Musk le permite todo a Trump: Festín de desinformación en X
La conversación entre el candidato republicano y uno de los magnates tecnológicos que más lo ha apoyado estuvo marcada por errores técnicos y falsedades
Fundido a negro y errores de carga, eso fue lo primero que vieron decenas de miles de usuarios conectados a X, antes Twitter, para la esperada conversación entre Elon Musk y Donald Trump.
Los fallos técnicos hicieron que miles de personas se desconectaran de la charla, que finalmente comenzó 45 minutos después de lo previsto. El magnate tecnológico argumentó que su red social había sido blanco de una ofensiva externa para impedir la entrada a los usuarios. "Parece que hay un enorme ataque contra X. Estamos trabajando para terminar con él", aseguró Musk, que explicó que habían hecho pruebas para que la plataforma soportara hasta ocho millones de escuchas. Cuando la charla por fin comenzó, millones de personas estuvieron expuestas a dos horas de verdades a medias, exageraciones y muchas mentiras.
NO ALCANZA LO ESPERADO
La conversación no alcanzó los potenciales ocho millones. Según el contador de la plataforma, un máximo de 2,1 millones de personas llegaron a conectarse, pese a que Trump, con su fijación por los aforos físicos o virtuales, llegó a asegurar que hasta 60 millones escuchaban la cordial charla entre millonarios. El propietario de X había asegurado que quería dar a conocer a un expresidente más relajado, que se expresase como en la intimidad y no bajo las presiones de un mitin o una entrevista tradicional de prensa. Pero no hubo diferencia entre lo que el candidato republicano contó en X y su discurso en otros actos electorales convencionales.
Quienes se conectaron asistieron a un banquete de desinformación, que Musk permitió apenas sin filtro a Trump, el candidato por el que ha apostado para las presidenciales de noviembre y a quien financia con 45 millones de dólares [unos 41,2 millones de euros] a través de su Comisión de Acción Política (PAC), fondo para recibir donaciones. Durante la conversación se negó el impacto del cambio climático, el riesgo de la contaminación nuclear y Trump incluso aplaudió a Musk por despedir a trabajadores que hicieron huelga. Fue una conversación sin contrastes ni matices. Esto a pesar de las advertencias desde Bruselas para que el magnate no prestara el foro digital a las mentiras que ha repetido el expresidente más de una vez. El comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, recordó a Musk en una carta que todavía no cumple con el reglamento comunitario de servicios digitales.
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SUS OBSESIONES
Con el tono de quien se queja sobre el servicio doméstico en un club de campo, ambos pasaron revista a una de sus grandes obsesiones comunes, la inmigración ilegal. Trump aseguró que varios países extranjeros están enviando a Estados Unidos a personas de cárceles, instituciones mentales y a sus desempleados. "Vienen de África, de Asia, de Oriente Próximo y Sudamérica. (...) En Venezuela y otros países, los crímenes han bajado entre un 50% y un 80% porque se han deshecho de toda su gente mala (...). Son criminales que hacen parecer a nuestros criminales como buenas personas", señaló el expresidente republicano, repitiendo nuevamente una versión que ha sido desmentida repetidamente por los datos. Un poco más adelante, describió a otra parte de los inmigrantes que entran de manera irregular como "improductivos".
Sin objetar nada, Musk se limitó a concordar con el panorama dibujado por Trump. Esto a pesar de que las cifras oficiales recientes muestran que las entradas ilegales a EE UU están en números similares a los de la Administración Trump. El magnate contó que fue a la frontera con Texas, en Eagle Pass, donde presenció lo que llamó un "apocalipsis zombi", gente cruzando la frontera desde México. "Este es un asunto existencial, fundamental. Creo que si permitimos que esto pase por cuatro años más no tendremos más país", aseguró Musk.
MONÓLOGO
El empresario tecnológico advirtió al inicio de que no se trataría de una entrevista, sino de una conversación entre ambos dirigida a los "independientes que aún están tratando de decidir su voto". Musk y su equipo se han comprometido a intentar convencer a 800.000 votantes en Estados bisagra. Está por ver si hubo indecisos que acabaron convencidos tras una charla convertida en monólogo en varios tramos en los que el anfitrión se limitó a decir "sí", "ajá" o "es un gran argumento".
El primer comentario de Musk sentó el tono del encuentro, en el que en ningún momento hubo intento alguno de matizar o contradecir a su interlocutor. Ambos comenzaron recordando el atentado que Trump sufrió en Pensilvania el mes pasado y en el que tras levantarse alzó el puño y gritó "Lucha, lucha, lucha", jaleado por sus simpatizantes. "Fue un momento inspirador. Eso es Estados Unidos: la fuerza bajo fuego", le elogió el dueño de Tesla y SpaceX.
"No fue placentero, puedo decirte eso. No sabía que tenía tanta sangre ahí, pero los doctores me dijeron que las orejas tienen mucha sangre. Supe inmediatamente que fue una bala y que me dio en la oreja", respondió Trump.
El candidato republicano, quien busca relanzar su campaña ante el auge de su contrincante, la vicepresidenta demócrata, Kamala Harris, ha anunciado que volverá en octubre a Butler, el sitio donde fue herido. "Daré un mitin y comenzaré diciendo: ´Como decía antes de ser violentamente interrumpido...", bromeó.
DOS HORAS
La conversación, de dos horas, mostró la sintonía entre ambos en varios temas. Uno fue la Argentina de Javier Milei, a quien calificaron de "personaje interesante". "Está haciendo un gran trabajo", aseguró Trump después de decir que copió su estrategia MAGA (Make America Great Again). Musk celebró la política de la motosierra, con los recortes al gasto del Gobierno presidido por Milei que están "mejorando la prosperidad de los argentinos".
El candidato presidencial, como suele repetir, aseguró que con él en la Casa Blanca ni el presidente ruso, Vladímir Putin, se habría atrevido a invadir Ucrania, ni la milicia fundamentalista palestina Hamás a atacar a Israel. "Le dije a Putin lo que ocurriría si él hacía algo..., él me dijo: ´Imposible´. Yo contesté, ´posible", explicó el magnate inmobiliario.
En su análisis de la situación internacional también concluyó que "la gran amenaza es la nuclear, porque tenemos cinco países que cuentan con poderío nuclear [en realidad son nueve] y no tenemos que permitir que ocurra nada con gente estúpida como [el presidente Joe] Biden".
ATAQUES A HARRIS
El magnate y el candidato presidencial unieron fuerzas para atacar a Kamala Harris, a quien Trump calificó de "candidata de tercera" y de ser "más inepta" que Biden. El abanderado republicano sostuvo que la renuncia del presidente a la reelección fue un "golpe de Estado".
Musk, quien ha mudado sus empresas de California por su desacuerdo con algunas iniciativas progresistas en el estado, aseguró que la campaña de Harris está "reescribiendo la historia" para hacerla pasar por una política moderada.
KAMALA LES RESPONDE
La campaña de Harris respondió a la charla de los magnates. "Toda la campaña de Trump es en servicio de gente como Elon Musk y él mismo, tipos millonarios obsesionados con ellos mismos, dispuestos a traicionar a la clase media y que no pueden llevar a cabo un directo en el año 2024", señaló un comunicado en la misma red social que albergó la conversación.