Columnas > ENFOQUE
Huele a gas el caso del estadio López Mateos
Quien iba a decirnos que el estadio de béisbol Adolfo López Mateos se iba a convertir en la manzana de la discordia entre el ayuntamiento de Reynosa y unos particulares, que por cierto, a la fecha no se ha dicho porque pitos tienen derechos de arrendamiento sobre el coloso del boulevard Hidalgo, situación que la actual autoridad municipal debe precisar por la sencilla razón que huele a gas que un bien que es propiedad de la ciudad esté siendo administrado por particulares porque eso de que es una liga de béisbol amateur la que tiene los derechos, como dicen en el rancho, a otro perro con otro hueso.
Pero mientras informan quienes son los inquilinos del López Mateos, el escándalo por su aseguramiento determinado por un juez civil de la localidad fue noticia nacional al darse esa orden en los momentos en que estaba por iniciar un juego de la Liga Mexicana de béisbol y de los oficiales.
Con la suspensión de ese partido, la noticia voló por toda la República y ahora la autoridad municipal tiene mucho que explicar al respecto. Por supuesto que nadie va a estar en contra de que los equipos amateurs utilicen el estadio.
Cuando inicio su construcción, que fue en los tiempos del presidente Adolfo López Mateos, precisamente con el objetivo de fomentar el deporte no amateur, petición que hizo el siempre bien recordado compañero y amigo JUAN RAMOS RODRÍGUEZ, que entonces, además de ser el responsable de la sección deportiva de EL MAÑANA, era el presidente del Patronato Deportivo de Reynosa, A.C.
Lo que originalmente le pidieron al presidente de México fue una unidad deportiva y al no concederse, porque el presidente estaba ya en la última etapa de su gobierno, solo alcanzo a construirse el parque de béisbol, y años después fue la cuna del equipo Algodoneros de Reynosa, que militaban en la Liga Otoñal, en donde la Sección 36 de Petroleros patrocinaba un equipo.
Y fueron épicos los encuentros tirando a agarres entre los petroleros de la 36 y los Algodoneros de Reynosa, que provocaron rivalidad en el graderío pues ya comenzaba a germinarse por nuestra querida Reynosa, un sentimiento de discriminación de los reynosenses hacia los veracruzanos porque que en su mayoría los petroleros provenían de Poza Rica y Matarredonda, entre otros municipios y por lo mismo, se sentían desplazados laboralmente hablando.
Pero independientemente de esos sentimientos negativos, el graderío lucio pletórico y de familias, por eso respetaban, eran los tiempos en donde nadie profería malas palabras delante de mujeres y niños, y finalmente los encuentros en el López Mateos motivaban convivencia social la que finalmente terminó eliminando la discriminación o segmentación hacia el trabajador petrolero, el que a la postre se asimiló a la ciudad y terminó siendo reynosense de corazón.
Posteriormente, a los Algodoneros de Reynosa nacieron los Broncos, que no obstante andar de sotaneros repletaban el estadio. La gente los admiraba y por lo mismo eran muy populares por la ciudad. Así llegaron por aquí jugadores norteamericanos, portorriqueños, cubanos, dominicanos y un venezolano de nombre DOMINGO CARRASQUEL, que conectó en una temporada 32 cuadrangulares, una marca que no ha sido superada por ningún jugador de los Broncos de Reynosa.
Pero la gente comenzó a fastidiarse de que los Broncos regularmente perdieran y tomó la estafeta don EPIGMENIO LEAL y sumó a la directiva a don BENJAMIN TEMKIN y a SALVADOR OLIVARES. Le invirtieron costales de dinero al equipo y lograron que fueran campeones de la Liga Mexicana en 1969 tras una vibrante serie final contra los sultanes de Monterrey, en donde el graderío se cimbró por las trepidantes emociones que causaron los cardiacos juegos entre aquellos memorables broncos de Reynosa y sultanes de Monterrey.
Años después el equipo comenzó a languidecer y terminó por irse del béisbol profesional ´para luego regresar sin pena ni gloria con todo y que en una ocasión quedaron como subcampeones, pero a la gente le quedó la espina bien clavado de que se dejaron ganar con los Diablos Rojos de la Ciudad de México, sospecha derivada de que el propietario de ambos equipos era CHARA MANZUR y a quien le convenía que los Diablos fueran campeones por ser un equipo más rentable que los Broncos.
Esa sospecha fue como una estocada a la calurosa afición beisbolera de Reynosa. El resto de la historia, todos la conocemos: los Broncos ya no galopan por el López Mateos y ahora resulta que el estadio terminó arrendado a particulares y aunque uno da la cara por ellos, muy pocos creen que sea realmente el que arrendo el coloso del bulevar Hidalgo, un contrato que debe ser analizado por el cabildo de Reynosa independientemente de que hayan reclamado el pago de arrendamiento vencido.
No es posible que un bien de la ciudad lo manejen particulares no solamente para béisbol amateur sino para todo tipo de actividades, como las políticas y artísticas, en estas últimas, ya es negocio y no se diga en los actos partidarios masivos.
En pocas palabras, el ayuntamiento ya se enfrentó en un asunto que huele a gas, y ahora no puede meterle reversa, habrá que estar al pendiente del desenlace sobre el estadio de béisbol que es icono de Reynosa. Y por el mundo de la política, tras finalizar en el IEETAM el conteo correspondiente a las elecciones para diputados locales, los panistas han de estar jalándose las greñas por la torpe decisión de no haber aceptado ir en coalición con los priistas, alianzas que sí hubo casi en todos los estados de la república.
Aquí han de haber dicho los albiazules: para que queremos guajes si sabemos nadar, y bolas don Cuco, los candidatos morenistas en los 22 distritos electorales obtuvieron 549 mil 319 votos mientras que los candidatos panistas 517 mil 945 sufragios, o séase, una diferencia de 31 mil 374 votos.
Como quien dice, por una nariz los marrones desalojaron a los albiazules del palacio legislativo y como los candidatos del PRI recepcionaron 133 mil 537 boletas a su favor, si los albiazules se hubieran coalicionado con los tricolores, hoy estuvieran celebrando el que retuvieron el palacio legislativo con los consecuentes beneficios que implica tal posición, entre otros, terminar sin sobresaltos el sexenio de FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA.
No sé de quien haya sido la idea de no aliarse a los priistas, pero con toda seguridad se está dando frentazos contra la pared. Ahora estarán en las manos de los morenistas a partir de octubre próximo.
Como diría OSCAR WILDE: puedo vivir con el arrepentimiento de lo que hago, pero nunca con lo de que no hice, que aplica como anillo al dedo en la regada de tepache de no haberse aliado al PRI.
El PRI ahora tiene sobrados motivos para mandar por un tubo al PAN cuando le pida les tire esquina, y el Movimiento Ciudadano, ese ya se sabe que entrara en subasta.
Y por hoy, BASTA.
gilberto.banda@hotmail.com
gilberto.banda@elmanana.com