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La última ofensiva
La decisión de la Corte sobre el tema del desafuero e invalidar la orden de aprehensión contra el gobernador, va tener una nueva etapa legal
La decisión de la Corte sobre el tema del desafuero e invalidar la orden de aprehensión contra el gobernador, va tener una nueva etapa legal.
Con el anuncio del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, la nueva historia se va escribir nuevamente en los tribunales, con una batalla constante del PAN por las demandas que ordenó interponer el mandatario.
Aunque eso no va detener a Morena y a Santiago Nieto y quien, seguramente encabezará la lucha legal contra el mandatario.
Junto con el arranque de la nueva administración, el PAN lanzará una serie de acciones que mantendrán una historia de enfrentamientos legales y concentraciones en tribunales.
La meteórica alternancia que vivió el PAN en Tamaulipas, muestra a un mandatario envalentonado, desesperado, usando las mismas prácticas que se usaron en los últimos años contra de sus adversarios.
Por eso, en los últimos días, se puso en marcha "la última carta" para arrebatar el triunfo de Morena en la mesa y hasta se habla de la supuesta compra de Magistrados electorales como pasó en la Suprema Corte.
En esta ocasión, no solo va el dinero de por medio, sino la amenaza, el "copelas o cuello", si no se someten a los caprichos del panismo. Hoy trasciende que se ordenó investigar la vida personal y los "pecados" de los magistrados electorales, para usarlos como arma en su contra.
Con ello, el principal objetivo del PAN y del gobernador Cabeza de Vaca es lograr que se anule la elección.
Hay objetivos muy claros y uno de ellos que se puso en marcha el jueves pasado a nivel nacional, al salir en diferentes medios nacionales como víctima en este proceso electoral, cuando ha sido el mismo sistema el que ha dañado a las instituciones.
¿Por qué no cambiar?
Pareciera que en los eventos de inseguridad no hay una reacción inmediata por parte del Estado Mexicano.
Incluso, hay quienes piensan que al permitirse los actos incendiarios, es la forma más justificable para mantener una mayor presencia militar en las calles.
Pero en especial, darles nuevas facultades para que entren en otras esferas de la seguridad, porque es la milicia quien tiene aún el prestigio y confianza ganada por los mexicanos.
El gobierno federal tiene dos años para dejar formalmente en las calles a la milicia, pero es algo que ha sido polémico y no dejará de serlo cuando se discuten temas en materia de derechos humanos y recientemente la incorporación de la Guardia Nacional a la Sedena por un decreto del presidente.
Lo importante es que, a pesar de mantener al Ejército en la calle, los hechos de violencia en muchas partes del país no terminan y los gritos de la urgente necesidad de cambiar la estrategia de seguridad no llegan a Palacio.
Mientras que desde el Senado de la República, no se dan señales para encaminar ese cambio en la estrategia de seguridad.
No es un tema fácil, pero el mismo Ricardo Monreal debe insistir y llevar el tema a la tribuna del Senado.
Quienes no se cansan de reclamar es el PAN, la inseguridad, ha sido la mejor bandera política (que no efectiva), de la oposición y cada semana se arman las discusiones en la Cámara alta.
Alguna reacción deben tener los legisladores, porque los hechos delictivos se siguen presentando en muchas partes del país y cada vez de mayor impacto, lo cual debe frenar.