Columnas > ENFOQUE

Revocación, un fracaso

Se venía venir y se vino, me refiero al repunte del Covid, lo mismo por nuestra querida Reynosa que por casi la totalidad de las principales ciudades de Tamaulipas altiva y heroica, una pandemia, como le llaman ahora las autoridades sanitarias que agarró vuelo entre los eventos públicos lo mismo políticos que de todo tipo como la mini feria que hubo en nuestra ciudad que por tener un espacio reducido provocó amontonamientos con el consecuente contagiamiento del todavía temible Coronavirus, y lo más recriminable fue que a las autoridades no les importó lo que pudiera pasar.

Es más, la creencia generalizada es que el semáforo epidemiológico lo cambiaron al color verde con motivo de las ferias que hubo en las principales ciudades y las campañas políticas. De veras, no tienen perdón por lo que hicieron, pero el daño ya está hecho y de entrada creció exponencialmente el número de contagios. Afortunadamente la mayor parte de los pacientes contaban con vacuna doble, y algunos hasta con una tercera dosis de refuerzo, lo que fortaleció el organismo y permite afrontar esta enfermedad, pero aun así no debieron levantar las medidas sanitarias. Ahora empezó la Semana Santa en que a como están las cosas no van a cambiar el color del semáforo para permitir las oleadas humanas que acostumbran irse preponderantemente a las playas, los más, a las de Tamaulipas como la Miramar de Ciudad Madero, la de La Pesca, en Soto La Marina y la Bagdad o Lauro Villar, en Matamoros.

Revocación, un fracaso

Los menos se irán a Cancún, Vallarta, Los Cabos, o a la isla del Padre, esta última, que fuera de su hotelería no tiene ningún atractivo natural, aun así, es un sitio turístico muy asediado mayoritariamente por gentes de Monterrey y Saltillo.

De Reynosa, la mayoría de los que van a la isla ya tienen rato de radicar en Mission o McAllen, circunstancia que les evitará las largas esperas en los puentes internacionales, pero lo que son regios y saltillenses, la van a sufrir, pero por lo visto eso no les molesta, ya saben el calvario por el que caminarán para cruzar al otro lado del río Bravo.

Por lo pronto, la central de autobuses hasta ayer se veía desértica. Se supone que a partir del miércoles comenzará el éxodo de los miles de veracruzanos que radican por nuestra querida Reynosa como también se espera se ponga lo que se dice hasta el copete los balnearios de la localidad que están, unos por el libramiento sur, otros, por la carretera Ribereña y sobre todo el muy tradicional conocido como La Playita o Bocatoma que será la autoridad local le haya dado una remozada a ese lugar que generalmente termina hecho un chiquero.

En estas condiciones quedó el parque cultural a consecuencia de la mini feria. De veras que fue hasta criminal la forma en que trataron ese centro de esparcimiento cultural, una obra que se convirtió en icónica de nuestra querida Reynosa, pero tal parece que las autoridades traían como tarea dejar inservible el mencionado parque tan así darle calor al centro de convenciones.

También es muy reprobable el abandono en que se encuentra el Centro Tierra, en un espacio del parque cultural. De plano ya está cerrado y con diez candados, como dice la canción, no obstante que fue de mucho apoyo pedagógico para los estudiantes de primaria.

Ojalá y el próximo gobernador retome la tarea de rehabilitar tanto el centro tierra como el parque cultural. Fueron obras que costaron muchos millones de pesos y además largamente esperadas. No se vale la destrucción de que están siendo objeto ambos lugares. Y en las mismas pésimas condiciones se encuentra las Ciudad de los Niños, allá por el centro de Justicia Penal, en la colonia Puerta del Sol, un lugar que fue de esparcimiento para los niños del rumbo pero que en El Makiato lo desatendieron y hoy se encuentra prácticamente destruido.

No soy partidario de la revocación del mandato pero cuando veo este tipo de acciones de inmediato me sumaría cuando algún diputado local tome la iniciativa de que en Tamaulipas se legisle para crear ese proceso con  lo cual la ciudadanía dispondría de un arma para deshacerse de todos aquellos, lo mismo gobernadores que presidentes municipales que le han fallado al pueblo y cínicamente porque hasta eso ni pena les da que lo mismo les da que los critiquen o que denuncien abusos atropellos y riquezas mal habidas.

Ahí sí que estoy a favor de la revocación de mandato, y no soy voz aislada, he escuchado lo mismo por doquier. Ahí tienen a la mano los diputados locales la oportunidad de servirle al pueblo en lugar de andarse aporreando, unos por quedar bien con el gobernador y otros con el afán de que no concluya su sexenio. La revocación del mandato sería la solución para todas esas viejas rencillas pues ya no se tratará de dejar en manos de los diputados la decisión, sería el pueblo a través de las urnas, pero como se ve que Zacatlán de las Manzanas, lo mismo en Tamaulipas altiva y heroica que en el resto de los Estados.

Se ve que no quieren crear el proceso revocatorio porque ahí si acudiría la gente a votar. Bien saben que el ciudadano en su mayoría con quien tiene problemas es con la autoridad cercana que viene siendo el alcalde. Al gobernador pocas veces lo tratan y al presidente de México, solo lo ven por la televisión, pero por lo que son los presidentes municipales a esos el ciudadano los padece y a diario. Entonces, me parece que ahí tienen los diputados del partido que sea, la oportunidad de darle al pueblo un arma con la que pueden eliminar a un mal alcalde o a un mal gobernador.

Y que no salgan con que sería muy peligroso dejar en manos de los intereses, lo mismo políticos que empresariales el poder azuzar a la ciudadanía cuando les incomoda un gobernador o un alcalde. El pueblo nunca ha sido tonto y cuando está molesto lo manifiesta como lo hemos visto cuando hacen bloqueos por el libramiento sur o por las carreteras a Rio Bravo o Reynosa, incluso frente a la misma presidencia municipal. Hacen tales acciones porque ya explotaron de tener problemas urbanos y no los atienden, ahora que, si los diputados no quieren tomar de mutuo propio la decisión de crear la revocación de mandato, lo mismo en el gobernador que los alcaldes, pues que los sometan a consulta pública y verán la de peticiones afirmativas que recibirán. 

Por lo pronto ayer ese proceso, en mi personal enfoque, fue un sonoro fracaso, principalmente porque se le tergiversó. No niego la benevolencia de ese proceso, pero debió ser para el próximo presidente de México no para que el actual buscara adornarse mostrando que el pueblo está con él. Eso no lo necesita, para eso tiene gente que a diario está midiendo como está el ambiente social y no hay discusión de que tiene una aprobación de en promedio sobre un 60 por ciento, de ahí lo innecesario del proceso de revocación de mandato en el caso de AMLO.

Pero ya está considerado constitucionalmente, ahora que lo vayan puliendo para la siguiente ocasión.

Y por hoy, BASTA.

gilberto.banda@elmanana.com

gilberto.banda@hotmail.com