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Kamala en la frontera
Hoy estará en la frontera de México con los Estados Unidos la Dra. Kamala Harris, vicepresidenta y comisionada por el presidente Joe Biden para tratar los asuntos de esta área, considerada estratégica para ambos países en muchos sentidos. Como el que con leche se quema, hasta al jocoque le sopla, la también presidenta del Senado, tendrá mucho cuidado de no volver a ser víctima fácil de la prensa amarillista que puso en su boca palabras que no dijo, durante su visita previa a México y Guatemala.
Aunque la agenda es amplia, dos temas serán relevantes durante su estancia de hoy en El Paso, Tx.: la que tiene que ver con la migración y la que corresponde a los compromisos laborales incorporados al nuevo tratado comercial, mediante los cuales se busca mejorar las condiciones laborales de los obreros de la industria maquiladora de exportación ubicada a lo largo de los tres mil kilómetros de la franja fronteriza, que ha resultado ser buen negocio para las grandes empresas; pero malo para el trabajador.
No ha mucho que la senadora Harris hizo un llamado a los miembros de la Cámara Alta para aprobar una ley que regularice de manera permanente a millones de extranjeros actualmente amparados para evitar la deportación por disposiciones temporales, entre ellos los ´dreamers´. Dijo textualmente que: "Es de vital importancia que proporcionemos un camino a la ciudadanía para brindar a estas personas una sensación de certeza y seguridad", al agradecer su contribución al país en un evento del DACA.
Sin embargo, esta iniciativa encontró una cerrada oposición, pues los republicanos, como el senador Ted Cruz, arremetieron contra la administración Biden-Harris por generar una crisis en la frontera con México y tildaron la iniciativa como una amnistía masiva para quienes ingresaron ilegalmente al país. Precisamente, también estará en Texas, el día 30, el expresidente Donald Trump en un intento más por contraponer su política de mano dura con la migración al enfoque más humano de su sucesor. Trump se reunirá con el gobernador texano Gregg Abbott, quien ha destinado 250 mdd para el muro con México.
Muy a su estilo, el expresidente tuiteó un comunicado con críticas a Harris. Dice que: "Después de meses de ignorar la crisis en la frontera sur, es genial que logremos que Kamala Harris finalmente vaya y vea la tremenda destrucción y muerte que han creado, un resultado directo de que Biden pusiera fin a mis duras pero justas políticas fronterizas. ¡Ella nunca habría ido!". Lo que ha echado más leña al fuego de la hoguera de la polarización en que se debaten los Estados Unidos, entre los dos extremos del abanico político-económico.
Por otra parte, hay que tomar en cuenta, con relación al tema laboral, las palabras del director de la Oficina México de la Organización Mundial del Trabajo, Pedro Américo Furtado, quien manifestó luego de la visita de la vicepresidenta al país, que: "La visita de Harris a México es una buena señal de que las políticas laborales entre ambos países son tomadas en serio. No es casualidad que el Tratado entre México Estados Unidos y Canadá (T-MEC) retome principios básicos de protección laboral como la negociación colectiva y la libertad sindical, dado que son temas que han preocupado a estos países".
Luego señaló que a pesar de la resistencia de ciertos actores, los acuerdos logrados favorecerán la implementación. El T-MEC es un catalizador de la reforma laboral. México es el principal socio comercial de Estados Unidos. Lo que ahora está en juego es que esa posición geopolítica y económica se traduzca en empleo decente en ambos lados de la frontera. El país se encuentra en un momento particular en el que, reconociendo la importante estructura productiva se armonice lo comercial con lo laboral.
La legislación laboral mexicana es un tema de especial interés para el gobierno estadounidense, sobre todo porque toca directamente al T-MEC, ya que como socios comerciales el desacato a las normas establecidas en ese tratado podría tener implicaciones perjudiciales en las cadenas de valor de América del Norte.
Para evitarlo, es que Estados Unidos comunicó un aumento en su contribución económica para apoyar la implementación de la reforma laboral en México en 130 millones de dólares, con los que se espera financiar programas de apoyo a trabajadores, mejorar condiciones laborales y abordar temas como el trabajo infantil, el trabajo forzado y los que tienen que ver con el acoso sexual laboral.
La tarea que espera a la Dra. Harris es monumental; pero, como dijo el presidente Biden al nombrarla: es la persona adecuada. Como es una ejecutiva que aprende sobre la marcha, ya no será sorprendida por la prensa amarillista, es que tanto daño hace como vocera de la resistencia al cambio.