Columnas - Eugenio Milla

Lazarillo de Tormes

  • Por: EUGENIO MILLA
  • 06 MARZO 2022
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Lazarillo de Tormes

En esta ocasión quiero presentarte una situación que a fe mía es uno de los ingredientes fundamentales de esta obra. Si bien es cierto que la novela se beneficia por el hecho de ser un relato muy divertido debido a las travesuras de nuestro antihéroe, es necesario dejar en claro que la manera en como su incógnito autor y el mismo Lázaro comunican al lector ese descontento en contra del clero. En la novela se hacen constantes exposiciones a la forma de conducirse por parte de los miembros de la iglesia católica de la España del siglo XVI. 

Aspectos como la doble moral, la corrupción de los clérigos y otros tantos que el autor no dice pero deja ver entre líneas en el tratado cuarto el cual hace mención a un efímero amor que apenas le duró ocho días a Lázaro. Prácticamente lo describe como "amicísimo de los placeres mundanos y seglares". Al final del tratado textualmente dice: "Y por esto y por otras cosillas que no digo me fui de él". 

Esa frase se ha prestado para diferentes interpretaciones. Cómo por ejemplo la versión en cine de Fernando Fernán Gómez, Lázaro de Tormes (2000). Es la única película en la que se muestra el tratado V y en la interpretación dada por el director se ve cómo el mercedario intenta abusar de Lázaro cuando se encuentran a solas dentro de una casa donde este dormía. 

Como dije antes la interpretación de este tratado se presta a muchas posibilidades pero el tema del abuso infantil no es nada nuevo y si hoy día siguen pasando estas cosas seguramente hace cuatro siglos también.

En el tratado segundo, después de abandonar a su primer amo el ciego, Lázaro llega a un lugar llamado Maqueda y es ahí donde encuentra a su malvado segundo amo. Al encontrarse solo y sin sustento alguno toca en una casa en donde después de preguntarle que si sabe ayudar a misa es recibido por un clérigo. Quizá el peor de los amos que tuvo. 

Decía Lázaro que "Todas las cosas malas se encontraban dentro de este hombre" en este tratado el autor expone la doble moral dentro de el clero. Por una parte el hecho de que la simbología de la misa sea una recreación de la última cena en donde Cristo comparte el pan y el vino con sus discípulos tiene como mensaje que todo aquel que practique la religión deberá seguir las enseñanzas de esta. Pero no y mucho menos en una España que sufría por tener temporadas con mucha escazes de grano y comida. 

En el relato se muestra a un clérigo altamente miserable y avaro. Solo él comía pan y otras cosas que la gente le regalaba. Asistía a los funerales con la ilusión de ir a comer y traerse sobras de pan para después irlas almacenando en un baúl mientras que lázaro a nada estuvo de morir de hambre. Entonces el autor deja en claro que eso de compartir con el prójimo el cuerpo y la sangre de Cristo, nada de nada.

Una de las mayores quejas de Lutero en su lucha para la reforma de la iglesia era está precisamente. España como líder en la Contrarreforma veía cualquier forma de referencia anticlerical como una herejía. Como hemos visto el Lazarillo contiene un buen número de referencias en contra de la institución y es por esto y otras cosillas que no digo las razones por las cuales se prohibió su lectura.

Para concluir con el artículo me despido esperando que tengas una semana muy aprovechada y llena de mucha lectura y descubrimiento. 

Aprovecha cada día al máximo, "Carpe Diem".

¡Hasta la lectura siempre!

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