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Un alcalde en apuros
En campaña fue un romántico. Viajó en la nave de las expectativas. Vendió esperanzas, ofertó ilusiones y pactó promesas... Seis meses han pasado y lejos de mejorar la situación su Gobierno, se ha visto envuelto en permanente escándalo.
Quienes no lo han conocido lo defienden. Quienes lo conocen prefieren guardar silencio, porque saben que es difícil defender lo indefendible y más difícil tratar de hacer entender a alguien que se ha mareado en el ladrillo en que se encuentra, embriagado de poder.
Casi a todos con los que pactó que recompensaría su apoyo en campaña los ha traicionado, sin el más mínimo rubor ni la más pequeña muestra de vergüenza.
Ha hecho un pozo para tapar otro, al grado de que ha terminado por hacer una zanja enorme que ha generado "incomodidad" a su propio partido al grado que han optado por guardar silencio porque no saben cómo defenderlo, pero sí saben que tratar de hacerlo es prácticamente imposible.
Su equipo no le ayuda. Tal parece que no tiene asesores y, si los tiene, sólo hay de dos sopas: lo asesoran mal o simplemente no les hace caso porque los considera unos "enanos".
Quienes debieran cuidar su imagen, lo único que han conseguido es abollarla, al meterlo en una burbuja que lo aleja de la realidad y para ocultar su ineficiencia han usado la vieja práctica de comprarle aplausos.
Han pasado seis meses y el problema de la recolección de basura sigue siendo un problema que no ha podido resolver. El deficiente servicio de agua potable es un problema que se agudiza, generando una irritación social sin precedente.
Prometió un pronto cambio que nadie ve y que tampoco se entiende cuando en su grupo compacto hay personajes que formaron parte de la "mafia del poder" local, que contribuyeron a que la Ciudad se despedazara. Prometió recursos federales que nunca llegaron...
Gente de su mismo equipo contribuye a que las arcas de la Dependencia del agua pública estén "flacas". Tiene ex presidiarios por fraude, en cargos importantes donde se maneja mucha lana y los moches están a la orden del día...
Su agenda es una incógnita, porque nadie lleva una narrativa homogénea, pues tal parece que todos hacen lo que quieren, sin un orden ni mucho menos un destino o una brújula que oriente.
Compró un pleito con el Sindicato, compró un pleito con el Gobierno del Estado y nadie entiende qué "rentabilidad" había para la población en ello.
Una Dependencia estatal le ha "desnudado" sus finanzas, cuyas compras tienen un origen dudoso que ha aclarado. Otra Dependencia lo ha desmentido y desde otra más se duda de su palabra al ventilar que sus "tropiezos" los ha intentado tapar con "balas".
El Alcalde está en apuros, realmente está en apuros porque podrá mentirles a unos cuántos y su "grupo compacto" está obligado a hacer como que le cree... Pero...
La situación es delicada. Si no se ha dado cuenta es tiempo de que lo haga o le digan que lo haga; porque podrá mentirles a 350 mil habitantes o a 3.5 millones de tamaulipecos... Pero...
Los hechos y los resultados lo consideran sinónimo de la mentira, sinónimo de la traición y, aun invocando el nombre de Dios, no debe hacerlo en vano...
Es como esos pastores que demandan al creyente desapegarse de los bienes materiales y el dinero, pero les exigen el diezmo de forma puntual...
Está como aquél, que demanda al pueblo conformarse con un par de zapatos cuando uno de sus hijos vive en una mansión en Houston u otro de sus hijos usa varios zapatos de marca, que el más barato sale en más de 20 mil pesos...
El no robar, no mentir y no traicionar es una frase romántica que sólo se usa en los discursos de campaña, pero que causa asco al practicarlo en el desarrollo de su Gobierno... ¿Qué quién hablamos...? Saque conclusiones... Pendientes...
GRACIAS... Nos leemos hasta mañana...
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