Columnas - Ernesto Salayandia García

La familia atrapada en un pantano

  • Por: ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA
  • 01 ABRIL 2022
  • COMPARTIR
La familia atrapada en un pantano

La cultura del niño ahogado

Es ese viejo y nefasto procedimiento de tapar el pozo, después del niño ahogado, es decir, buscar soluciones, cuando ya es demasiado tarde, como los niños calcinados en Hermosillo, más de 50, o las personas asesinadas en el casino de Monterrey y ahora, las víctimas del terremoto del 23 de septiembre en la ciudad de México, que murieron, debido a que vivian bajo techos de alto riesgo, sensibles ante los temblores y murieron por culpa de la corrupciones e ineptitud de burócratas y políticos, y ahora sí, después de que se ahogaron en ese pozo muchos seres inocentes, el Gobierno de la ciudad de México, decidió tapar el pozo con un nuevo reglamento  de construcción, es decir, tuvieron qué morir aplastados 369 personas para que después se supiera que esos edificios, esas casas   habían sido declaradas inhabitables, dictadas débiles,  declaradas en alto riesgo, con fisuras y  pruebas de peligro, nadie hizo caso y ahí están las consecuencias, lo mismo sucede con este perra enfermedad, el  niño, el joven comienza  arruinando los autos de casa,  chocándolos con pérdida total, todos y cada uno de los autos de la familia, es multado y encarcelado algunas veces, por supuesto, que por sus adicciones,  el estudiante claudica a su estudios, se rodea de puro mala vibra, marihuanos igual que él, llegan a fumar adentro  de las casas, son un verdadero calvario, NINIS, jóvenes mediocres atrapados por la bola de nieve de las adicciones, cuando les dices a los padres de que la  marihuana.- es una droga peligrosa, muy adictiva, que de ahí brinca a drogas mas fuertes. Un drogadicto en casa, hablo de ello y los padres o la esposa, después de muchos años, por fin toman la decisión y tapan el pozo, después del niño ahogado. Nadie se imagina el infierno que se causa así mismo un drogadicto, ni visualizan la tormenta que se avecina cuando un joven inicia con las sustancias y las conductas tóxicas.

Los fondos de los jóvenes no son suficientes

Visito un buen número de centros de rehabilitación para adultos y menores de 17 años, hombres y mujeres, una de la dinámicas, la título.- Yo me siento.- Y así, uno a uno va compartiendo su diario vivir, edad, droga de impacto y algún fondo, el aprendizaje es muy rico, palpo el crudo sufrimiento al que han sido expuestos, reflexiono y mucho sobre el origen de sus adicciones compulsivas y la deducción, son los hogares disfuncionales, es así donde está el meollo del asunto, trato de darles lo mejor de mí, de regalarles una y otra vez mi historial, hacemos dinámicas, bailamos, reímos, lloramos y hacemos catarsis, hay honestidad probada, luego, les pregunto.- En este momento, quien de ustedes piensa en drogarse cuando termine el proceso?.-  Tristemente, son muchos brazos y manos que se levantan, veo que no tienen derrota, no quieren rendirse ante las drogas a pesar de los estragos amargos que han vivido y sé que no soy Dios para convencerlos a que cambien de opinión, veo, que aún les hace falta tocar más fondos, a la edad que tienen, parece ser que el vaso no se ha llenado y sin duda alguna, les llegara la bola de nieve que los habrá de exterminar, los llevara a un hospital, un psiquiátrico, al panteón o la cárcel, solo hay cinco caminos y el ultimo, es la recuperación. 

La cuota diaria

Una botella de vodka completa, entre 10 y 15 pases de cocaína, me inyectaba, tres miligramos de morfina sintética en la mañana, tres al medio día y tres más o más por las noches, me prendí de esta sustancia, usaba todo tipo de pastillas, las conozco todas, el Rivotil es una de las más poderosas, es de alto impacto, fumaba entre dos y tres cajetillas diarias, cada diez minutos me chutaba un cigarro, mal comía, mal dormía, mal vivía, vaya estaba muerto en vida, pero eso sí, lleno de soberbia, como mi buen amigo que vino a recordarme de dónde vengo y sé que yo no puedo ni con una gota de alcohol, ni con una sola fumada, ni media pastillita o un ligero pase, el día que yo recaiga no voy a poder parar y mi esposa sabe, que si eso llegara a suceder, de inmediato lo que acordamos hacer, es que me interne y para muchos borrachos y drogadictos, hablar de un anexo, o de una clínica, es ofensivo, denigrante, manipulan a la familia para que no tome esa decisión, pero dime, que debes de hacer con alguien que lleva más de 45 días intoxicándose, dándoles un pésimo ejemplo a sus hijos, maltratando a su esposa, denigrándose como ser humano, poniendo en riesgo a gente inocente porque insiste en manejar ebrio, drogado, qué es lo que debes hacer…. Es muy simple, tienes que internarlo, está en riesgo su vida y la de muchas personas, no sabes si un día te va a agarrar a golpes o matar a alguien, o tal vez, determine irse por la puerta falsa. – Es una bomba de tiempo por explotar en tus propias manos. –

Continúa leyendo otros autores

DEJA TU COMENTARIO