Intimidad vs Intimidad
La vida adulta, al igual que todas las otras etapas de la vida, es una etapa difícil. Intimidad, necesaria para toda madurez, es un proceso difícil y exigente.
La intimidad es sacar de nuestros roles diarios y dejar que las personas que nos importan nos vean no como quisiéramos ser, fuertes y generosos, valientes y confiados, sino tal como somos, débiles y necesitados, asustados y vulnerables. Tales revelaciones a un ser querido se hacen con veracidad y honestidad; tales revelaciones del alma deben recibirse con seria sensibilidad, santidad, reverencia y respeto. Las almas son de aprecio; ¡Nada más servirá!
Ser sacerdote o religioso, estar en el ministerio desde 1978, es un privilegio de servicio a los demás. Requiere un gran riesgo, una calidad de vida que obliga al mundo a tomar nota, a "ver cómo cristianos nos amamos unos a otros".
Pero los sanadores heridos somos los que hemos sido llamados a dar testimonio de manera especial del mensaje y la misión de Cristo.
La intimidad con otro ser humano lleva al cristiano a una relación más cercana y emocionalmente más rica con el Señor. Una nueva visión de la Iglesia como Cuerpo Místico surge cuando somos personas afirmadas que vivir afirmando a los demás porque estamos íntimamente en la presencia de Jesús el Cristo. Aquellos de nosotros que luchamos por vivir una vida de intimidad son alentados por la oración de Pablo por la iglesia "Cristo viva en vuestros corazones por la fe, y luego plantados en amor y edificados sobre el amor, tendréis, con todos los santos, la fuerza para comprender la anchura y la longitud, la altura y profundidad del amor de Cristo, hasta que conociendo este amor, que sobrepasa todo conocimiento, seáis llenos de la plenitud de Dios" (Efesios 3:17-19).
La intimidad no asusta a las personas afirmadas que a menudo intentan escapar de su abrazo retirándose a la adicción al trabajo. Tales personas están tan ocupadas "haciendo" que otras personas se convierten en objetos.
Tales personas trabajan tan duro por el apostolado en el nombre del Buen Pastor que si él entrara en la habitación estarían demasiado ocupados haciendo "obras sagradas" como para siquiera verlo o reconocerlo. adictos al trabajo, apostólicos o bien, buscan afirmación donde no la encuentran y, como resultado, su deseo de intimidad se vuelve inútil y desesperante.
Cuando miramos la vida de los santos, vemos a muchos hombres y mujeres que crecieron en la intimidad con el Señor por la intimidad que tenían con otras personas. "En otras palabras", escribe Josef Pieper en About Love, el mejor libro disponible sobre afirmación, "lo que necesitamos más allá de la mera existencia es ser amados por otra persona. Que es un hecho asombroso cuando lo consideramos de cerca: ¡el hecho de la creación necesita continuación y perfección por el poder creativo del amor humano!"
Hay quienes insisten en que los célibes deben tener intimidad con todas las personas pero con ninguna en particular. ¡Es imposible ser así! Nadie puede tener intimidad en general sin experimentar primero la intimidad de la amistad con una persona en particular.
El celibato es el resultado del amor, no una condición previa del amor. El auténtico celibato exige que se ame humanamente a cada persona humana. Esta es mi definición de intimidad; Capacidad de tener relaciones que puedan exigir compromiso y sacrificio. Es diferente de las intimidades que defino como sexo recreativo.
Vive un día a la vez! ... ignite the moment!...Y recuerda que Dios te ama y yo también.
Msgr. Juan Nicolau, Ph. D. STL. Sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville. Es psicoterapeuta familiar y consejero profesional con licencias.
Msgr. Juan Nicolau, Ph. D. STL. Sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville. Es psicoterapeuta familiar y consejero profesional con licencias.
