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Unidos y fuertes
Todo va bien cuando la forma hace resaltar el fondo.
La reunión virtual del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, con su homólogo estadounidense, Joe Biden, fue impecable y habrá de dar frutos a corto y mediano plazo, en el momento preciso en que la integración continental es un imperativo para enfrentar los retos de la recuperación luego de la pandemia y del desastre que dejaron gobiernos irresponsables en ambos lados de la frontera. Pueblos y gobiernos se reconocieron amigos.
A buen entendedor, pocas palabras. No fueron necesarias largas peroratas para tratar los temas que interesan a México y a los Estados Unidos. El presidente Biden expresó que: "Estados Unidos y México son más fuertes cuando nos mantenemos unidos. Existe una historia larga y complicada entre nuestras naciones que no siempre han sido vecinos perfectos entre sí. Pero hemos visto una y otra vez el poder y los grandes logros cuando cooperamos. Y estamos más seguros cuando trabajamos juntos ".
Esos conceptos, muy distantes de la retórica de su antecesor, fueron destacados por el presidente López Obrador, cuando dijo: "Usted quiere que haya igualdad, que haya respeto y eso es muy importante. Tenemos que cooperar para el desarrollo con independencia, potenciando lo que significa el pueblo de América del Norte; es el motor del cambio: el pueblo mexicano, estadounidense y de Canadá", dando un sentido humanista a los temas de la agenda trilateral para que los beneficios se trasladen a la gente.
La sensibilidad del mandatario estadounidense permitió que el diálogo fuera fluido y tocara fibras muy sensibles, como el reconocimiento del importante aporte de la migración al coloso del norte. Dijo, casi de entrada: "Durante el gobierno de Obama-Biden, nosotros decidimos que trataríamos a México en pie de igualdad, pues todo lo que ustedes hagan repercute para nosotros y para América Latina. Como usted sabe, el grupo que más se expande en Estados Unidos es el hispano y el 60% es mexicano/americano, que son parte fundamental de nuestra historia, y como recordatorio tengo un busto de César Chávez (líder campesino y activista de los derechos civiles de los trabajadores agrícolas) en la Oficina Oval".
Fue más allá al mencionar a la Virgen de Guadalupe como uno de los más importantes símbolos de la mexicanidad, a la que el pueblo mexicano guarda veneración y respeto. El presidente AMLO agradeció la mención y expresó que ello evidencia el conocimiento y el interés de su homólogo por el México profundo, lo que es un gesto altamente apreciable de buena voluntad y de amistad hacia los vecinos del sur, a partir de lo cual se pueden tejer relaciones firmes y duraderas en otros campos de interés mutuo.
Agregó López Obrador que: "Yo creo que nuestra vecindad nos va a permitir desarrollarnos mejor en estos tiempos, el integrarnos como se ha hecho con el Tratado que América del Norte, será posible que se complemente, que se integre en lo económico, en lo comercial. Nos va a fortalecer ante el evidente desarrollo, expansión de otras regiones del mundo; por eso es estratégica nuestra relación". Ir en pos de la cooperación para el desarrollo; pero, siempre con total respeto a las soberanías de ambas naciones.
Durante la conferencia, por el lado de México acompañaron al presidente las secretarias de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez y de Economía, Tatiana Clouthier; el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard; los subsecretarios de Marina, Eduardo Redondo Arámburo y de la Defensa Nacional, André Georges Foullon Van Lissum; el comisionado del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño Yáñez y el embajador designado de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma Barragán. Ni que decir que hubo un ambiente de cordialidad dentro de los protocolos.
El presidente Biden estuvo flanqueado por el secretario de Estado, Antony Blinken y el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. Este último dijo en una rueda de prensa previa que se está trabajando en un proyecto que permita reunificar a familias de migrantes y darles todas las garantías.
Habría que decir que el nivel de cordialidad que mostraron ambos mandatarios y su disposición para colaborar juntos para resolver la agenda bilateral, sobre todo con los temas de la migración, el tráfico de armas, drogas, personas y grandes capitales de procedencia ilícita, así como fortalecer la unidad de las naciones que integran la América del Norte frente a los retos de la recuperación postpandemia, deja la puerta abierta para restaurar la dinámica que posibilitó el acelerado crecimiento de ambas naciones.