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Como agua de mayo

Los recientes acontecimientos ocurridos en Centro y Sudamérica, obligan a reflexionar acerca del sentido que tiene la democracia y cuál es su futuro en la región que tiende a convertirse, nuevamente, en el campo de batalla de las potencias que buscan la hegemonía universal para engordar sus propios intereses. Al caso viene como agua de mayo la última entrevista que concedió a El Mañana, ese notable político, ahora jubilado, que fue Manuel Garza González, conocido como el Meme.

Si la entrevista, ocurrida a principios del mes de enero del 2010, en pleno amanecer, hubiera sido hoy, el tema sería la destitución por parte del Congreso de El Salvador de los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y el fiscal general y la escandalera que armaron voces de la comunidad internacional que hasta la semana pasada habían declarado su simpatía, y hasta su admiración por el mandatario salvadoreño, Nayib Bukele, al que ahora arrojan encendidas críticas.

Como agua de mayo

En aquel entonces dijo Meme: "Gobernar es la más alta responsabilidad a que se puede aspirar; para ello, hay que prepararse en muchos terrenos, en muchos campos, en muchas disciplinas y la primera es la disciplina de las disciplinas: Entender que no se manda uno solo, que uno es sólo es el receptáculo de las corrientes, demandas e intereses que representan a nuestra sociedad y que se debe de intentar resolverlos con acciones de gobierno que sean justas y legales, lo cual es complicadísimo, porque muchas veces la legalidad no es justicia y otras la justicia, en sí, pudiera no ser legal". 

Ya para entonces, entre sorbo y sorbo de café, don Manuel había agarrado carrera: "La hazaña de Fox fue tirar siete puntos de producto interno bruto, de tal manera que Calderón lo recibió en cero y ahora vamos en menos un medio, y quien lo paga es el pueblo, esa palabra que ha quedado tan olvidada, porque ahora, con el neoliberalismo rampante, a la gente se le llama sociedad civil, y hablan de la sociedad civil como la mandante, usurpando al pueblo, que es una forma de organización social más alta, más maciza, más completa, que la sociedad civil". 

"Los sociólogos lo saben explicar muy bien. El mal uso de las palabras es lo que acaba distorsionando los hechos. Nos empezaron a hablar de cosas que no corresponden a la realidad nacional y nos han confundido. La Constitución habla de soberanía popular y de mandato del pueblo. El apotegma de la democracia es que se gobierna por el pueblo, con el pueblo y para el pueblo; es decir, el principio y fin del propósito del gobierno es atender las necesidades populares y respetar la soberanía popular".

La luz verde del alba destacaba la figura, ya para entonces muy pasada de peso, de el Meme; su rostro ancho y rubicundo esbozaba una sonrisa entre ingeniosa y pícara. Hay que señalar que el exalcalde de Reynosa era un hombre de una gran capacidad política, en el sentido de la política como el arte de la conciliación, quizá por ello fue llamado por el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional para ser su delegado en distintos lugares del país en donde había problemas.

Agregó que: "Antes, se buscaba impedir que el poder político cayera en manos del poder económico; ahora, yo lo dije algunas veces, el poder político ha caído en manos de los medios masivos de comunicación, especialmente la televisión. Los hombres del gobierno llegan a los cargos como resultado de unas encuestas, que son fotografías instantáneas de las percepciones populares, y ni eso, porque las encuestas discriminan la opinión popular plena y sólo manejan la opinión de un sector".

Agregó poco antes de ser llamado para el desayuno: "Hay una falta de comunicación de los hombres del gobierno con la voluntad popular, máxime cuando los partidos cayeron en el juego de buscar candidatos ganadores de elecciones porque así lo señalaban las encuestas y, sin más apuntalamiento que la percepción de un hombre que llegara a ser muy conocido, independientemente de por qué o qué se le conociera, y se llenaron las cámaras de representantes populares que no representan al pueblo".

Ya en la mesa, frente al machacado con huevo, afirmó categórico: "Entonces, son los intereses del capitalismo los que empezaron a ser representados. En un momento pensé que nos gobernaban los medios; pero, los medios representan al capital y el gran capital es el que gobierna. Y el gran capital ni siquiera es nacional; entonces, estamos en un grave problema porque nos gobiernan intereses extranjeros, de la manera más finita, más sutil. Se nos metieron por la puerta de atrás y ahí están". 

Ahí están, provocando y alentando a las fuerzas más oscuras del subcontinente, apoyadas en instituciones que traicionan a sus pueblos por las mismas 30 monedas de siempre.