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Por siempre Turkiye
Nos despedimos de Capadocia, con mucha gratitud por su belleza y su magia; pero sobre todo porque ahí he festejado el mejor cumpleaños de mi vida, un recuerdo que me acompañará por siempre
Nos despedimos de Capadocia, con mucha gratitud por su belleza y su magia; pero sobre todo porque ahí he festejado el mejor cumpleaños de mi vida, un recuerdo que me acompañará por siempre.
De regreso en Estambul caminamos por la calle peatonal Bagimsizlik que estaba solo a 3 cuadras del hotel, llena de tiendas, música y restaurantes; por esa calle pasa el tranvía también muy característico de la ciudad. Llegamos hasta la Torre de Gálata; una torre medieval de piedra situada al norte del Cuerno de Oro. Es uno de los lugares más llamativos de la ciudad, y domina el horizonte de Gálata. La torre tiene una altura de 66.9 m y consta de nueve plantas. Cuando se construyó en 1348 se convirtió en la estructura más alta de la ciudad y era parte de la expansión de la colonia genovesa de Constantinopla.
De regreso al hotel por la misma calle peatonal el hambre se apoderó de mí, ya no quise esperar para ir a cenar a otro restaurante y cenamos los tradicionales gyros turcos. En Estambul los preparan con una especie de tortilla de harina muy delgadita y enorme, pueden ser de borrego o pollo, con papas fritas; es un súper taco, que por supuesto no me pude terminar.
Al día siguiente Meltem pasó por nosotros y nos llevó a conocer la mezquita más grande de Turkiye, fue edificada recientemente en la parte asiática de la ciudad por iniciativa de su presidente Erdogan, la impresionante construcción está completamente alfombrada, climatizada y cuenta con un moderno y majestuoso candil en el centro. Para entrar a conocerla, como indica el islam; debemos quitarnos los zapatos y las mujeres cubrirnos la cabeza y brazos con burka y chador que ahí mismo nos proporcionan.
Fuimos a conocer el antiguo barrio griego que tiene lugares muy pintorescos y edificios maravillosos que han sido restaurados, y otros tantos que están en proceso por no encontrar a los dueños.
En este barrio se encuentra la iglesia ortodoxa de Constantinopla, con unos retablos maravillosos; esta iglesia es la sede propia del patriarca y comprende la parte europea de Estambul. Al comenzar la guerra de independencia griega, el sultán Mahmud II responsabilizó al patriarca Gregorio V —en su calidad de líder nacional de los griegos— de ser el culpable de no suprimir la sublevación de los griegos, sin embargo este líder estaba excediendo los límites de la confianza y apoyaba actos de insurrección al imperio; por lo cual fue ejecutado y hoy es considerado un mártir.
No podía faltar la visita al bazar de las especies, la variedad de colores, texturas y olores te invita a querer comprar todos los condimentos que utilizan para poder cocinar algo similar en casa. A lado de este bazar se encuentra un restaurante de toque casual muy turco que me encanta "Hamdi"; probamos carne de cordero, mejillones rellenos de arroz, sus deliciosos mezes, unos dolmades muy ricos (los taquitos de hoja de parra) y aceitunas; disfrutando la vista del Bósforo. Aún faltaba lo mejor; el postre: elegimos comer baclavá y mi pastel turco favorito "kunefe"; que es una especia de pay hecho de pasta de filo, relleno de queso feta suave y cubierto de la misma pasta en cortes como fideo, bañado en la misma miel de rosas que lleva el baclavá, el postre se come caliente; les sugiero que cuando tengan oportunidad lo prueben.
Salimos del restaurante y justo al lado está una tienda que se llama "cashemere", como indica su nombre tiene pashminas, suéteres y prendas elaboradas principalmente de este material; no puede resistir comprar una pashmina tan linda que no la podía dejar ahí.
Aprovechamos el resto del dia para caminar por el centro de la Ciudad, yo quería presentar mis respetos a la mezquita Azul y Topkapi, la mezquita nueva y por supuesto "Santa Sofía",
El viaje por Turkiye llegaba a su fin, siempre las despedidas son tristes, más aún cuando hay vivencias maravillosas... Me despedí de Meltem con mis ojos nublados por las lágrimas, agradecida por su ayuda en este viaje, pero sobre todo por su cariño; confió en que algún dia volveremos porque hoy tenemos la certeza que del otro lado del mundo ambas tenemos una familia.
Al día siguiente Grecia nos esperaba...