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El México pujante

Es posible que las nuevas generaciones no sepan ni puedan comprender el papel de México durante la mayor parte siglo XX en los escenarios mundiales, ese era el principal de los propósitos de la reforma educativa que dio al traste con con la tradición formativa de los niños y los jóvenes venida desde la Colonia, mejorada por el primer presidente de la República, don Guadalupe Victoria, reforzada durante la época juarista y llevada al máximo nivel con la Constitución del 17. México fue un ejemplo mundial.

Todo parece indicar que lo volverá a ser. Se han dado incontables lecturas a los resultados del proceso comicial del 6 de junio; pero, la más importante, la más consistente es que, nuevamente, como pasó a principios de la centuria pasada, el pueblo de México venció en buena lid a las fuerzas conjuradas del capitalismo salvaje, esas que ofrecieron once veces la presidencia al traidor Santana, las que sufragaron la invasión norteamericana, las que trajeron un príncipe de ultramar para que reinara en el país bajo el título de emperador; en fin, las que suspiran por la monarquía, la rancia aristocracia y la sangre azul. 

El México pujante

Los mexicanos no sólo triunfaron en las elecciones, sino que avanzaron en provincia, como indican los cánones de la estrategia política: ir de la periferia al centro, consolidando posiciones. Todo ello a través de políticas públicas afincadas en las más profundas raíces del ser mexicano, esencialmente, la gallarda actitud de la palabra. Un mexicano bien nacido no necesita firmar nada, con su palabra basta para que los compromisos se cumplan en tiempo y forma, buscando siempre el beneficio mayor para las gentes. 

Se logró por medio del combate frontal a la corrupción que tanto parásito con ínfulas principescas engendró. Combate que se refuerza con el cambio de titular en la Secretaría de la Función Pública, un cargo que provoca mucho desgaste y requiere de una voluntad acerada. Se logró sin atender los cantos de sirena que invitan al gobierno a endeudarse, tentándolo con ofertas súper millonarias, que no tienen más propósito que generar deuda y, con ello, acogotar más a México y a los mexicanos, como a los gauchos.

Como los neoliberales no tienen amigos, sino intereses, muy pronto abandonaron a sus corifeos y a sus plañideras, para dejarlos chiflando en la loma. Han decidido guardar sus mañas y entrar el juego limpio en espera de alguna oportunidad para hacerse de mulas a la mala. Ayer se anunció que México entra al Top 10 de los países con mayor inversión extranjera. Así, la Conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNCTAD) reveló que México escaló cinco peldaños se ubicó en la 9a. posición global.

En la lista de los 10 países con mayor recepción de IED se encuentra en primer lugar Estados Unidos con 156 mil millones de dólares, seguido por China con 149 mil; Hong Kong con 119 mil; Singapur con 91 mil; India con 64 mil; Luxemburgo con 62 mil; Alemania con 36 mil; Irlanda con 33 mil; México 29 mil y Suecia con 26 mil. Con los 29 mil millones de dólares que México generó en 2020, logró tener una mejor posición respecto a 2019, cuando tuvo el lugar número 14, subiendo cinco sitios.

Por si eso fuera poco, habría que señalar que México fue el tercer lugar del mundo en recibir más turistas en el 2020 de acuerdo con las estimaciones de la Organización Mundial de Turismo (OMT).

Con los resultados de la OMT hasta el tercer trimestre del año pasado, México pasaría del séptimo al tercer lugar en recepción de turistas del mundo. Quedaría apenas superado por Italia y Francia en el número de viajeros y pasaría del puesto 16 al 14 en captación de divisas. Adelantó que esto sería un caso similar al ocurrido en 2017 cuando se avanzó en el ranking mundial por problemas en Turquía.

Para cerrar con broche de oro las buenas noticias, habría que señalar que la Calificadora Fitch, anunció que: "El mercado recibió con entusiasmo la nueva composición en el Congreso tras las elecciones". En la actualización de sus perspectivas económicas mundiales, donde mejoran su expectativa del PIB para México de 5% que tenían en marzo a 5.3%, proyectaron que la política monetaria se mantendrá sin cambios este año, aún con el relevo del gobernador del Banco de México.

Todo parece indicar que, siguiendo su propio camino, al erradicar la corrupción, evitar endeudamiento irresponsable y con un especial cuidado en el manejo de la macroeconomía; pero sin descuidar la salud de la economía popular, la de leche y pan, México está abriendo caminos nuevos a nivel planetario.