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¿Qué conviene más, un matrimonio convencional o que ambos trabajen?

  • Por: GERARDO MORENO
  • 11 ENERO 2018
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¿Qué conviene más, un matrimonio convencional o que ambos trabajen?

Foto: Actitud Fem.

Antes de que acabara el año, estando en el aeropuerto fue inevitable escuchar una conversación (y toda la sala de espera) donde básicamente una mujer de alrededor de unos cuarenta y cinco años, muy guapa, decía al teléfono y en voz alta lo siguiente: "Amiga, no sé por qué no terminas de entender que ninguna mujer necesita un hombre, somos autosuficientes y ellos son sólo accesorios ocasionales." No dudo que muchas mujeres estén de acuerdo con ella, incluso yo puedo entender el resentimiento acumulado que muchas mujeres cargan debido a la serie de abusos masculinos que a lo largo de su vida tristemente han experimentado.  

Cuando le platiqué a una amiga éste anécdota, ella, siendo una mujer súper emprendedora me comentó lo siguiente: "Ay Gerardo, ¿qué te puedo decir? La verdad, es que para mí sería delicioso tener un esposo que se hiciera cargo de todo y yo dedicarme a los niños y a la casa, como era antes." ¡Caray! ¿Quién tendrá la razón? Considero que ambas están en lo correcto, de acuerdo con su visión de la vida. Hay a quien le funciona una cosa y quien otra, ni bueno ni malo. 

Sean peras o manzanas, la realidad es que hoy en día la dinámica de las relaciones ha cambiado significativamente. En los años que tenemos leyéndonos, ustedes saben que yo soy un terapeuta pro feminismo, lo cual no significa que feminismo sea machismo al revés, no nos confundamos. El feminismo es simple y sencillamente la búsqueda de la independencia y autonomía de la mujer y, aclaro que no a todas las mujeres les interesa ese formato, como el caso de mi amiga que anhela un modelo de relación a la "antigüita".

Como les mencioné, soy alguien a favor del empoderamiento de la mujer. ¿Por qué motivo? Hay una razón muy poderosa. Por la cantidad de casos de abuso (emocional, financiero, verbal y físico) que atiendo en el consultorio y la cosa se pone peor, cuando después de veinte o veinticinco años de matrimonio tradicional (donde el provee y ella administra el hogar) a él se le "atraviesa" una modelo más reciente y en el momento del divorcio las esposas se quedan con el corazón roto, la autoestima por el suelo y la cartera vacía. Las esposas dedicaron un cuarto de década (o más) al matrimonio, fuera del campo laboral y volverse a poner en circulación les genera mucha ansiedad, fragilidad y ambivalencia. Por supuesto que durante el proceso de resiliencia (volverse a reconstruir) terminamos logrando que se produzca la vida, pero a un precio muy doloroso. 

No obstante, cuando hay una separación y ella también es generadora de sus propios ingresos, de igual forma, terminan con el corazón roto, la autoestima vapuleada pero su cartera con saldo a favor, por lo tanto, el proceso de duelo se transita de diferente manera, porque en ningún momento su estabilidad financiera se vio mermada. 

También quisiera aclarar que el sistema tradicional de matrimonio, donde él trabaja y ella administra el hogar, me parece sensacional, siempre y cuando haya vocación en ambas partes, particularmente que a la mujer le motive el hecho de ser ama de casa. ¿Por qué razón me parece sensacional? Porque el matrimonio es como una empresa y cuando el dueño tiene que hacer todo (ventas, recursos humanos, administración, contabilidad y producción) eventualmente la empresa tronará. Por lo tanto, cuando el dueño de la empresa aprende a delegar, todo el sistema funciona mejor. 

¿Entonces qué funciona mejor? Te diría que ambos. Sin embargo, cuando la mujer TAMBIÉN trabaja (lo pongo en mayúsculas, porque conozco casos donde el pelagartón de más de cuarenta años lleva cinco años "sin encontrar trabajo"), retomo, cuando la mujer también trabaja hay una especie de "garantía" donde con él, sin él o a pesar de él puede salir adelante sin necesitar depender de que le den un "chivo semanal" o una pensión alimenticia. 

Estoy de acuerdo que hay casos donde al momento de convertirse en mamá, salen de circulación laboral por un determinado tiempo, sin embargo, recomiendo que eventualmente regresen al campo laboral no sólo como póliza de garantía ante un divorcio, sino porque creo firmemente que activarte laboralmente, te da sentido de realización y plenitud, aunque también respeto a las que deciden aventar la moneda al aire y arriesgarse a que el marido proveerá "para siempre". No se trata de promover un falso feminismo de ir en contra de ellos, sino un feminismo a favor de ustedes mismas, donde además de ser mamás, esposas, hijas y amigas también son mujeres emprendedoras. Así es que la última palabra la tienes tú y sé que decidas lo que decidas, será justamente los que necesites decidir en ese momento de tu vida y si en el futuro cambia el rumbo, ¡enhorabuena! Sé que también será lo que en ese momento necesites. Recuerda que la vida no siempre te dará las circunstancias que quieres, sino las que necesitas para evolucionar y fortalecerte. #Anótele y nos leemos la próxima semana. 

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