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Hola Ernesto! . Cocainomano
Recordar es volver a vivir
A veces como que se me olvida de dónde vengo, se me borra del mapa, el abismo profundo y negro donde me encontraba, del pantano infernal donde me dañaba severamente en todos los sentidos, del refugio del huracán rugiente que exterminaba y lesionaba a mis seres cercanos, se me olvida los estragos amargos de esta maldita, perversa enfermedad del alma y como que me siento muy recuperadito, es más, ni consiente me veo respecto a la magnitud de mi enfermedad emocional que es de por vida, de repente me lleno de soberbia, mis egos afloran en mis pensamientos, lenguaje y actitudes, ahí está en vivo y a todo color esta triste enfermedad, que no es solo alcohol y drogas, es la ruina espiritual, las falsas expectativas de mí mismo, sin ver el cúmulo de defectos que tengo y los patrones de conducta equivocados que me arruinaron en la vida, y de repente, vuelvo a repetir la triste historia con mis actitudes de súper dotado, no veo, lo que se me da con facilidad, expresar mi lenguaje de superioridad, destilando soberbia hasta las cachas, como que de repente se esfuman esos recuerdos de los amargos estragos del alcohol y las drogas, pero Dios es muy grande y por si acaso se me olvida, él me lo recuerda de mil maneras y esta tarde, él me mandó un mensaje muy claro, me vi a mí mismo, regresé a 18 o 20 años atrás de mi vida, y aún estoy reflexionando, tenía que escribirlo y compartirlo, si me lo permites.
Recordar es volver a vivir II
Ahí estaba, frente a mí, después de correr a su esposa de mi despacho, Ernesto, ese espejo de mí mismo, comenzó a hablar, mostrando su alto nivel de intoxicación por cocaína y apestando a alcohol, golpeándome con el tufo a una corta distancia, hice lo que siempre hago, escuchar, como he aprendido, escuchando, mirando a los ojos y dando lo mejor de mí para establecer un buen puente de comunicación.- Me dijo - No tengo problema con el alcohol, cuando yo quiero lo dejo.- Ya tenía 45 días ingiriendo alcohol e inhalando cocaína.- Lo que yo me meto, es coca pura, de la misma manera, la dejo cuando yo quiera y me recordó algo que yo decía.- La coca que me meto, es calidad de exportación.- La del señor Obispo.- ¿Te imaginas?- De un tema brincaba a otro, no terminaba uno cuando ya estaba hablando de otra cosa, con la mirada cansada, dilatada, hinchado por tanto alcohol, arrastrando la lengua, y respetando su catarsis, ofrecí tolerancia y respeto, reflexionado sobre la crueldad de esta perra enfermedad del alma, no hice otra cosa, más que verme a mí mismo, quise llorar al ver ese cuadro de donde yo vengo, era un claro espejo, el Ernesto drogado, alcoholizado y negado, el Ernesto que minimizaba y maximizaba, sin duda alguna, fue un regalo de Dios.
Características de la enfermedad
Ahí me vi, mientras lo escuchaba, justificándome, - Es que tengo mucha presión de todo el mundo, traigo problemas como mi mujer porque no me entiende, estoy harto de que la gente no me haga caso, de que las cosas no se hagan como yo digo y quiero.- Igual, hablando pestes de personas, costumbre que yo hacía debido a mi enorme vacío espiritual, hablar mal de alguien, no es más que el reflejo de lo mal que ando, y luego, quejarme de mi mujer, él como yo, podríamos escribir un libro de tantas quejas, y por su culpa, por su culpa y por su culpa, también podríamos escribir la letra de una canción, me vi en él, como el ser inmaduro e irresponsable, el lavarme las manos, esconderme ante mi cruda realidad, evadiendo todo ese mar de incongruencias en que vive un borracho, un drogadicto como yo, criticando abiertamente a los Alcohólicos Anónimos, hablando de lo que no sabe, incongruencias y falsos argumentos, vaya, exactamente igualito a mí.- Recuerdo cuando tres compañeros de AA fueron a darme el mensaje a mi casa, tuve la desfachatez de servirles tres vasos de vodka.- Y uno de ellos, únicamente me dijo.- Tiempo al tiempo, esto es cuestión de fondos.- Y así fue, comencé a fondear y a fondear hasta perder mi dignidad ante la morfina y la cocaína.