Editoriales > FRANCISCO CUÉLLAR CARDONA
Atiza la Consulta el enojo contra el pasado
Cuando Andrés Manuel López Obrador ganó con una votación histórica la Presidencia de la República en el 2018, se dio gracias al enojo de todo un país cansado, hastiado y asqueado por los gobiernos del pasado. Primero los priiistas, que durante 80 años hundieron en la peor de las crisis a la población, y luego los panistas que apenas con 12 años en el poder, no solo superaron a los priistas, sino que arrastraron a la nación a un mundo de violencia que hasta la fecha sigue dejando muertos y desaparecidos.
Tal vez fue la forma como el entonces candidato López Obrador y su Movimiento de Regeneración Nacional vendieron mediáticamente la esperanza de un cambio verdadero a la población, pero el fondo de todo, fue el malestar de todo un país contra lo que hicieron los ex presidentes de la República que a pesar de sus errores y corruptelas, seguían y siguen paseando su impunidad a lo largo y ancho del país.
Por eso es la Consulta Pública de agosto, para enjuiciar el pasado y sus presidentes; por eso el Presidente López Obrador busca que haya un castigo para quienes hicieron daño a este país; será una catarsis contenida por años, y que AMLO quieren hacerla explotar a punta de votos.
Finalmente así se juega a la política en México, donde se le da de comer a los leones para que el respetable aplauda.
Andrés Manuel López Obrador, es un animal político que conoce desde las entrañas al sistema político, y sabe que si logra meter a prisión a uno de los ex, su popularidad se mantendrá vigente y su bandera contra la corrupción seguirá ondeando y ganando adeptos entre los mexicanos.
Que si es legal o no la Consulta; que si es costosa y contradice la austeridad de la 4T; que si hay pruebas para enjuiciar a los expresidentes, que las presente ante la FGR, eso sale sobrando, el objetivo es seguir capitalizando el enojo popular y que el nivel de aprobación se mantenga.
La Consulta Popular de agosto es una arma política que tiene el aval del Instituto Nacional Electoral y que le dará elementos al Presidente para seguir adelante con su Cuarta Transformación.
AMLO está a la mitad de su gobierno y su bono democrático del 2018 sigue vigente. Las criticas de sus opositores lo tienen sin cuidado. Los detractores de la Consulta Popular, le auguran un fracaso, pero los votos que obtenga, serán suficiente para los efectos políticos y mediáticos que necesita. De acuerdo a las estimaciones que se han hecho, con el voto de los 20 millones de beneficiarios de los programas sociales del Presidente, le alcanza para poner tras las rejas a un pez gordo presidencial y llegar a la revocación de mandato en marzo del 2022, con la fuerza necesaria, y empezar a tejer la sucesión del 2024.
La Consulta de AMLO, llega en medio de la polémica, pero al Presidente lo único que le interesa es mantener vivo el enojo popular y que le siga dando votos y popularidad.