Reacción en la (in) seguridad

El viernes 28 de enero, se dio la primera alerta sobre la presencia de grupos delictivos en la capital de Tamaulipas, al menos de forma oficial y en esta etapa del proceso electoral para la elección de Gobernador.

Después, comenzaron una serie de eventos, persecuciones y ejecuciones de hombres armados e incluso de atentados que, al siete de febrero, suman al menos siete personas muertas.

Setenta y dos horas después de ese 28 de enero, el Secretario General de Gobierno Gerardo Peña, reconoció que hay intentos de grupos delictivos por querer entrar a Ciudad Victoria, pero hay una contención por parte de la Policía Estatal, presumió.

Las operaciones de seguridad se dan, en un momento en que el periodo de precampañas está en la recta final y muy a tiempo para frenar los hechos delictivos que vayan a implicar, la presencia de la inseguridad en el proceso electoral.

Tanto el Ejército como la Guardia Nacional, patrullan la ciudad y también se ven en las ciudades de la frontera de Tamaulipas, pero no predominan.

Previo a una elección de gobernador, y se vio recientemente en las 15 elecciones en el 2021, los eventos delictivos se acentuaron, las presiones, extorsiones e incluso atentados contra aspirantes, candidatos y militantes, se conocieron en varias partes del país.

A parte de la elección de gobernador, se renovaron Congresos Locales, Diputados Federales, Alcaldes y todo ese proceso de septiembre 2020 a junio del 2021, dejó 1066 actos de violencia contra políticos (102 fueron asesinados).

La Consultora Etellekt, estima que para este año, los riesgos más visibles de violencia en el proceso electoral son Tamaulipas y Quintana Roo, donde los grupos delictivos buscan construir un Estado de violencia.

Hay otras zonas como Oaxaca, donde los cacicazgos, son quienes dominan y hacen presión a los partidos y a los mis candidatos.

Pero lo que pone en estado de alerta, es el control de la seguridad y es algo que hoy, por encima de la crisis económica o los problemas de salud, (que no dejan de ser prioridad) están preocupando a los ciudadanos en primer plano.

Con inseguridad no hay nada, se atacan negocios (con extorsiones, secuestros de empresarios, pago de piso y ataques armados en comercios), se acotan horarios para diversión en muchos lugares, se presiona a muchos sectores como profesionistas de la medicina.

Hay asaltos y robos, como actualmente ya se registran en Ciudad Victoria y donde por cierto el Alcalde Eduardo Gattás, ha considerado que "está tranquilo" , aunque todos los días se están registrando hechos violentos.

Si el Estado, mantiene ese control de la seguridad y sigue frenando a grupos delictivos, y admite con declaraciones autocríticas lo que está pasando, pero no al estilo Eduardo Gattás, será una aportación muy sólida para mantener la estabilidad en materia de seguridad.

Eso lo ve el ciudadano y no importa de qué partido sea, incluso, le puede dar al Estado, la posibilidad de que el electorado le de un voto de confianza, porque la capacidad de control en materia de seguridad da tranquilidad a las familias.

Lo que pasa en entidades como Zacatecas donde un gobernador se pelea con todos, incluso con sus hermanos, y un gobierno federal que nada más no se nota la mano del ejército contra la delincuencia, deja al partido en el gobierno muy mal parado.

Morena debe ser autocrítica, exigir, y ver en este tema que, si bien electoralmente la marca está arriba, también es verdad que se puede caer en el momento en que las acciones contra grupos delictivos no se noten y no solo en Tamaulipas, en todos los estados donde habrá elección de Gobernador este año así como en el resto del país.

Tamaulipas, vivió una etapa en que perdió el asombro después de conocer hechos violentos, pero no se aspiran a tenerlos nuevamente y menos, cuando hubo una generación que ha vivido el encierro y aislamiento por la inseguridad y ahora por el Covid19.

Hoy se requiere que los gobiernos sean efectivos en el blindaje de seguridad, lo demuestren y reaccionen de forma inmediata y quien lo sepa comunicar, le va sacar una gran tajada para trasladarlo al tema electoral que, no significa que vaya ganar el partido de sus candidatos, pero sí va influir.