Vendían secretos nucleares
Un ingeniero naval nuclear y su esposa, implicados en presunto complot para vender secretos sobre naves de guerra nucleares estadounidenses
Charleston, Virginia Occidental
Un ingeniero naval nuclear y su esposa se declararon culpables el martes en el caso de un presunto complot para vender secretos sobre naves de guerra nucleares estadounidenses, un mes después de que se rechazaron acuerdos previos que requerían condenas específicas.
Jonathan y Diana Toebbe, de Annapolis, Maryland, se declararon culpables en una corte federal en Martinsburg, Virginia Occidental, de asociación ilícita para comunicar datos confidenciales.
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La jueza federal, Gina Groh rechazó la semana pasada las declaraciones iniciales de culpabilidad, señalando que las opciones de sentencia eran “notablemente deficientes”, dada la gravedad del caso. La pareja retiró sus declaraciones iniciales y Groh determinó que el juicio se realizará en enero.
El acuerdo anterior aceptado por los abogados de Jonathan Toebbe requerían una condena de 12 a 17 años de prisión. Los fiscales dijeron el martes que la condena sería una de las más significativas de los tiempos modernos bajo la Ley de Energía Atómica de 1954. Solicitaron tres años para Diana Toebbe.
Bajo el acuerdo presentado el martes ante el magistrado Robert Trumble, la pareja enfrentaría una pena máxima de cadena perpetua y una multa de 100.000 dólares, aunque los fiscales piden para Diana Toebbe la condena menor permitida.
Si la corte no acepta este acuerdo, los acusados tendrán nuevamente el derecho de retirar sus declaraciones de culpabilidad.
CARGOS A LA MAESTRA
Los fiscales acusan a Jonathan Toebbe, de 43 años, de utilizar su acceso a información secreta para vender detalles de diseño y características del desempeño de submarinos de clase ‘Virginia’ a alguien que él creía era representante de un gobierno extranjero, pero en realidad era agente encubierto del FBI.
- Diana Toebbe, de 46 años, maestra de una escuela privada en Maryland, cuando arrestaron a la pareja en octubre fue acusada de actuar como vigía en varios “buzones” donde se dejaba la información secreta grabada en tarjetas de memoria.