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¿Y el museo del FC, apá?

De veras que a cada día que transcurre de la actual administración municipal en nuestra querida Reynosa más decepciones van surgiendo por el camino. La más reciente fue en la semana anterior y lo peor, que es de alarmar, es que los agentes de tránsito, aparte de abusivos, ahora hasta amenazan con llamar a "la maña" si no apagan los celulares los ciudadanos que al sentirse objeto de un abuso de autoridad lo videograban para llevarlo como prueba ante la, si se puede decir, inexistente Contraloría municipal, una dependencia que no les da curso a las denuncias ciudadanas en contra de servidores públicos.

Los esbirros de vialidad forman parte del servicio público, algo que debiera meterles en la cabeza el director de tránsito MARIO SORIA, que salió muy bueno para ordenar se aplique el reglamento, creyendo que con eso se está cubriendo de gloria porque está combatiendo abusos de automovilistas.

¿Y el museo del FC, apá?

Lo que no calculó es que sus esbirros esa orden la interpretaron como un "la plaza es nuestra" y prueba de ello fue el video que llegó a las páginas de EL MAÑANA, en donde varios agentes de Tránsito, materialmente acorralan al conductor de un vehículo, al cual pretendieron sacarlo a la brava, a pesar de su evidente discapacidad.

La pareja del conductor con el celular videogrababa la abusiva acción, lo que molestó a uno de los agentes ¿de la ley?, porque como se comportó, más bien pareció representante de otro tipo de "corporaciones".

La sola amenaza que hizo el agente de marras debiera ser motivo de un cese inmediato y leerles la cartilla a todos los demás que, si bien tienen instrucciones de hacer cumplir el reglamento de vialidad, eso no implica el uso de la fuerza y menos el de amenazar con llamar a la delincuencia.

Ahí tiene trabajo MARIO SORIA, y ¿el secretario de Seguridad, ALFONSO PEÑA?, pues a este señor por la "12" ni los que asean el inmueble lo toman en cuenta.

Ahora que tampoco el tal Soria quiera aplacar a sus muchachos, entonces es obligada la intervención del alcalde CARLOS PEÑA ORTIZ, quien ya debiera saber que ser presidente municipal de Reynosa no es nada más andar pavimentando calles y entregando microapoyos sociales y colgándose medallas que no le corresponden. 

Por esto y otras cosas más, reitero, de veras a cada día que transcurre en nuestra querida Reynosa nos encontramos cada vez más con hechos negativos.

Ya va a cumplir la mitad de su mandato CARLOS PEÑA ORTIZ y todavía no ha iniciado ni siquiera una obra de esas que hoy pomposamente llaman icónicas, al considerar que serán las que le darán un sello o distinción a la ciudad.

Está por terminar el museo del ferrocarril, nomás que en esa obra llevan cinco años y no la han podido concluir. O séase que desde que inició El Makiato empezaron trabajos del citado museo y además con recursos federales.

Pero eso es lo de menos, lo que importa es que se desarrollen obras que mejoren la movilidad de la ciudad, como lo sería construir avenidas alternas al Boulevard Hidalgo, al Colosio y al Morelos, o bien mejorar los servicios de agua y drenaje que nunca en la historia de Reynosa han estado para presumir, pero caramba, desde que se municipalizó la Comapa, que fue allá por el año 2005 se comenzó a descender como en un tobogán, a tal grado que no cumple con sus obligaciones ni con los proveedores, a uno de ellos al que le adeudan 11 millones de pesos, tras largos años de litigio ya venció al organismo pero le han hecho al socarrón no obstante haber perdido.

Pero, habrá que decirlo, esa deuda se arrastra desde los tiempos en que fungía fingir como gerente general de la Comapa, el ingeniero NÉSTOR GONZÁLEZ MEZA, quien se limitaba al acatamiento de las instrucciones de la presidenta municipal MAKI ORTIZ, fue un funcionario de lealtad ciega, pero a la alcaldesa, no a los intereses de los servicios de agua y drenaje.

El problema se fue arrastrado y le explotó a ALFONSO GÓMEZ MONROY, quien por no pagar a lo que ya condenaron a la Comapa, hoy pesa en su contra el cese en el cargo por órdenes de un juez federal.

Y como es la costumbre, recurrieron a la estrategia de darle más largas llevando el asunto ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en donde ya se verá si entra al estudio el asunto o se los rebota por no considerarlo de importancia, y de nuevo, a los problemas.

Entonces, regresando con la actual administración municipal que ya va para la primera mitad de su periodo y salvo dos que tres pavimentaciones, no se les ha visto traigan inicios de frentes de obras, pero de esas que son de impacto colectivo.

Las pavimentaciones de calles en las colonias de las orillas son lo que se dice ´obras de barriada´, fuera de esos rumbos no revisten ningún beneficio para la ciudad.

Se supone que la ONU – Hábitat les entregó un plan de desarrollo municipal para proyectar la forma en que es conveniente llevar el crecimiento urbano.

Incluso´ hasta lo cacaraquearon como un hecho propio que también eso es lo de menos, lo negativo en todo caso, es que no hayan iniciado a sentar las bases del desarrollo urbano, apoyándose en los lineamientos del programa que les entregó ONU – Hábitat.

Me parece que los organismos privados ya debieran reunirse con el alcalde Peña Ortiz, porque la situación urbana ya es insostenible y el jovenazo ya es tiempo de que asimile que si bien, de acuerdo a su preparación en Harvard, ser alcalde de Reynosa le parece una chambilla de poca monta, aun así adquirió el compromiso de entrarle a los problemas y a casi año y medio de su administración es fecha que no estrena sus conocimientos académicos y por lo mismo ni objeto tiene se ande distrayendo ante la eventualidad de que el MORENA lo postule para la reelección, un proceso electoral que inicia a partir de septiembre, o séase, dentro de seis meses y días, nomás que su pendiente debe ser Reynosa, no la reelección.

Ojalá Dios Nuestro Señor lo ilumine y le haga ver cuál es la misión que tienen esta vida de aquí a septiembre del próximo año. Que se vea en el espejo de FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA que por redes sociales difundieron una patética imagen del otrora poderoso y temido comandante en jefe de los panistas tamaulipecos.

Cuando fue gobernador se comportó como si trajese al diablo adentro y en días recientes lo cacharon de rodillas en la banca de una iglesia católica con las manos entrelazadas y la cabeza inclinada, o séase, la auténtica imagen de un pecador arrepentido que pide perdón a Dios por los males cometidos, nomás que no sé si el exgobernador sepa que para que Dios perdone tiene que resarcir los daños ocasionados y prometer no volver a pecar.

Sé que mis lectores se reirán al estar leyendo este comentario, pero así se dio el hecho y bueno, si el arrepentimiento es sincero, es de reconocérselo, nomás que como dicen en el rancho: el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones.

Y por hoy, BASTA.

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