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AMLO, Félix y el infierno de Guerrero

Una pugna interna en el gobierno López Obrador y en su partido, Morena, han puesto en vilo la impresentable y políticamente costosa candidatura de Félix Salgado al gobierno de Guerrero. Varios sucesos ligados a esta trama se precipitarán en las próximas horas.

En víspera del cierre de registros de candidatos, el de Salgado conservará tal carácter, quizá de manera definitiva, e iniciará campaña el domingo 7, aun a sabiendas de que nuevas acusaciones en su contra pueden salir a la luz. Lo que puede ocurrir será un cambio de aspirante, ya sobre el camino. En paralelo, una encuesta telefónica masiva está en marcha en el estado, en busca de un abanderado alterno, con un notable sesgo en favor de Pablo Amílcar Sandoval, hermano de la secretaria de la Función Pública; responsable de los programas federales de asistencia social y el aspirante que de manera ostensible ha gastado más dinero.

AMLO, Félix y el infierno de Guerrero

Otros posibles relevos han mostrado en las últimas horas un activismo desaforado. De manera destacada, la también senadora Nestora Salgado, Beatriz Mojica, e incluso la alcaldesa de Acapulco, Adela Román.

El lunes, la Fiscalía General de Justicia de Guerrero revelará avances sobre la causa penal por las presuntas violaciones cometidas por Salgado Macedonio. Según datos confiados a este espacio, se informará que una de las acusaciones quedará impune por haberse cumplido el plazo de prescripción. Pero está vigente una demanda más, presentada en noviembre de 2016 por una trabajadora del diario local que dirigía el ahora cuestionado candidato, que en cualquier momento podría ser citado a presentar su defensa.

La misma Fiscalía dará cuenta de que la mujer denunciante interpuso en paralelo una denuncia laboral, que de manera singular atrajo un apresurado arreglo económico, a partir del cual se sabe poco sobre su paradero. De manera adicional, se anunciará una denuncia contra el exfiscal Xavier Olea, por haber violentado la secrecía del expediente.

Una forzada resolución emitida el viernes último por la Comisión de Honestidad y Justicia del partido oficial, para revisar la postulación del senador con licencia, desató la percepción de que éste se había derrumbado bajo protestas de colectivos feministas. Pero ello fue atajado un par de horas después por el dirigente morenista, Mario Delgado. El episodio confirma que Delgado está al frente tan solo de una parte del partido, con varios de sus órganos repartidos entre facciones.

La citada resolución mencionó también a la Comisión Nacional de Elecciones, por lo se le atribuye la autoría de la citada consulta telefónica, que da por muerta la candidatura de Salgado y ofrece un listado de alternativas encabezado por Pablo Sandoval, que ayer ya era colocado a la cabeza en un sondeo de la controvertida empresa "Massive Caller".

Un enigmático capítulo de esta misma historia se produjo el miércoles 24, durante el aniversario 200 de la Independencia, encabezado en Iguala por los presidentes de México y Argentina, Andrés Manuel López Obrador y Alberto Fernández. Además de buenos discursos y un clima incandescente en el cerro Tlahuehue, que generó golpes de calor en muchos asistentes (entre ellos a la secretaria de Seguridad federal, Rosa Icela Rodríguez), hubo un momento significativo.

Dentro del férreo dispositivo que domina los eventos presidenciales, separado el público en "corrales" formados por vallas, una mano misteriosa abrió paso a grupos de mujeres en favor y en contra de Félix Salgado, que pudieron gritar sendas consignas a unos metros de ambos mandatarios y justo frente a donde la prensa estaba encajonada. ¿Quién en su propio equipo le impuso al Presidente ese trago amargo?.