Tenga cuidado Gobernador

Luego de que los gobernadores Javier Corral Jurado de Chihuahua y Enrique Alfaro Ramírez de Jalisco comentaron que les había ido bien en la reunión que sostuvieron con el presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional, se creyó que se emprendía una etapa de reconciliación y de entendimiento para dejar atrás las diferencias que crisparon el ambiente político en el país.

Desafortunadamente, ayer mismo "el gozo de fue al pozo", como dice el viejo refrán popular, ya que el gobernador Silvano Aureoles Conejo de Michoacán no fue recibido por López Obrador con el pretexto de que no era el momento, ni el lugar para presentar las presuntas pruebas de que la delincuencia organizada en aquella entidad federativa había influido en el triunfo electoral del candidato de Morena y actual gobernador electo Alfredo Ramírez Bedolla.

Aureoles Conejo llegó muy temprano a Palacio Nacional para poder entrevistarse con López Obrador antes de la conferencia mañanera de ayer, sin embargo, se quedó esperando afuera por más de 4 horas porque ningún funcionario de la presidencia de la república salió a atenderlo, ni siquiera por cortesía o por la investidura que representa como gobernador de Michoacán.

Si bien es cierto que la visita del mandatario michoacano no estaba programada, resulta todo un agravio que el político tabasqueño le mandara a decir a través de los medios de comunicación que sí traía pruebas de sus acusaciones se fuera a presentar una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR).

Incluso, López Obrador le mandó a decir que si se habían cometido ilícitos en la elección del pasado domingo 6 de junio en Michoacán, que fuera al Instituto Nacional Electoral (INE) o al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) porque él no tenía nada que ver, que no estaba dentro de sus facultades como presidente de la república.

Y uno se pregunta: ¿dónde quedó el interés por defender la democracia como ciudadano?, que tantas veces anunció el Jefe del Poder Ejecutivo Federal durante las mañaneras luego de recibir críticas por su intromisión en el proceso electoral, incluso amonestaciones por parte del INE y el TEPJF.

Por su parte, el gobernador Aureoles Conejo reveló que traía pruebas de sus acusaciones acerca de que la delincuencia organizada intervino para que Ramírez Bedolla ganara la gubernatura estatal, además fotografías de dos sus antecesores, es decir Leonel Godoy Rangel y Jesús Reyna García, con el líder del grupo criminal "Los Caballeros Templarios", Servando Gómez Martínez, mejor conocido como La Tuta, que fue capturado en febrero del 2015.

El mandatario michoacano insistió en entregar las pruebas de sus acusaciones a López Obrador, ya que contiene información fidedigna de personas que se han atrevido a denunciar las complicidades de dirigentes de Morena con líderes del crimen organizado en aquella entidad federativa.

Y ni siquiera así, el presidente López Obrador recibió al gobernador Aureoles Conejo para profundizar las investigaciones en torno a la supuesta intromisión del crimen organizado en las elecciones del pasado 6 de junio en Michoacán.

La rivalidad política que hay entre el tabasqueño y el michoacano pudo más que el compromiso presidencial de cumplir y hacer cumplir la ley, sobre todo cuando se trata de una acusación tan seria de que el gobernador electo Ramírez Bedolla obtuvo el cargo con la ayuda del narcotráfico.

Es por eso, que el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca debe tener cuidado ahora que se entreviste con López Obrador en Palacio Nacional, debido a que corre el peligro de recibir un trato fuera del protocolo por la rivalidad política que hay entre ambos.

Por otra parte, pero sin dejar el tema de López Obrador, resulta que no tuvo más remedio que reconocer el desabasto que hay de medicinas para las niñas y los niños con cáncer, pero como siempre aseguró que pronto, muy pronto se solucionará la escasez de fármacos oncológicos porque ya vienen en camino.

Y como siempre, trató de desviar la atención echándole la culpa a las administraciones pasadas con el pretexto de que sólo había tres distribuidores de medicamentos oncológicos y sus ventas ascendían a 70 mil millones de pesos, pero eran medicinas de baja calidad y sumamente caros.

Sin embargo, ahora no hay medicamentos para atender a las niñas y niños con cáncer, incluso algunos menores han perdido la vida porque dejaron de tener sus tratamientos en clínicas y hospitales del Sector Salud, según denuncias de sus padres que hoy bloquearán los accesos del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) en protesta por el desabasto de los fármacos oncológicos.

El grave desbasto fue denunciado ayer por la senadora Kenia López Rabadán del PAN, durante su participación en el taller virtual "La Recuperación de la Pandemia de Covid-19 a través de una perspectiva de los Derechos Humanos, organizado por la Organización de Naciones Unidas (ONU).

 Por último, en la sesión de ayer en el Congreso Local se acordó otorgar una pensión vitalicia a la diputada Guillermina Medina Reyes de Morena, luego de sufrir en noviembre del año pasado un ataque apoplejía que la mantiene en estado crítico de salud, además por el intenso trabajo legislativo que desarrollo con la presentación de 21 iniciativas, 8 de las cuales fueron con su grupo parlamentario.

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