Editoriales

Destape espectacular

  • Por: ABEL OSEGUERA KERNION
  • 04 DICIEMBRE 2017
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Destape espectacular

El destape del virtual candidato a la Presidencia de México por el Partido Revolucionario Institucional parece haber salido de la chistera clásica de las agencias de publicidad que venden jabones y otros productos de uso cotidiano. Con esmero intentaron dar forma política a la imposición José Antonio Meade por parte de Luis Videgaray dentro del PRI. Un destape, dado por el mismo Videgaray que portaba una aroma a madruguete.

Al día siguiente el mismo Presidente en un evento de seguridad en La Paz, Baja California Sur, decía a la prensa que estaban norteados, sin embargo esta misma semana con una cara que fingía complacencia el Presidente aceptaba la renuncia de José Antonio Meada a la Secretaría de Hacienda para nombrar en ese mismo puesto al concuño de Salinas y exdirector de Pemex, José Antonio González Anaya.

Créame amigo lector, esta sustitución no se debe a ponerle fácil al Presidente llamar por el mismo nombre a su secretario de Hacienda, sino más bien tiene un fondo aún más dramático y perverso. Esto huele, apesta, hiede a una negociación entre Salinas de Gortari y Luis Videgaray, rezagando al mismo Presidente, quien demuestra con esta designación que nunca mandó dentro del gobierno y que fue Videgaray realmente el poder tras la silla presidencial.

Presurosos al más puro estilo del gobierno salinista, salieron líderes empresariales, sindicales y de la estructura priista a dar un espaldarazo al virtual candidato. Televisa tuvo la premisa de entrevistar a Meade en el único noticiero que apenas sobrevive; el de Loret de Mola.

Meade fiel a su estilo tecnocrático, aburrió, que digo aburrió, adormiló. No fue espectacular como esperan muchos, de fondo aportó nada y las preguntas que debieron ser obligadamente fuertes tras el fracaso económico de esta administración pasaron a ser simples quejas de voz de los entrevistadores.

Lo cierto es que muchos creen que Meade es un hombre culto y preparado, bueno, es que si tomamos como referencia al mismo Presidente, por supuesto que sobresale, yo creo éste si ha leído más de tres libros. Pero Meade es un personaje que ha vivido de la política desde su abuelo, cosa que el mismo PRI usa para criticar a AMLO y que les puede estallar en la cara. Pero eso no es el problema de Meade, de hecho el enemigo de Meade a vencer no es ni siquiera AMLO, el verdadero enemigo de Meade son el fracaso económico de dos administraciones de distintos partidos, el fracaso en seguridad pública, el fracaso en crecimiento económico, el desempleo, el crecimiento de la pobreza, la inflación, los bajos salarios, pero sobre todo su desapego al sentimiento del pueblo, de la gente que cada día le alcanza para menos.

A Meade lo impulsan Salinas y Videgaray, además de ese minúsculo grupo de hombres de negocios que son los únicos beneficiados en los últimos 30 años. Pensar que Meade es la solución es una lógica retorcida. La gente debe entender que no puedes imponer al frente del gobierno a alguien que es parte del problema. Es ilógico curar el cáncer administrando medicamentos cancerígenos. Meade ha sido un actor importante en el desfalco de decenas de gobernadores que hoy están en la cárcel o prófugos.

Meade no es parte del pueblo, nunca lo ha sido, más bien es un junior de la política, su alejamiento de la pobreza le hace insensible a las quejas del pueblo. Su preparación académica ha demostrado en los hechos que lejos de servir ha causado un daño irreparable al país. Pensar que Meade es la solución es una inocentada; es como creer que el león cuidará bien de la gacela por su fiereza.

Sólo basta recordar como dicen algunos motivadores profesionales: "No esperes cambios si sigues cometiendo los mismos errores".

Contacto: abeloseguerakernion

@gmail.com


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