependencia del extranjero".

Ayer, el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, en un inexplicable arranque de lirismo, hizo las cuentas del gran capitán y dijo que México recibiría una colosal fortuna en inversión extranjera para la explotación de pozos profundos en los mares de la plataforma continental mexicana. Muy lejos está este funcionario de tener el gran carisma de don José López Portillo; pero, también llamó a administrar la abundancia.

Chico se le hacía el mar para echarse un buche, cuando afirmó, con absoluta seriedad, como si dijera una verdad contundente y de gran peso: "Esta licitación por sí sola, podría atraer el 58% del total de las inversiones estimadas a la fecha, en contratos para la exploración y extracción de hidrocarburos. En caso de éxito geológico en todas las áreas contractuales, el monto de inversiones podría alcanzar los 93 mil millones de dólares. Se estima que en conjunto las 19 áreas, podrían llegar a generar en los primeros 15 años cerca de 230 mil empleos directos e indirectos. En materia de producción, cada una de estas áreas podría producir en promedio cerca de 74 mil barriles de crudo al día, hacia el año 2033". ¡Ah!, nada de eso será pronto; sino después.

Después, cuando ya muchos de los aplaudidores y asistentes a la fiesta de la simulación hayan desaparecido de este mundo y cuando el petróleo sea sólo parte de la historia negra del planeta y de cómo la política insistió en apostar por una mayor afectación de los ecosistemas y del único hábitat que tiene el ser humano, satisfaciendo el voraz apetito de los magnates de aquí y de allá, que acumulan riqueza sin ningún sentido.

A la velocidad que se vienen desarrollando los sistemas de generación de electricidad por medio del sol y del viento, el uso del petróleo resultará obsoleto e incosteable. No hace mucho, el experto David Roberts, de Vox, dijo: "Los molinos de viento tienen más de mil años de existencia y se han utilizado para generar electricidad desde finales del siglo XIX. Sin embargo, se requiere hacer turbinas verdaderamente eficientes. Y eso están aprendiendo las empresas a través de una serie de mejoras progresivas: mejores diseños, mejores materiales, mejores ubicaciones (en las costas). Así que, en los próximos años, veremos turbinas de 260 metros que superarán a los combustibles fósiles en el tema de los costos".

Esa es la realidad, no los sueños guajiros remitidos al 2033.



Continúa leyendo otros autores

DEJA TU COMENTARIO