Columnas > ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA
Nacidos para perder, adictos de por vida
La solución no son pláticas y conferencias
Ahora, todo el mundo habla de valores, se gasta una cantidad impresionante en eventos relacionados a la cultura de la legalidad, hay expertos como directores de escuelas o rectores, incluso funcionarios públicos de los tres niveles de gobierno, hablando de algo que no tienen, hombres y mujeres con problemas de matrimonio, infieles, deshonestos, corruptos, ineptos, cuando la verdad de las cosas, son estos niños de la calle y en la calle, los que necesitan de una acción inmediata y no de conferencistas llenos de pompa y poderío destilando toda una gama de valores que la sociedad no aplica, hablando de la legalidad, cuando estos malhechores hacen su propia ley y han hecho un gobierno dentro del mismo gobierno. Son muchos los seres que mueren y cuando matan a alguien, cuando le degüellan la cabeza, tristemente dicen.- Algo hizo, por eso lo mataron así.- Es decir, ya justificamos la cobardía, lo diabólico y la fechoría de los asesinados.- Se lo ganó.- ¿Y qué se está ganando la sociedad?
Hijos ingobernables por madres neuróticas
¿Por qué mi hijo se volvió marihuano? Muchas madres me han hecho la misma pregunta, también, se cuestionan.-¿ Si ni mi esposo ni yo fumamos marihuana?- Una de las características de un adicto, son sus antecedentes genéticos, abuelos, padres neuróticos, alcohólicos, maniaco depresivos, nacen y se hacen en una casa donde los gritos están a la orden del día, la rivalidad entre los padres, la pugna de poder, los insultos, las contradicciones, los pleitos infantiles que se hacen eternos, la pésima comunicación, la falta de respeto, la ausencia de Dios, con hechos, la convivencia, la falta de alegría, amor y la armonía lejana, son algunos de los muchos factores que hacen de un niño adicto, un niño problema.- Niños pequeños, pequeños problemas, niños grandes, grandes problemas. La verdadera lucha contra las adicciones debe de estar en casa, el ejemplo, es un sólido antídoto para que el niño no sea de grande un funcionario corrupto o inepto, que no sea un marido infiel, engañifa, que no sea un borracho, ni un drogadicto, el niño, el adulto, son el espejo de lo que aprendieron en su casa.
Jóvenes y alcohol, problemas de por vida
Un niño drogadicto, será una persona disfuncional y no tendrá la fortaleza para dejar de hacerse daño y en el trabajo, un alcohólico es fácil de detectar por su lenguaje facial y corporal, por sus actitudes.- La mayor parte del tiempo, denota cansancio, agotamiento, desorden, habla incoherente, genera desconfianza, camina tambaleante, refleja su inestabilidad emocional, su rostro y voz, reflejan depresión, ansiedad, Irritabilidad, tiene la mirada sin expresión, son campeones en ausentismo, no se reporta frecuentemente a trabajar, dice mentiras, abandona el área de trabajo más de lo necesario, suma un alto número de incidentes de resfriados, dolores de cabeza, tiene una serie de consistentes ausencias sin haber sido planeadas los lunes o los viernes. Uso frecuente de vacaciones sin haber sido programadas, ausencias marcadas de dos a cuatro días, accidentes dentro del trabajo y de tránsito, toma riesgos innecesarios, Índice de accidente más alto que de costumbre, no hace caso de las prácticas de seguridad, es un trabajador problema que se refugia y se protege en su sindicato para que no lo despidan, pero tarde que temprano lo corren, no hay quien le gane al alcohol y a las drogas.